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Red Internacional
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OPINIÓN. Vivir afuera, una mirada desde el conurbano

El diputado electo por el Frente de Izquierda, Claudio Dellecarbonara, analiza las últimas medidas y declaraciones del gobierno provincial, desde la realidad en la que viven miles de habitantes del Gran Buenos Aires.

Lunes 6 de abril de 2020 08:30

Foto ilustrativa

El viernes todos nos indignamos con las imágenes que transmitían en vivo los programas de noticias de todos los canales televisivos. Cuadras de colas en los bancos de todo el país, con jubilados, beneficiarios de las AUH y de pensiones que, desde la noche anterior (la más fría del año) estaban a la espera de la apertura de las puertas de las entidades habilitadas para tal fin. Los testimonios de ancianos enfermos, mujeres con sus niños, discapacitados que esperaban recibir su jubilación de marzo o los miserables ingresos que les permitieran comer, comprar remedios, paliar una situación que es muy grave para amplias mayorías, eran desgarradores.

Todos nos conmovimos y buscábamos razones a un hecho, no sólo totalmente predecible y evitable, sino que desnuda el desprecio de los gobiernos y los bancos (que ganaron cientos de miles de millones), hacia los sectores populares. Después de 15 días de aislamiento social, preventivo y obligatorio por la pandemia del COVID19, garantizado incluso con represión sobre quienes se ganan el mango día a día o no tienen ni un lugar para vivir; desde el Gobierno y los bancos obligaron a romper la cuarentena y exponerse a millones de personas y en especial a los grupos en riesgo. Predecible para cualquiera que conozca la situación que atraviesan millones de jubilados -cuyo ingreso no les permite cubrir 15 o 20 días del mes y agravado por el cierre de bancos por la cuarentena, trabajadoras y trabajadores con empleos precarios o desocupados y personas con discapacidad que, como mostraba el testimonio de una mujer con su hija discapacitada en la interminable cola de una sucursal bancaria de José C Paz, no podía esperar a cobrar otro día ya que de los 11000 pesos que percibe , 7800 se le van sólo en pañales y remedios.

Cuando el repudio llenó los hogares argentinos, vino la declaración del titular de la Anses, Alejandro Vanoli, quien con total indolencia por la brutal e inhumana situación, afirmó a TN: "Hay muchos que acostumbran a agolparse y hacer cola en los bancos". La operación para culpar a todos y a nadie, para cargar la responsabilidad sobre los propios jubilados y pobres por no operar con home banking o no respetar un supuesto cronograma de pagos anunciado el día anterior, había comenzado, y editoriales de la tarde como la de Víctor Hugo en C5N hablaban de "errores" pero al mismo tiempo deslizaban que la responsabilidad sería de las víctimas y muchos sectores que posan de "progres" se hicieron eco.

El gobernador Axel Kicillof no acusó recibo y se mostró en distintos municipios con Intendentes del conurbano como si en la Pcia. de Bs. As. no pasara nada

El gobernador Axel Kicillof, sin embargo, no acusó recibo y se mostró en distintos municipios con Intendentes del conurbano como si en la Pcia. de Bs. As. -y a pocos metros de ellos- no pasara nada. La oposición de Cambiemos, por su parte, se dedicó a hacer demagogia como si no hubieran votado en 2017 y con una brutal represión, la reforma previsional contra los jubilados.

Ante los ojos de todos, estaban las sucursales bancarias con miles y miles de personas que alrededor del mediodía empezaron a recibir su número para volver el sábado y por la noche la noticia de que Alberto Fernández con Alejandro Vanoli y Miguel Pesce -titular del Banco Central- habían "mandado a la casa a todos los que no estuvieran incluidos en el cronograma del sábado". El "enojo" que el presidente confesó al día siguiente no fue con los bancos en particular o con sus funcionarios sino con "todos" porque se dieron "varios factores", dijo y que " nadie esperaba que se juntaran tantos jubilados ese día".

Sergio Berni sí reconoció que lo que pasó el día viernes era absolutamente predecible -y señala el problema de infraestructura del sistema financiero (falta de sucursales bancarias, cajeros, etc.) en el conurbano bonaerense-. Además hay que destacar que aunque tengan tarjeta, miles tienen que recurrir a la ventanilla del banco porque no pueden pagar alquiler, remedios y comer con el efectivo que pueden retirar por el límite diario permitido por extracción. Sin mencionar que los negocios no siempre aceptan tarjetas, e incluso cobran un porcentaje extra en las comparas que no sean en efectivo. Berni dijo muy suelto de cuerpo: "No pensemos con la mente puesta en Barrio Norte, Recoleta, Caballito. Acá la gente no tiene plata, no come, no vive. Entonces, la realidad es esta. Si no, no se hubiese hecho. Además, la tensión social ya hacía que la gente empezara a ponerse muy inquieta porque sentía que sin plata no podía ir a ningún lado". Lo que no dijo, el responsable del Ministerio de Seguridad de Axel Kicillof, es que el peronismo no es un recién llegado a la Provincia y que varios municipios -como La Matanza- son gobernados por el PJ desde hace décadas y poseen cifras alarmantes de pobreza, desocupación, precarización, desinversión en salud, problemas habitacionales y también infraestructura. Berni tampoco dice que él es responsable de la política de represión y abusos policiales contra los sectores más pobres que denuncian todos los organismos de derechos humanos y la izquierda y que esa es la única respuesta desde los Estados provincial y municipales.

