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Red Internacional
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Provincia de Buenos Aires. Congreso Cicop: votemos plan de lucha y paro en todos los hospitales

El próximo 2 de septiembre se llevará adelante el Congreso Provincial de delegados y delegadas de la Cicop que cuenta con la representación de más de 80 hospitales de toda la provincia y discutirá, en base a lo que se vote en las asambleas hospitalarias durante esta semana, el plan de lucha para enfrentar el ajuste en curso.

Domingo 28 de agosto de 2022 21:10

Tijeras en el presupuesto y ajuste en el salario

Lejos de "ablandar" el plan de ajuste diagramado por el ya olvidado Martín Guzman, el nuevo ministro de Economía Sergio Massa, impulsado por todas las alas del FdT, puso más mano dura al plan ajustador y avanzó en lo que muchos no se animaron hasta ahora.

El Gobierno recortó, mediante el decreto 826/ 2022 firmado por Sergio Massa y Juan Manzur, más de $128 mil millones que estaban destinados para salud, educación y vivienda. Se redujo el presupuesto para el ministerio de Salud en $ 10.000 millones, una partida que estaba destinada a la compra de productos farmacéuticos y medicinales, bajo el programa de Prevención y Control de Enfermedades Transmisibles e Inmunoprevenibles. Aprietan donde más duele.

La provincia de Buenos Aires es la mejor caja de resonancia de lo que sucede nacionalmente y así lo estamos sintiendo quienes sostenemos los hospitales y centros de Salud todos los días. Allá al fondo y a lo lejos quedaron los aplausos y el tan esperado reconocimiento por la tarea desempeñada en la pandemia. Lo cierto, lo tangible, lo que se charla cotidianamente en todos los offices, es que el mango no alcanza, que el tarifazo preocupa mucho y que los sindicatos "no hacen nada".

$122 mil es lo que cobra hoy un profesional de ingreso en PBA, $90 mil es el salario promedio del personal de enfermería. Si a esto le sumamos lo extenuantes que son nuestras jornadas de trabajo, por la falta de personal e insumos, la ecuación es muy desfavorable. Solo dos enfermerxs para atender el triagge de una guardia general en un hospital zonal o a cargo de una sala de entre 20 y 30 camas, un solo profesional de guardia por especialidad, tomógrafos que no andan o no existen, recortes en los insumos de laboratorio, medicaciones que no llegan, son algunos de los ejemplos que tenemos cotidianamente en los hospitales provinciales.

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Y para certificar que el personal de salud es tratado como descartable por el gobierno, decidieron demoler la emblemática Escuela de Enfermería del Hospital Fiorito de Avellaneda, sin relocalizarla en otro predio y para construir en su reemplazo una morgue. Todo un símbolo. Estudiantes y docentes están en lucha y el Congreso debe votar un activo apoyo.

En otro de los aspectos que el ministro de Salud Nicolás Kreplak junto al gobernador Kicillof decidieron recortar, fue con los cargos post residencias y los reemplazos de guardia. Solo quienes fueron "jefes de residentes" tienen asegurado su cargo de continuidad en la provincia, aunque hay muchas dudas aún de dónde y bajo qué régimen. Por su parte, más de mil residentes que terminan los tres y/o cuatro años de formación en servicio, llegando al título de "especialistas" en diferentes áreas, quedarán sin trabajo de la noche a la mañana.

Pero como la resignación no fue nunca una palabra ligada al movimiento de residentes, en asamblea, la Comisión Provincial de Residentes (CPR) votó llevar a cada hospital y al congreso de delegados de cicop la propuesta de un paro y movilización para el próximo miércoles 7 de septiembre, en donde además reclamarán por el reglamento de residentes.

El Congreso que (siempre) se hace esperar

Cuatro meses y algunos días pasaron ya desde el último Congreso de delegados de Cicop, el 29 de abril que, recordemos, discutió un sin fin de temas por demás relevantes, como el cambio de estatuto, el aumento de la cuota sindical, la salida de Fesprosa, además de la ya crítica situación política y social. A pesar de lo que planteamos en ese momento desde la lista 5, en relación a dividir el temario o dar más tiempo para discutir en las asambleas (posición que fue tomada también por muchos hospitales) el nutrido temario, la conducción decidió avanzar velozmente y en un rango de menos de 3 horas.

La conducción actual del Sindicato en manos de la 1 + 3, tiene un permanente conflicto de intereses. Confluyen allí un amplio abanico de agrupaciones y posiciones políticas que impide, muchas veces, que el sindicato tome posicionamiento de los hechos de la vida política que atraviesa el país. O mucho más grave aún, como lo vimos el pasado 17 de agosto dando “vía libre” para ser parte de todo, sin jugarse por nada. Así “se habilitó” participar con un programa propio, tanto de las convocatorias realizadas por la CTA (de apoyo al Gobierno), como de la que propusimos desde el Plenario del Sindicalismo Combativo, contra el ajuste del gobierno y por el triunfo de las luchas.

