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Red Internacional
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Represión. Y cuando desperté el charrismo seguía ahí: golpean a jubilados de ferrocarriles

Pese a la declaración del gobierno federal de que tras la reforma laboral el charrísimo sindical se acabaría, siguen vivos y con grandes posibilidades de garantizar acuerdos para evitar ser removidos de sus asientos; ayer charros del sindicato ferrocarrilero golpearon a jubilados.

Camilo Cruz México

Martes 6 de agosto de 2019

El día de ayer integrantes del Frente de la Unidad Nacional Ferrocarrilera se manifestaban en las inmediaciones de la Secretaría de Gobernación denunciando que pese a ser liquidados hace más de 20 años, a la fecha no cuentan con jubilación.

La protesta tomó relevancia cuando un grupo de golpeadores del Sindicato de Trabajadores Ferrocarrileros de la República Mexicana, dirigido por el charro priísta Víctor Flores, llegaron a las inmediaciones para propinar una brutal golpiza contra trabajadores de la tercera edad.

https://twitter.com/josedeg1/status/1158438810130223104?ref_src=twsrc%5Etfw%7Ctwcamp%5Etweetembed%7Ctwterm%5E1158438810130223104&ref_url=https%3A%2F%2Fnoticiasenlamira.com%2Fcdmx%2Fmanifestantes-ferrocarrileros-se-enfrentan-frente-a-segob%2F (por si no funciona el de arriba)

Pese a estar a unos pasos de las inmediaciones de la Secretaría de Gobernación, que regularmente está custodiada por decenas de policías federales, no fue hasta el grito de auxilio de los adultos mayores siendo golpeados que los elementos se acercaron sólo para evitar que siguiera la golpiza, sin detener a uno solo de los golpeadores que, según medios que presenciaron la golpiza, estaban armados.

Este cobarde acto impulsado por la burocracia sindical ferrocarrilera tiene que ser repudiado de la manera más amplia, hay que poner un freno a esa costumbre de perseguir, golpear e intimidar a los trabajadores que exigen sus derechos.

Esto sucede a 60 años de la huelga ferrocarrilera que puso a temblar al gobierno mexicano y es un recordatorio de que el charrísimo sindical, lejos de lo que asegura el gobierno federal, sigue y seguirá operando.

La reforma laboral, lejos de garantizar democracia para la base trabajadora, aumenta la injerencia del Estado en nuestros sindicatos, una tutela innecesaria que no va a garantizar la caída de los charros sino que es un apriete de la Cuarta Transformación para garantizar una base sólida en el movimiento obrero con Napoleón Gómez Urrutia como la piedra sobre la cual erguir una nueva burocracia alineada a la 4T.

Estas duras imágenes nos recuerdan que las etapas más aberrantes del charrísimo gansteril seguirán operando, a menos de que los trabajadores de base seamos quienes nos organicemos para barrer con estos burócratas.

Esta perspectiva no es una utopía como aseguran algunas direcciones dentro del movimiento obrero, que apuestan por los sindicatos independientes. El 20/32 en Matamoros fue una prueba de que pese a una dirección charra de la CTM, la fuerza obrera puede garantizar que el sindicato responda a los intereses de la base, la masividad de la movilización acompañada del paro y posteriormente el emplazamiento a huelga, fueron la base del movimiento que pudo haber tirado a la burocracia de los sindicatos priístas de la maquila.

El gran faltante fue una corriente de trabajadoras y trabajadores de base que tuviera la fuerza para poder proponer esta perspectiva que, hoy con el panorama y los ataques al movimiento obrero por la reforma laboral, cobran un peso fundamental para poder dar respuesta.

Es por eso que desde el Movimiento de Trabajadores Socialistas impulsamos una red de agrupaciones clasistas y democráticas en distintos sindicatos, para pelear por la unidad de los trabajadores basificados y precarios, para recuperar los sindicatos de las manos del charrismo y que estén puestos al servicio de los intereses de la base trabajadora, para que nuestros sindicatos sean verdaderamente independientes de los partidos del régimen, llamamos a los trabajadores de todos los gremios a conocer esta alternativa y sumarse a fortalecerla, sólo los trabajadores de base podemos recuperar nuestras organizaciones sindicales.