A dos siglos de su nacimiento (1819-1892) recordamos al poeta estadounidense, autor de "Hojas de Hierba" considerado como uno de los precursores de la literatura del siglo XX. Aquí dos poemas de aquel libro. El primero con traducción de Jorge Luis Borges.
Miércoles 27 de marzo de 2019
1
Yo canto al cuerpo eléctrico,
Me abrazan los ejércitos de quienes amo y yo los abrazo,
No han de soltarme hasta que yo vaya con ellos, hasta que les responda,
Hasta que yo los purifique y los colme con la carga de mi alma.
¿No es sabido que quienes corrompen su cuerpo están ocultándose?
¿Y quienes profanan a los vivos son tan viles como quienes profanan a los muertos?
¿Y que el cuerpo no vale menos que el alma?
¿Y si el cuerpo no fuese alma, qué es el alma?
2
IV
Me rodean ambulantes y curiosos,
Gente que encuentro, el efecto que tiene en mí la infancia,
el barrio, la ciudad o la nación,
Fechas, sociedades, descubrimientos e inventos últimos,
autores antiguos y modernos,
Mi cena, vestido, apariencia, compañeros, cumplidos,
deberes,
La indiferencia real o imaginaria de algún hombre o mujer
que amo,
La enfermedad de uno de mis parientes o la mía, las malas
acciones o la pérdida o la falta de dinero,
o el abatimiento o la exaltación,
Las batallas, los horrores de la guerra fratricida, la fiebre
de noticias ambiguas, los acontecimientos inciertos;
Todas estas cosas me llegan de día y de noche y
nuevamente me dejan,
Pero no son mi Yo.
Lejos de la contienda y del bullicio se erige lo que soy,
Se erige divertido, complaciente, compasivo, ocioso,
unitario,
Mira hacia abajo, se yergue o dobla un brazo sobre una
base impalpable y segura,
O contempla con la cabeza inclinada a un lado, curioso
de lo que vendrá,
Dentro y fuera del juego, observándolo, sopesándolo.
Miro hacia atrás, hacia los días en que me ahogaba en la
niebla entre lingüistas y contendientes,
No me burlo ni discuto: atestiguo y espero.