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Red Internacional
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Con la tuya. Vuelve el impuesto al salario: Milei mintió, la CGT y los sindicatos no hicieron nada

Con la aprobación del Paquete Fiscal, junto a la Ley Bases, más de 800 mil trabajadores volverán a pagar “ganancias”. Milei se había opuesto con su demagogia de campaña. Massa lo había eliminado antes de las elecciones. Las cúpulas sindicales criticaron pero no movieron un pelo, con la excepción de Aceiteros. ¿Quién paga, quién gana?

Lucho Aguilar

Lucho Aguilar @Lucho_Aguilar2

Viernes 28 de junio 13:08

La última jornada de debate de las leyes de Milei confirmó la imposición de la reforma laboral y otras leyes antipopulares. Además, les bajaron impuestos a los ricos y le subieron a los trabajadores y trabajadoras. Alguien que tiene un patrimonio de 100 millones de pesos no será alcanzado por Bienes Personales, pero un obrero calificado que gana un poco más del costo de la canasta familiar “tributará Ganancias”.

Acá te resumimos quiénes lo pagarán, cómo fue que volvió el impuesto al salario y qué hicieron las cúpulas sindicales.

Quiénes pagan

Un trabajador soltero sin hijos pasará a abonar “Ganancias” con un salario bruto de $ 1.800.000 brutos mensuales ($ 1.480.000 netos). Si tiene 2 hijxs paga desde 2.100.000 (neto de $ 1.780.000). El Mínimo No Imponible se actualizará de forma trimestral por inflación. Además se eliminaron varias exenciones: aguinaldo, diferencial por horas extras y feriados/fines de semana.

Para tener una idea, según el cálculo del Blog del Contador, las retenciones serán las siguientes:

Sueldo bruto de $1.900.000: retención de $4149,99 para los solteros. Si es de $2.000.000 será de $10.940. Si el bruto llega a $2.200.000 la retención alcanza los $30.800 para los solteros y $15.159 solteros con un hijo. Si el sueldo bruto es de $3.000.000 será de $184.817 para solteros sin hijos. Y así sigue subiendo. En el caso de los autónomos el mínimo no imponible es más bajo: $ 1.159.138 netos para solteros sin hijxs, $ 1.644.327 netos para casados con 2 hijxs.

O sea que en medio de una pauperización general de la clase trabajadora, castigan a quien puede cubrir las necesidades básicas de su familia. Según el último informe de los trabajadores y trabajadoras de ATE INDEC una pareja con dos hijos en edad escolar necesitaría en mayo $1.309.303 para cubrir los “consumos mínimos”.

Se calcula que entre 800 mil y un millón de trabajadores volverán a pagarlo: bancarios, mineros, siderúrgicos, camioneros, petroleros, aceiteros, eléctricos, personal jerárquico. Se trata de sectores que hacen funcionar sectores estratégicos que ganan miles de millones anuales. Si tomamos el concepto de salario relativo (la relación entre el salario obrero y la ganancia empresaria), estamos ante trabajadores a los que les roban tanto o más trabajo que al promedio.

Las mentiras de Milei

Milei logró que la versión de la ley aprobada en el Senado se imponga en Diputados (que había quitado el impuesto). Lo logró de la misma manera que logró la aprobación de Bases: con prebendas y corrupción. La negociación con los gobernadores fue clave, ya que es un impuesto coparticipable.

Pero además de corrupción, muestra la demagogia de la derecha “liberal”. Después de decir que estaban contra todo impuesto, mostraron lo que en realidad son: un recaudadores de los millonarios, como aquellos que cobraban para los reyes. El mismo Milei había dijo que “nos encontramos ante el delirio descomunal de tratar al salario como ganancia. Este impuesto es inmundo y tiene que ser eliminado”.

Mención aparte merece el PJ. Mantuvo el impuesto al salario durante el 98% de sus distintos gobiernos, lo que llevó a paros de la misma CGT. O de una parte de ella. En 2020 llegó a pagarlo el 20% de la clase trabajadora. Y no porque ganase fortunas. Ya en campaña electoral y con la elección complicada, Sergio Massa eliminó el impuesto en la práctica y lo anunció en un acto con la burocracia sindical. No le alcanzó para ganar el voto de cientos de miles de trabajadores y trabajadoras que conocían la historia pero además sufrían el ajuste.

La dejaron pasar

Pero uno tiene que preguntarse también, ¿cómo puede ser que se vote un impuesto que afecta a 800 mil trabajadores y trabajadoras? Encima sectores con mucho poder de fuego (por eso sus sueldos). ¿Qué hubiera pasado si mientras Milei y los gobernadores rosqueaban se paralizaban yacimientos, usinas, transportes, bancos, puertos, aeropuertos y otros servicios? ¿Y si los senadores se quedaban sin vuelos y sin luz?

Las cúpulas sindicales se limitaron a hablar. “Eso está mal”. “Estamos en contra”. “Lo vamos a rechazar”. Si cobraran “impuesto al chamuyo” los jefes gremiales estarían endeudados. Porque no hicieron nada. El SMATA se la pasó diciendo que el impuesto no pasaba pero nunca paró las plantas, u otra medida que obligara a repensar a la derecha. Con la excepción de la Federación Aceitera, que realizó una medida en abril y comenzó otra esta semana, no hubo medidas de fuerza. Los sindicalistas petroleros de Chubut dicen que “van a enfrentarlo”. Pero ya pasó. O quizás quieren negociar con sus empresas o provincias, cada uno por su parte, cómo aliviarlo. Toda rosca.

Abajo los impuestos al pueblo trabajador, que paguen los ricos

Como denunció la bancada del Frente de Izquierda, la derecha le da una vuelta de rosca a un sistema impositivo regresivo. En Argentina se pierde el 3% del PIB del país entre desgrabación de impuestos y subsidios, que benefician a las grandes empresas (Mineras, Mercado Libre, etc). Además de la evasión impositiva. Con la Ley Bases y el Paquete Fiscal le dan más beneficios a las grandes empresas. Pagamos los de abajo.

Hay que rechazar toda la ley, por antipopular y por corrupta.

La izquierda plantea: abajo la reforma laboral y el impuesto al salario. Impuestos progresivos a las grandes empresas y terratenientes. Eliminación del IVA a la canasta familiar. Eliminación del impuesto al salario.


Lucho Aguilar

Nacido en Entre Ríos en 1975. Es periodista. Miembro del Partido de los Trabajadores Socialistas desde 2001. Editor general de la sección Mundo Obrero de La Izquierda Diario.

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