Diferentes personas que se conmovieron con la terrible noticia del joven asesinado, hicieron llegar sus reflexiones y opiniones a La Izquierda Diario. Compartimos algunas de ellas.
Martes 11 de noviembre de 2014
Experiencias alucinatorias
De Gonzalo, estudiante independiente de Psicología de la UNR
Estoy a punto de rendir el parcial nervioso fumando, me tocaba a las 3 y mientras iba pasando eso que llaman tiempo exponencialmente iban aumentando los movimientos de piernas temblorosas que buscaban la calma en las palabras, los otros, se sentían por el aire los restos del estilo de; me cagó, qué te tomaron, no, yo ni entro me voy… cuando ya pasaron varias horas y todavía no me llamaron es cuando empiezo a alucinar. Veo aparecer un hombre pequeño con traje negro y corbata anunciando con alegría “soy millonario, soy millonario”. Pero si eso no los convence de mi estado alucinatorio, lo siguiente que vi fue un superhombre, que atravesó la escena corriendo, muy musculoso de más o menos un metro y creciendo, con el arma más poderosa de todas las que puedan ustedes imaginarse. De repente la sangre me hervía, como si de adentro mío quería salir todo, no te mienten las lágrimas, reconocí el rostro de ese hombre pequeño que nada tenía de hombre y mucho de sonrisas, que apenas había llegado yo a la nervioso a la facultad me mostró dentro de una Ziploc una hermosa lagartija. Eran niños y estaban siendo niños, quienes forman parte del mundo de adultos de etiqueta no lo comprenderán nunca…
Y lo digo porque mientras tanto, en el mundo de los adultos de etiqueta, una estudiante publica en un grupo de Facebook y abre la polémica que ya parece eterna y uno queda atónito frente a la sola idea de comparar al niño con un monstruo, pero me tranquiliza al instante los comentarios de tantos otros estudiantes que critican de arriba a abajo el discurso que propone la sociedad capitalista que se reproduce en la facultad en torno a estos niños, atraviesa también el discurso de la inseguridad. Inseguridad es morir de hambre y no tener futuro se podría decir, no que haya un niño jugando en la facultad. Afuera de la facultad falta Franco y Luciano Arruga ¿y vos pedís que los echen a esa realidad donde la policía en cualquier momento te desaparece? Indudablemente ahí es donde hay que mirar, hay otra realidad afuera de la facultad a la que no podemos escapar y que atraviesa al barrio también, y tenemos la obligación de poner toda nuestra fuerza en cambiarla.
A aquellos criminalizadores de la pobreza y de los niños les advierto que cualquier niño tiene el mágico poder y en cualquier descuido te convierte otra vez en niño en sapo en colores perros abrazos correr cantar y te quita la coherencia de un suspiro, te devuelve el dedo a la boca, el Edipo, todo.
Yo soy, yo soy, yo soy
soy agua, playa, cielo, casa, planta,
soy mar, Atlántico, viento y América,
soy un montón de cosas santas
mezcladas con cosas humanas
como te explico . . . cosas mundanas.
Fui niño, cuna, teta, techo, manta,
más miedo, cuco, grito, llanto, raza,
después mezclaron las palabras
o se escapaban las miradas
algo pasó . . . no entendí nada.
José Piero
De Yanina
Hoy fue un día triste para mí. Siento que no puedo con mis manos parar está pelota de impunidad que siento en mis espaldas, y no sé qué hacer. Me siento triste por lo ocurrido con Franco, hallado ayer como un perro en el río. Como una cosa o peor,como la nada. Siento broca porque quiero que ésta maldita sociedad cambie, porque no quiero canas que repriman y asesinen, porque no quiero políticos y jueces que colaboren con la impunidad. PORQUE NO QUIERO QUE NOS CAGUEN MÁS .Porque lo que le pasó a franco ES UN PROBLEMA DE TODOS. ¿Cuántos pibes más van a asesinar? ¿Y nosotros que hacemos como sociedad para dejar que esto pase? Estamos en una sociedad de mierda donde si sos pobre no sólo sufrís la marginalidad sino toda la discriminación del mundo. Maldito mundo. No sé ni cómo ayudar a la familia de Franco. TODA LA FUERZA DEL MUNDO. No quiero que suene trillado pero no se que más decir porque estoy mal. Y mientras la gente pide más policías, los pibes siguen muriendo.
De Marcela Basualdo
Angustia, impotencia y una profunda bronca. Es lo que me generan los últimos acontecimientos ocurridos en el día de ayer.
Me refiero al caso específico del macabro hallazgo del cuerpo de Franco Casco. Mientras familiares, amigos, agrupaciones políticas y barriales se convocaban frente a la Comisaría Séptima, donde estuvo detenido y desde donde se le perdió el rastro. Mientras se exigía por la aparición con vida de Franco, paralelamente miembros de prefectura rescataba sus restos del Paraná. Otro chico más, otro más al que la policía le roba su vida, sus sueños, esperanzas, por el sólo hecho de ser humilde u oscurito . Igual que a Luciano Arruga un nene de sólo dieciséis años que murió por negarse a robar para ellos. ¿Hasta cuándo? ¿Cuanto más tenemos que soportar?¿Cuántos desaparecidos más?, ¿Cuántos privados de su libertad por el sólo hecho de no entrar en los parámetros de los "chicos bien"? Por usar gorrita o capucha, por estar en el lugar equivocado en el momento equivocado. Nosotros como sociedad tenemos que decir BASTA!! Dejen de matar a nuestros chicos. Basta!! Luciano y Franco son hijos de todos.
Acompaño en el sentimiento a familiares y amigos. Justicia para ellos.