A tan solo nueve meses de las jornadas que sacudieron a Sri Lanka y terminaron con la caída del presidente Gotabaya Rajapaksa, el actual Gobierno firmó un acuerdo con el FMI que implica ajuste y aumento de servicios. Los sindicatos anunciaron una jornada nacional de huelga que el Gobierno quiere prohibir.
Martes 28 de febrero de 2023 15:37
En medio de una crisis económica que produjo una contracción de la economía del 11 % y una inflación del 90 % anual, el impopular Gobierno de Sri Lanka acaba de firmar un acuerdo con el FMI que triplica el costo de la energía y aumenta impuestos y servicios.
Más de 40 sindicatos, incluidos empleados bancarios y personal de salud convocaron a una huelga para este miércoles en protesta contra la duplicación de impuestos desde enero y el aumento de los servicios.
El gobierno ha triplicado los costos de la energía siguiendo las exigencias del Fondo Monetario Internacional (FMI) a cambio de la promesa de un préstamo de 2.900 millones de dólares. El FMI también exige un ajuste fiscal en todas las empresas públicas, el aumento de servicios e impuestos.
Sri Lanka vive una crisis económica sin precedentes que desde finales de 2021 ha provocado una grave escasez de alimentos, combustible y medicamentos y ha dado lugar a meses de protestas que acabaron con la caída del presidente Gotabaya Rajapaksa en julio de 2022.
En su lugar asumió el actual presidente, Ranil Wickremesinghe, que era apoyado por el desprestigiado parlamento pero no tenía legitimidad en las calles. Wickremesinghe combinó un discurso en el que prometía mejoras económicas con una fuerte represión a los manifestantes, buscando de esa manera sofocar las protestas.
Sin embargo, los manifestantes volvieron a las calles en octubre pasado al ver que la situación económica seguía empeorando. Wickremesinghe prometió que el acuerdo con el FMI vendría a dar un respiro. Pero en los últimos meses la situación siguió empeorando y se sumó el aumento de servicios e impuestos.
Ante las nuevas jornadas de protesta el Gobierno volverá a aportar a la represión, y este martes anunció que prohibirá las huelgas en varios sectores clave. A menos de 24 horas del inicio del paro nacional el presidente Wickremesinghe declaró “servicios esenciales” a los transportes públicos, la entrega de alimentos o bebidas, carbón, petróleo, combustible, el mantenimiento de las instalaciones para el transporte por carretera, ferrocarril o aire, aeropuertos, puertos y líneas ferroviarias, entre otros.
Es decir, se trata de una declaración de guerra a los trabajadores ya que la orden ejecutiva indica que cualquiera que paralice esos sectores corre el riesgo de perder su trabajo. Sin embargo, como quedó demostrado desde fines de 2021, y en particular con las jornadas que tiraron a Gotabaya Rajapaksa, la represión no pudo frenar las protestas, las huelgas y los enfrentamiento. Nada indica que ahora vaya a ser diferente. El acuerdo con el FMI, que como en todo el mundo exige un ajuste que termina siendo pagado por las y los trabajadores y el pueblo, ya es el disparador de las nuevas protestas que vivirá el país asiático en los próximos días y semanas.