La Izquierda Diario dialogó con Roberto, delegado de la Comisión Interna de Textilana. Luego de treinta años por primera vez hay delegados de los trabajadores en la textil más grande de Mar del Plata.
Martes 2 de agosto de 2016
Contános como empezó la organización de los trabajadores…
Textilana es una empresa de 30 años en Mar del Plata, que tiene 600 empleados y nunca tuvo delegados. Siempre se dijo que había, pero nosotros nunca supimos quiénes eran.
Esto empezó por qué Textilana era muy difícil que te pague los días por enfermedad. No tiene médicos y era la jefa de personal la que miraba los certificados médicos, las radiografías y decidía si te descontaba o no ¿Cuál era el castigo por enfermarse? Si vos te enfermabas, te sacaban los fines de semana que era donde los tejedores hacíamos la diferencia. Eso generaba que te enfermes y vayas igual o que no te enfermes.
Fines del 2012 el trabajo empezó a mermar, ya no trabajábamos todos los fines de semana sino fin de semana por medio, luego los sacaron definitivamente. Hoy no se trabaja más lo fines de semana. Ese fue el detonante, yo he visto gente llorar en el baño cuando venía el supervisor y te sacaba el fin de semana y perdías 3 mil, 4 mil pesos. Al no tener eso dijimos, muchachos no tenemos nada. Esa perdida la ganamos en salud, en jugar con mi hijo a la play pero en dinero no.
Entonces nos juntamos. Antes no nos quejábamos porque nos sacaban los fines de semana, pero ahora no tenemos nada ¿Por qué no nos íbamos a quejar, por qué nos dejábamos maltratar? Al principio, los 90 tejedores queríamos renunciar al sindicato porque no nos representaba. El supervisor hace echar al más “cabecilla” de todos y dijimos es ahora o nunca. Paramos y no entramos a la fábrica, imagina lo que fue para Textilana. Nuestra pelea era que lo reincorporen. ¿Qué logramos después de ese paro? Al compañero no lo reincorporaron, pero echaron al supervisor y a un encargado. Estuvimos dos días parando afuera y conseguimos que echen al supervisor, pero nada más. Entonces dijimos, necesitamos delegados.
¿Cómo fue la pelea por conseguir delegados?
De acá presentaron una sola lista del sindicato y la empresa, a la que nosotros le peleamos a muerte. Les dijimos no, tenemos nuestra propia lista, no queremos una lista con el sindicato y la patronal ¿De qué nos sirve? Finalmente, luego de amenazas de que iban a cerrar y nos iban a echar logramos hacer elecciones. Presentamos nuestra lista, el sindicato otra con la empresa y ganamos 430 a 20. Esto fue en febrero de 2014.
Arrancamos con los certificados médicos, problemas de la mayoría, había miles de cosas para hacer en Textilana. Las mujeres están 8 horas sentadas en sillas de plástico con almohadones. En la fábrica no hay servicio médico, algo que seguimos peleando hasta el día de hoy. Vacaciones, nunca te las dan completas, siempre te las dan fraccionadas. El tema de la ART, no había, te mandaban a tu médico para sacarte el presentismo. A partir de ahora, si se atienden en la ART, sobre todo las mujeres que tienen tendinitis en muñecas y hombros, por trabajos repetitivos. A raíz de estas presentaciones se fueron logrando pequeñas cosas. Por ejemplo, no se echó ni se suspendió a nadie más.
Todo lo que pedimos la empresa dice ¡no! Y mientras ponen cámaras en los pasillos, en el comedor. Nosotros estamos pidiendo nuestros derechos, lo que nos corresponde, que es lo nunca se hizo en Textilana. Nosotros decimos que acá es “Textilandia” porque las leyes se cumplen de las rejas para afuera.
Así que bueno, comenzamos nuestra actividad como delegados contra viento y marea porque pelamos tanto contra la empresa como contra el sindicato. Nosotros somos delegados, pero hasta ayer yo era tejedor y hoy estoy hablando de leyes y de un montón de cosas. Le decimos al sindicato ¡ustedes tienen que entrar a la fábrica y estar atrás nuestro para defendernos y nos dicen que a la fábrica no entran! Necesitamos su respaldo, nosotros hacemos asambleas afuera, siempre solos. Ya las amenazan no nos duelen, ya no nos puede sacar. Ya está planteada la semilla, hay que seguir regándola
¿Cómo es la situación de las mujeres que son mayoría en la fábrica?
Son las que más sufren el desprecio y el maltrato. Hay muchas mujeres que son sostén de familia, separadas que tienen hijos, un alquiler. Mujeres de más de 20 años trabajando. No le tenemos más miedo, ya se perdió el miedo en Textilana.
¿Hay identificación con la novela “La Leona”?
Sí, sobre todo las compañeras por el maltrato. La empresa tiene que respetar nuestras leyes. Tenemos un solo bebedero para 600 personas y la fábrica llena de cámaras. Cuando vos trabajás por producción no te levantas ni para ir al baño. Tenemos sólo veinte minutos de descanso, nuestro convenio se hizo en el año 75 y no se tocó más. Mucha identificación en eso, con el maltrato hacia las mujeres.
Nosotros lo que nos daba vuelta es tenemos que hacer una asamblea pero ¿cómo hacíamos en una fábrica en donde nunca hubo asamblea? Nos dicen que nos van a descontar, que no se puede, nosotros sabíamos que era legal. Hicimos la asamblea. El día de la asamblea había abogados, la patronal y una cámara filmando la asamblea. Una delegada hizo sacar la cámara. La asamblea fue buenísima, la primera asamblea en Textilana en 30 años. Cuando llego el recibo nos habían descontado el 7% del presentismo y 1h de trabajo, el fin era terminar con las asambleas. Presentaciones en el ministerio de trabajo de provincia, de nación, el Sindicato nada y pasaban los meses. Cuando decidimos hacer juicio y le dijimos al sindicato lo que íbamos a ser nos llama la empresa para avisar que nos iban a pagar la asamblea. Así que bueno nos pagaron la asamblea y mientras nosotros hacíamos asamblea en la puerta.
¿Querés agregar algo más?
A veces creíamos que la empresa era intocable porque ni ministerio ni sindicato hacían nada. Y ahí dijimos nosotros tenemos la fuerza, la fuerza está acá. Si bien nosotros en tejeduría conseguimos mejoras queremos mejorar el salario, porque si hay 20 máquinas nuevas puede mejorar nuestro salario.
Así que, cansados de pelear con la empresa y el sindicato, como Comisión Interna y algunos tejedores y mujeres decidimos impulsar una agrupación para externos más allá de Textilana, a muchas fábricas textiles donde las condiciones son las misma que acá. El sindicato no quiere delegados combativos, quiere delegados que este con la empresa y con el sindicato. O estás con el sindicato o estás con los trabajadores. La única que nos queda en textilana es parar para conseguir cosas. Estamos así, sabemos que hay que lucharla día a día, así es la vida del trabajador.
*La Comisión Interna de Textilana tiene una página de Facebook para difundir sus actividades, que es Comisión Interna Textilana e Hilamar.