La formación de extrema derecha se sirve del histórico dirigente del Partido Comunista Ramón Tamames para registrar la moción de censura contra Pedro Sánchez, un juego sin posibilidad real de éxito pero que le sirve a Vox como estratagema preelectoral.
Lunes 27 de febrero de 2023
El lunes 27 de febrero Vox ha registrado la segunda moción de censura a Pedro Sánchez en lo que este lleva de presidente del gobierno. Una moción que tiene por objetivo elegir a un nuevo presidente sin pasar por unas elecciones, pero que no tiene prácticamente ninguna posibilidad de salir adelante, dado que –salvo grandes sorpresas– no contará con la mayoría absoluta necesaria en el hemiciclo.
La moción se presenta supuestamente contra reforma del Consejo del Poder Judicial que la desbloquea tras varios intentos de negociación entre el PSOE y el PP para repartirse las posiciones, pero más bien tiene su razón de ser en conseguir un“golpe de efecto”. Vox se sirve así del histórico dirigente del PCE Ramón Tamames, ex dirigente del PCE, devenido en liberal y finalmente abiertamente conservador. Tamames tiene 89 años y lleva varios retirado de la política. Vox, sin embargo, lo ha “resucitado” para golpear a un gobierno que también integra la formación a la que perteneció Tamames.
De hecho Tamames en 1981 abandonó el PCE y fundó la Federación Progresista, una nueva agrupación que se unió a la creación de Izquierda Unida en 1986. No obstante, la Federación Progresista se retiró de la coalición de izquierda al año siguiente, y su carrera política a nivel partidista finalizó después de un breve periodo en el Centro Democrático y Social (CDS).
En declaraciones ante los medios durante la presentación de la moción, Abascal ha asegurado que la moción va contra el Ejecutivo que integran el partido socialista PSOE y la formación de izquierda Unidas Podemos, porque "ataca la unidad nacional" y gobierna "contra el Estado de derecho",
El PP, contra la moción
Es tan evidente el movimiento “teatral” de Vox que incluso el máximo dirigente derechista del PP, Alberto Núñez Feijóo, censuró la propuesta del candidato, considerándola una falta de respeto a la moción de censura. El PP ya se desmarcó de la propuesta de Vox en diciembre por considerar que un probable fracaso reforzaría al gobierno actual, algo que no le interesa en pleno momento preelectoral.
El Partido Popular ve más probable un ascenso a la Moncloa en las urnas que vía moción de censura y, además, ven en esta moción solo una oportunidad de desgastarse antes de tiempo en un contexto de progresiva desaparición de Ciudadanos y caída en las encuestas de Vox.
Vox, teatro tras el “escándalo Olona”
Macarena Olona ya señaló en diciembre que la moción se trataba de un ataque encubierto al PP, pese a que ella misma lideró la primera moción en 2020. Ella es, además, protagonista de los conflictos que mantienen una brecha interna en el seno de Vox, pese a no pertenecer ya a la formación de extrema derecha.
Olona volvió a la política después de un breve retiro, tras su derrota en Andalucía. Las críticas que venía vertiendo hacia Vox terminaron con la destitución de Ortega Smith como secretario general.
Ahora continúa lo que previsiblemente es ya la campaña de su próximo proyecto político en platós de televisión como en “Lo de Évole”, donde le salvó bastante los muebles a Vox, limitándose a vagas acusaciones de que en la formación“las decisiones se toman en otra parte” y haciendo referencia a una secta llamada “El Yunque. El conflicto surgido tras su salida del partido está generando una crisis en Vox que hace que estén perdiendo intención de voto.
Una de las últimas encuestas aparecidas en los medios y realizada por Sigma Dos, refleja que Vox caería al 14,6% de los sufragios desde el 15,2% de enero, obteniendo entre 42 y 44 representantes.
Las cábalas electorales del partido de Abascal son lo que juega más peso en la decisión de lanzarse a esta segunda moción de censura que en términos reales es un callejón sin salida. Y es que una tendencia de sostenida caída en votos, que elimine como opción de gobierno una coalición PP - Vox, puede ser aprovechada desde las filas “populares” para un llamado al voto útil.
