Trabajadoras y trabajadores del Hospital Garrahan llaman a votar en blanco en defensa de la Salud Pública como continuidad de la campaña electoral del Frente de Izquierda llevada adelante con 30 candidatos propios en ese hospital.
Sábado 7 de noviembre de 2015
Hace meses que los trabajadores del Hospital Garrahan enfrentamos el recorte presupuestario de $ 144 millones votado en forma conjunta por el Frente para la Victoria y el PRO en la Legislatura Porteña.
Ambas fuerzas, a su vez, codirigen el hospital como parte del Consejo de Administración. Recientemente, en el marco de la campaña electoral, los miembros kirchneristas de la dirección salieron a denunciar a los macristas, intentando desligarse de su responsabilidad. Lo hicieron con la militancia de los jefes de sector, supervisores y los delegados de UPCN, que en esta ocasión también tienen cargos en la lista de Scioli y que no dudaron en actuar como patota contra quienes denunciamos la situación.
Pero como también dijimos, el último recorte es la punta del iceberg de un ataque más grande de estas dos fuerzas al sistema público de salud y a sus trabajadores. Con la complicidad de UPCN y SUTECBA imponen topes salariales y precarización laboral.
Cerraron la salita de 3 años del jardín materno infantil, desconocen la jornada socialmente penosa y la insalubridad del turno franquero, insisten en cambios arbitrarios de condiciones laborales como horarios de medicación, el régimen de las vacaciones, el hacinamiento de los pacientes con las camas supernumerarias con graves riesgos infectológicos.
A su vez, seguimos luchando por la reinstalación definitiva de Elizabeth Ríos, enfermera de 23 años de antigüedad, despedida por persecución sindical. Y la reinstalación de Rosana y Andrea Cascino despedidas por organizarse contra la violencia patronal y el avasallamiento de sus derechos laborales y sindicales de empresas como Floor Clean que son parte del jugoso negocio de la tercerización y las contrataciones que supera los $150 millones, mientras los trabajadores ganan $6.000.
Este ajuste los sentimos todos los días en el deterioro de la infraestructura y en la precarización de las condiciones laborales de todos los sectores: hay menos insumos y de peor calidad, personal insuficiente, sobrecarga de tareas, hostigamiento por parte del personal jerárquico. Durante esta semana los jefes de sector han realizado reuniones para informar que producto del recorte no habría dinero para cubrir la falta de plantel de las salas con horas módulo (extras). De esta forma intentan generar temor entre los trabajadores e intentar favorecer un voto a Scioli como un supuesto “mal menor”, generando la falsa expectativa en que de esa forma no se va a perder lo conquistado. Sin embargo, las salas deberían cubrirse con más personal no con sobrecarga horaria para los mismos trabajadores, a costa de deteriorar cada vez más su salud.
Estas medidas que el macrismo y el kirchnerismo vienen aplicando en forma conjunta en el Hospital Garrahan también se refleja en un sistema de salud nacional colapsado, con hospitales y salitas que se caen a pedazos, sin personal e insumos suficientes, o inaugurando para la cámara hospitales vacíos.
Recordemos que gracias a los votos del Frente para la Victoria en la legislatura porteña, a favor de la construcción del Centro Cívico, Macri pudo demoler el taller 19 del hospital Borda. Lo impusieron con una brutal represión a pacientes, familiares, trabajadores de la salud, periodistas; y el procesamiento de los detenidos, entre los que se encuentra Cristina Díaz Além, enfermera de nuestro hospital. Mientras los responsables políticos fueron absueltos.
Es por toda esta realidad que la Agrupación Sí, Se Puede!, conformada por trabajadores del hospital, militantes del Partido de Trabajadores Socialistas (PTS) e independientes fue parte de la lista del Frente de Izquierda con 30 candidatos propios, que ya en las PASO, apoyaban las candidaturas de Nicolás del Caño y Myriam Bregman. Esta participación expresa la disposición de decenas de trabajadores de avanzar en la participación política y en la construcción de una alternativa propia que enfrente a los gobiernos vaciadores, los patrones y las burocracias sindicales cómplices.
En el balotaje llamamos a votar en blanco o a anular el voto como expresión consecuente de la lucha que encabezamos todos los días en nuestro lugar de trabajo. Votar a cualquiera de estos dos candidatos, tanto Macri como a Scioli, es darle más legitimidad para que sigan aplicando estas políticas que van en contra de nuestros intereses.
