Las promesas de campaña del gobernador y el pedido de las organizaciones de mujeres.
Miércoles 24 de agosto de 2016
Hace muchos años que en Mendoza se exige la aplicación del protocolo para la atención de abortos no punibles. Diversas organizaciones de mujeres y partidos políticos periódicamente vuelven a poner el tema en cuestión.
Desde el año 2007, cuando el entonces Ministro de Salud Armando Calletti se negó a firmar su aplicación, el tema no se resuelve y los responsables se pasan la pelota. Lo cierto es que hasta el día de hoy, las mujeres mendocinas tienen negado el acceso a esta práctica legalizada en el Código Penal.
Existe una guía nacional para la atención de los abortos no punibles, lo que se suma al fallo de la Corte Suprema de 2012, que deja claro que se puede acceder en cualquier caso de violación. Y en la Legislatura hay dos pedidos de aplicación del protocolo presentados por Noelia Barbeito y Cecilia Soria, senadora y diputada del Frente de Izquierda respectivamente. Pero estos pedidos duermen en comisiones ante la negativa de darle tratamiento por parte de los bloques mayoritarios.
La colectiva de mujeres Malona Rosa ha solicitado formalmente al Gobierno de la provincia que adhiera a la nueva guía técnica del año 2015. Este pedido fue elevado al Ministerio de Salud por medio del Instituto de la Mujer con una recomendación con los motivos por los cuales debe ser regulado. Sin embargo todavía no hay respuestas, aunque se sabe que el pedido llegó a manos del actual Ministro de Salud Rubén Giacchi.
Cornejo y la promesa electoral
Durante la campaña para gobernar Mendoza, Alfredo Cornejo lo dijo y lo repitió. Y lo advirtió en toda entrevista televisiva, radial, gráfica y debate donde se le preguntó sobre el asunto: el actual gobernador se mostró a favor de que se cumpliera la ley y se respetara la voluntad de las mujeres de querer interrumpir una gestación en las condiciones que marca el Código Penal y su respectiva aclaración por la Corte Suprema.
Ahora ha llegado el momento de definiciones. Porque si el tema vuelve a la agenda pública –como se espera que suceda– deberá llevar a la práctica lo que tantas veces se aseveró en el tiempo preelectoral. Si no cumple su promesa, seguramente las mujeres que vienen reclamando este derecho allí estarán para recordárselo.