Se evade así la discusión y la toma clara de posición frente a las conducciones de la (s) CTA y la CGT, que dejan correr el ajuste y solo marchan en apoyo explícito al gobierno y que la única convocatoria decididamente combativa e independiente del gobierno era la del PSC.

La conducción, liderada por el PCR y Patria Grande, que son parte del Frente de Todos con un perfil "progre k", acompañados por dirigentes abiertamente kirchneristas/peronistas, tiene un gran problema si consideran que la política de evadir discusiones nos va a llevar por buen camino, sino todo lo contrario.

A nuestros compañeros del FITU (de las corrientes orientadas por el MST e IS), que son parte de la lista oficialista, les hemos repetido hasta el cansancio que estar integrando la misma lista de conducción del sindicato junto a quienes "están de los dos lados del mostrador" no puede sino alejarlos de la perspectiva de fortalecer un gremio independiente, democrático y de lucha. En el intento de, a veces, "traccionar hacia la izquierda" al gremio, se la pasan justificando la inmovilidad que, cómo nunca, tuvo la CICOP durante los últimos dos años.

Mientras la inflación sube con cifras récord, los salarios se licúan mes a mes y la situación no para de complicarse para les laburantes, pareciera que cargan con demasiada paciencia hacia el gobierno de Axel, y en lo que va del año, no se realizó ni un solo paro aunque como sabemos, motivos sobran.

¿CTA? ¿Cuál CTA?

Como ya es costumbre, el próximo congreso de delegados abordará múltiples y complejas temáticas. Además del problemático aspecto salarial y el proyecto de pase de ley (de 10.430 a 10.471) que finalmente entró a la legislatura provincial y que hay que pelear su aprobación, la mesa directiva pretende meter la discusión de incorporar a la Cicop a alguna de las dos Centrales de Trabajadores. Nuevamente sin el tiempo y la información previa adecuada para que se debata en todas las asambleas, más de una vez si fuera necesario, involucrando a toda la base del gremio en las resoluciones de éstos temas que se votan hoy, pero quedan por años.

Recordemos que en el año 2018, también de manera express, se decidió la salida de la CTA Autónoma, con discusiones prácticamente nulas en la base. Ahora, cuatro años después, sin ningún balance profundo de aquella decisión, se quiere volver atrás.

La pertenencia a una central sindical, es decir a un espacio de organización que agrupe a varios sindicatos, en la perspectiva de coordinar las luchas y unir a la clase trabajadora, planteando demandas comunes mas allá de su propia rama, es correcta. Pero nada de ésto sucede en ninguna de las dos CTA´s. La conducción de Cicop nos propone debatir dónde debería ingresar el sindicato, pero sin decir nada respecto de qué tipo de unidad necesita nuestra clase.

Ambas CTA han actuado en los últimos años de furgón de cola del gobierno del FDT, no solo aportando hasta funcionarios, sino siendo garantes de la desmovilización, estando ausentes en todos los reclamos, lejos de las calles y profundizando sus métodos burocráticos y fraudulentos. El debate no es dónde, sino ¿para qué? ¿bajo qué premisas y programa debe nuestro gremio ser parte de un agrupamiento más amplio?

Desde nuestra agrupación consideramos que el ingreso a cualquier espacio debe hacerse con una fuerte crítica a lo que son hoy estas Centrales. Proponernos ser un polo de referencia para pelear por otro programa en ellas, de ruptura con la subordinación al gobierno de turno, de defensa de la independencia política de todos los partidos tradicionales, que impulse la más plena democracia desde las bases, con plenarios con mandato y asambleas para impulsar la lucha, que no se atornillen sus dirigentes en los sillones, sino que los mandatos sean revocables y luego de dos períodos estén obligados a volver a trabajar. En fin, entrar con un claro pronunciamiento de pelear por otro sindicalismo, desde las bases, democrático y clasista.

Este es el debate que debemos dar en nuestro Congreso y no una votación “express” de dejar una CTA burocratizada y vaciada de participación, para ingresar a otra igual de anti democrática y que es un apéndice del gobierno. No vemos el apuro de tomar definiciones como éstas, sin haber agotado el debate. Comencemos en este congreso y llevemos las posiciones que surjan a todas las asambleas de base.

A las asambleas: paro y plan de lucha

Para el próximo congreso de delegados y delegadas creemos que hay que discutir en todas las asambleas la construcción de un contundente paro para la semana entrante, con movilización y la puesta en pie de un plan de lucha que busque además unificar con otros sectores y fundamentalmente con las demandas que levantan las miles de familias que se atienden todos los días en los hospitales y centros de salud. Es ese el sector que más está pagando los costos de la crisis.

Como ya votó la asamblea de la CPR, proponemos paro y movilización para el miércoles 7 de septiembre. No solo por la demanda de que ningún trabajador cobre de ingreso, menos de lo que cuesta hoy la canasta básica (que está en "180 mil según ATE Indec), sino y sobre todo, por la defensa del Hospital Público y por un Sistema Único de Salud que ponga fin al negociado permanente con el derecho a la salud.