el peronismo no es un recién llegado a la Provincia (...) varios municipios -como La Matanza- son gobernados por el PJ desde hace décadas y poseen cifras alarmantes de pobreza, desocupación, precarización, desinversión en salud, problemas habitacionales y también infraestructura

Uno de los tantos ejemplos del desprecio por la salud y la vida de los más pobres que quedó en evidencia en todo el país el viernes, es Villa Hidalgo en José León Suarez, en el partido de San Martín. Hace una semana se hicieron virales videos donde la policía "bailaba" a pibes de los barrios del conurbano, entre ellos uno en Villa Hidalgo. Este jueves, se conocía la noticia de la internación en el Hospital Provincial Eva Perón de un trabajador de ese barrio con coronavirus, quien había sido atendido en la salita de atención primaria del barrio donde se activó el protocolo. Se estudia si no es un caso de circulación local del virus ya que el hombre no había tenido contacto con nadie que hubiera viajado. El viernes el banco Provincia de José León Suarez, donde tienen que recurrir todas las personas que cobran jubilaciones, AUH y pensiones que viven en ese barrio, estaba desbordado. No sólo debía preverse, sino que era una necesidad urgente evitar esa concentración de gente con la alerta y sospecha anterior. Máxime en una zona donde no sólo son vulnerables las personas mayores de 65 años, sino que allí viven miles de niños con problemas respiratorios en asentamientos y Villas que rodean el CEAMSE. Ni los bancos, Ni el Gobernador, ni el Intendente se hacen cargo de las consecuencias que pueda tener este hecho sobre este sector de la población.

Las previsiones y medidas urgentes para la clase trabajadora no llegan. Sin embargo, los empresarios no necesitaron más que operaciones mediáticas y acciones extorsivas como los despidos de Rocca en Techint para recibir subsidios, quita en los aportes patronales y que se discuta el levantamiento "paulatino" de la cuarentena con el gobierno en una mesa de "expertos" de la UIA, la CAC y la traidora CGT. La misma que no garantizó en todo este tiempo, ni siquiera las elementales condiciones sanitarias de los trabajadores de la salud, ni de los trabajadores de actividades consideradas "esenciales" -aunque como denuncian los trabajadores de las alimenticias como Mondelez producen golosinas-. O las empresas de salud privadas que patalearon por el DNU anunciado por Ginés González García, aunque no planteaba la nacionalización del sistema de salud, sólo poder disponer de las camas del sistema privado; mediante un "apriete". Una medida elemental para enfrentar la pandemia cuando el propio Ministro de salud de la Provincia, Daniel Gollán, admitió en la reunión del Ejecutivo Provincial con los jefes de bloque de este jueves en la legislatura bonaerense que se necesitarían al menos 10 mil camas para hacer frente a las proyecciones en el pico de la pandemia y tienen 1000 (sin especificar cuántas con respirador). Esto demuestra que la tensión entre economía y salud, el gobierno, la está resolviendo a favor de las ganancias de los empresarios, los bancos, mientras las centrales sindicales son cómplices.

Desde las bancas del FIT venimos insistiendo con un programa para que la crisis la paguen los que se beneficiaron todos estos años con todos los gobiernos. La reincorporación de todos los despedidos en la cuarentena algo que no incluye el DNU de prohibición de despidos de AF. La prohibición de suspensiones, de rebajas salariales. La estatización de toda empresa que cierre, despida o suspensa. Un salario de emergencia de 30 mil pesos para todos los trabajadores que no tienen ingresos. La centralización del sistema de salud, declarando de utilidad pública a la salud privada, los laboratorios y la industria farmacéutica bajo control de trabajadores. Reconvertir la producción de la industria para la producción de alcohol en gel, barbijos, camas, respiradores, etc., destinando fondos a las empresas recuperadas que lo vienen haciendo como MadyGraf y Ansabo. El impuesto progresivo a las grandes fortunas y el no pago de la deuda fraudulenta, ilegal e ilegítima. Esto sólo podrá ser posible si los trabajadores lo toman en sus manos, se organizan en forma independiente en sus lugares de trabajo y estudio e imponen una salida alternativa y en favor de las grandes mayorías.