La principal bolsa estadounidense registró una fuerte caída, impulsada por pérdidas en las empresas tecnológicas.
Jueves 11 de octubre de 2018
La principal bolsa de Estados Unidos reaccionó con una fuerte caída al aumento de la tasa de interés. Al cierre de la sesión bursátil, el Dow Jones de Industriales cayó 3,15%, logrando su peor sesión bursátil desde la fuerte caída de febrero.
Por su parte, el S&P 500 cayó 3,28% y sumó así cinco jornadas consecutivas a la baja, lo que supone su peor racha desde noviembre de 2016. El índice cayó por debajo de su media móvil de los últimos 50 días, por lo que se podría tratar de una tendencia bajista.
A su vez, el tecnológico Nasdaq Compuesto resultó ser uno de los más perjudicados y registró un descenso del 4,08 %, la peor jornada desde junio de 2016. Nasdaq lleva a su vez, acumulado en cinco sesiones una caída superior al 7,5 %. Algunas de las grandes firmas han sufrido pérdidas considerables. Netflix lideró las caídas del Nasdaq 100 con un 8,38%, seguida de NVIDIA, con un 7,48%. De los cien valores, sólo tres lograron concluir en positivo. Otras de las grandes de las tecnología también han entrado en el pozo, como Amazon (-6,15%), Apple (-4,63%), Twitter (-8,47%), Alphabet (-5,06%), Microsoft (-5,43%) o Facebook (-4,13%).
El resto de los sectores también acabaron en rojo, encabezados por el de las comunicaciones (-3,94%), el de los bienes no esenciales (-3,74%), el energético (-3,59%), el industrial (-3,47%) y el financiero (-3,04%). Solo bajó moderadamente, menos del 1%, el de las empresas de servicios públicos (-0,53%), vinculado a la reciente alza en la rentabilidad de la deuda pública.
El aumento de las tasas de interés ha hecho que la rentabilidad del bono estadounidense a diez así como a 30 años hayan renovado sus máximos. En otros mercados, el petróleo de Texas bajó hasta U$S 73,17 el barril y al cierre de Wall Street, el oro repuntó a U$S 1.197,20 la onza y el dólar perdía terreno ante el euro, que se cambiaba a U$S 1,152.
La caída de Wall Street se produjo un día después de que el FMI recortó sus expectativas de crecimiento de la economía mundial debido a los conflictos comerciales principalmente entre Estados Unidos y China y la inestabilidad de algunas economías denominadas como “emergentes” como argentina. A su vez, la suba de las tasas de estados unidos ha llevado a que el rendimiento de los bonos de ese país se ubique al nivel de valores máximos registrado en el 2011.
