Bajo el nombre de “prueba piloto” han iniciado algunos estados la vuelta a clases, Jalisco y Coahuila como principales referentes, pero no los únicos. ¿Qué postura podríamos asumir las y los trabajadores de la educación? ¿Esto sólo se da en México?
Jueves 4 de marzo de 2021
En México, la premura por volver a clases presenciales está latente, desde el pasado mes de febrero, la Asociación Nacional de Escuelas Privadas (ANEP) había hecho importantes declaraciones sobre el regreso a clases, el cual habían anuciando para el pasado 1 ° de marzo, aunque no se ha vacunado a las y los trabajadores de la educación.
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Con las vacunas insuficientes, pues ni siquiera se ha podido garantizar la vacuna para el personal médico, que labora en la primera línea, se piensa volver a clases. De hecho en el estado de Jalisco, el gobernador David Alfaro ya comenzó con la instalación de centros de asesoramiento en las escuelas, como una “prueba piloto” para ensayar el regreso a clases a nivel nacional, en el estado ya comenzaron a funcionar el 20% de los planteles.
El argumento que sostienen para mantener este “semi” regreso a clases, es que se toman las medidas sanitarias como él no admitir a más de 9 alumnos por grupo o que la jornada de los docentes no exceda el límite de lo que sería la jornada normal; aunque no mencionan que se mantienen al mismo tiempo las clases en línea, lo que termina duplicando nuestra jornada, esto sin contar el tiempo destinado a la planificación, revisión de tareas, comunicación con las familias y un largo etcétera.
Por otro lado, en Coahuila han reportado el reinicio de más de 40 escuelas de educación privada. El estado prepara la vuelta a los salones en escuelas públicas de 68 comunidades, a través de la estrategia de los Centros Comunitarios de Aprendizaje (CCA). Tanto en educación pública como en privada se ha anunciado que bajo esta modalidad podrán volver en semáforo amarillo en todo el país.
¿Qué podemos aprender cómo trabajadores de esta política gubernamental?
Con estos ejemplos damos cuenta de dos cuestiones. La primera de ellas, tiene que ver con la urgencia que tienen tanto la iniciativa privada como el Estado por reiniciar las clases, pese a que todavía sigue sin vacunarse a las y los trabajadores de la educación y a las millones de niñas, niños y jóvenes, de los distintos sectores educativos. El segundo aspecto tiene que ver con imponer una normalidad, en donde a pesar del aparente “desacuerdo” entre los gobiernos locales y el Gobierno Federal contra el regreso a clases en la iniciativa privada, por la vía de los hechos, por acción u omisión avanzan en el regreso paulatino a las aulas.
Otro aspecto que vale la pena señalar, es el hecho de que esta política no es exclusiva de México, en todo el continente se han dado muestras y ensayos de vuelta a clases presenciales, que ha traído como consecuencia protestas de docentes, como el caso de Estados Unidos, Argentina, España o el repunte de contagios en Brasil, producto de la errónea decisión de apresurar el regreso a las aulas sin haber condiciones mínimas de seguridad ni de la los insumos suficientes.
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¿Qué podemos hacer las y los docentes frente a está arbitrariedad?
Las y los docentes que formamos parte de la Agrupación Nuestra Clase, opinamos qué para enfrentar estas medidas, hay que tomar los ejemplos internacionales, como el argentino, brasileño o estadounidense, en donde las y los trabajadores de la educación han salido en protesta por la irracionalidad de la vuelta a clases presenciales.
Consideramos preciso enarbolar, a través de nuestros métodos históricos de organización como las asambleas de base, en unidad con madres y padres de familia, un verdadero plan de vuelta a clases que plante la resolución de los problemas estructurales de la educación, pues la vuelta a clases no puede ser posible con hacinamiento en los salones, sin insumos básicos, sin personal médico, con edificios dañados e inseguros y con los raquíticos presupuestos destinados a la educación.
Desarrollar un plan de estas características también pone en la orden del día la necesidad de que los principales referentes del movimiento democrático del magisterio como la CNTE, la CNSUESIC o el STUNAM comiencen a romper con la pasividad y llamen a asambleas de base, que se pongan al servicio de agrupar y organizar la fuerza del sector.
Si tienes acuerdo con estas posturas o tienes dudas sobre estas, puedes seguirnos a través de nuestras redes sociales, ponerte en contacto con nosotros, para saber más y juntos construir una importante Agrupación de docentes a nivel nacional que le haga frente y de respuesta a las distintas problemáticas que enfrentamos como docentes.
