El último informe del Observatorio de emancipación realizado por el Consejo de la Juventud de España sitúa la media de edad en la que los jóvenes se independizan en los 30,3 años. Es la primera vez que este índice supera los 30 años.
Clara Mallo Madrid | @ClaraMallo
Viernes 8 de septiembre de 2023

La edad en la que se independizan los jóvenes en el Estado español ha superado por primera vez desde que hay registros los 30 años de edad. Según el último observatorio de emancipación realizado por el Consejo de la Juventud de España, en el segundo semestre de 2022, los jóvenes, de media, no pudieron independizarse antes de los 30,3 años, lo que quiere en términos generales de estadística que, las personas jóvenes (menores de 30 años) no pueden emanciparse.
Hace tan solo unos meses, a inicios de 2022 la media de edad para independizarse rozaba los 30 años, 29,8 exactamente, es decir, esta media ha aumentado medio punto en solo seis meses. El estudio mencionado muestra los datos del segundo semestre de 2022 por lo que podemos intuir que esta media sigue en aumento. El precio de la vivienda, y en concreto el del alquiler (modalidad mediante la cual acceden los jóvenes a la vivienda) viene aumentando mes a mes en el último año. En concreto y según datos del portal idealista.com en julio de 2022 el precio del alquiler en España era de 10.9 € / m2 y en julio de 2023 era de 12 € / m2.
A esta situación contribuyen diferentes factores: el elevado precio de la vivienda, falta de vivienda pública y social, así como los niveles de desempleo juvenil y los índices de precariedad (temporalidad, salarios, parcialidad...). Los niveles de precariedad son tan elevados que el hecho de tener un trabajo no es suficiente para poder acceder a una vivienda, ni tan siquiera a través de un alquiler.
Los jóvenes trabajadores tienen que dedicar el 84% de su salario al alquiler. Si se suman los gastos de suministros, se quedarían con menos del 4% del sueldo
El salario medio de una persona joven en 2022 era de 1.089,93 euros netos al mes mientras el precio de las viviendas en alquiler lo hizo se establecía en 912 euros. Esta cifra supone que, para pagar un alquiler en solitario, una persona joven con trabajo tendría que dedicar el 83,7 % de su sueldo. Si a ello sumamos la media de los gastos de suministros y vivienda que se sitúan según el informe en 141 euros los gastos asociados a la vivienda (sin alimentación) se elevarían a 1.053 euros al mes, el 96,6 % de su sueldo.
La opción más real para los jóvenes sigue siendo la de compartir habitación, sin embargo, incluso esta opción resulta inaccesible para la mayoría. El alquiler medio de una habitación era a finales de 2022 de 282,19 euros, el 25,9 % del salario medio joven. Esto en grandes ciudades como Madrid o Barcelona donde se concentra una parte importante de los jóvenes en búsqueda de empleo puede hasta duplicarse.
A ello debemos incluir los datos de desempleo juvenil. La tasa de paro de los jóvenes entre 16 y 29 años se sitúa en el 22,61%. (informe injuve primer trimestre de 2023). Para los menores de 25 años la cifra es mucho más elevada. En enero de 2023 se situaba en 29.7%. Además, para los menores de 30 años que trabajan la tasa de temporalidad se sitúa en el 36,16% y para las mujeres de esta misma edad es del al 39,28%,
Todos estos elementos nos sitúan en esos 30,3 años de media para la emancipación. También explican el hecho de que 1 de cada 5 jóvenes trabajadores (el 20,6 %) esté en riesgo de pobreza o exclusión social.
El acceso a la vivienda solo será posible si atacamos los intereses de los capitalistas
La problemática de la vivienda está condicionada por la precariedad laboral que viven especialmente los sectores más jóvenes de la clase trabajadora. Así como el hecho de que la vivienda esté sujeta a la lógica del mercado bajo la sociedad capitalista. La enorme dificultad, incluso imposibilidad, de acceder a la vivienda por parte del conjunto de la clase trabajadora es cada vez más flagrante bajo la crisis capitalista y tendencias inflacionarias, pero es una característica propia del sistema capitalista.
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En los últimos meses hemos visto sin embargo grandes promesas por parte de los sectores reformistas y neorreformistas del régimen como el PSOE, PODEMOS o SUMAR. La propia ley de vivienda, la promesa de construir más viviendas destinadas al alquiler social... Sin embargo, estas soluciones no tienen nada que ofrecer a la juventud trabajadora. No alcanzan ni a arañar la superficie de este problema ya que no cuestionen las bases de un modelo de explotación y especulación como es el capitalismo. Qué decir de las políticas de precarización que vienen profundizando y avalando y que en cuatro años de Gobierno “progresista” no han hecho más que empobrecernos y precarizarnos aún más. Hoy más 6 millones de jóvenes que no pueden independizarse debido al elevado coste de alquileres y viviendas combinado con un paro estructural, salarios de miseria y condiciones precarias. Un problema que la ley de vivienda del Gobierno PSOE-UP no va a solucionar.
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Actualmente hay 4 millones de pisos vacíos que tienen guardados los bancos y fondos buitre con objeto especulativo. Es necesario tocar los intereses de los grandes tenedores, en su mayoría bancos, aquellos que fueron rescatados en 2008 después de arruinar a los padres de los jóvenes que hoy no pueden emanciparse. Hace falta expropiar las viviendas de los grandes tenedores para crear un parque público de alquiler social, y también construir más, pero a costa de impuestos a las grandes constructoras, bancos y fondos buitre que se han lucrado a golpe de especulación todos estos años. Al mismo tiempo es necesario intervenir el mercado del alquiler bajo el control de los inquilinos. Todo ello junto a otras medidas contra el paro y la precariedad juvenil, como el reparto de las horas de trabajo sin reducción salarial o la incorporación inmediata de cláusulas de revisión salarial en todos los convenios que indexen el IPC de forma mensual y de forma automática o la nacionalización sin indemnización y bajo control de trabajadores y usuarios de los oligopolios de la energía y el trasporte entre otras. Medidas sin las que es imposible pensar resolver la problemática de la vivienda y que además permiten plantear y avanzar hacia la idea de que solo los trabajadores, junto a los sectores populares, de manera independiente, pueden resolver en última instancia la problemática de la vivienda con su control y gestión, es decir bajo un gobierno de las y los trabajadores.
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