Son cifras del Banco de México a nivel nacional durante el primer cuatrimestre del año. La mayoría de los despidos se produjo en abril.

Pablo Oprinari Ciudad de México / @POprinari
Miércoles 6 de mayo de 2020 23:52
Para millones de trabajadores, la crisis sanitaria y económica tiene efectos devastadores y los está arrojando a una mayor miseria y pobreza.
Según el último reporte del Banco de México, hubo 700.000 nuevos desempleados durante el primer cuatrimestre de 2020, aunque la inmensa mayoría perdió sus trabajos en el mes de abril. Esto afecta a distintos sectores de la economía, como servicios, construcción e industria de transformación.
De esta forma, la cifra que presentó el 6 de abril la secretaria de Trabajo y Previsión Social, Luisa María Alcalde, cuando llamó a los empresarios a la “reflexión”, se ha duplicado en sólo un mes. Como hemos denunciado desde La Izquierda Diario Mexico, se esperan 2 millones de despidos como resultado de la actual situación.
Durante la crisis del 2009 -cuando se combinó la epidemia del H1N1 y los efectos de la crisis financiera internacional- se perdieron 600.000 empleos en 12 meses. En el mes de abril de 1995, en el momento álgido de la crisis cuyas consecuencias internacionales se conocieron como el "Efecto Tequila", 185.000 personas perdieron sus trabajos.
Lo que viven los trabajadores en este momento es aún más grave. La cifra del desempleo solo incluye al llamado empleo formal, sin considerar la situación de las más de 30 millones de personas que trabajan en el sector informal, altamente precarizadas, con aún menos derechos y estabilidad laboral.
Según distintos funcionarios de Banxico, la cifra de desempleo podría llegar al 11%, lo cual reconocen que sería aún más alto que en otras crisis. Durante varios años, los niveles de desempleo reconocidos oficialmente se mantuvieron entre un 3 y 4%. Sin embargo, aquel índice no es fiel a la realidad.
En México la cifra de desempleo está maquillada y minimizada, debido a que no se considera como desocupados a quienes están 3 meses sin buscar trabajo y ya engrosan las filas del desempleo estructural. Por lo cual el 11% que están barajando las autoridades estará por debajo del escalamiento del desempleo que será el resultado de esta crisis.
El gobierno se ha negado hasta ahora a prohibir los despidos, más allá de sus llamados a que los empresarios actúen de forma “humanista”, ni los atropellos de patrones amigos, como Ricardo Salinas Pliego. Mientras tanto, el seguro de desempleo en la Ciudad de México es de 2.600 pesos, una cantidad con la cual no puede vivir ningún trabajador, mucho menos si tiene que llevar sustento a su familia.
Esto se da en un contexto de caída del Producto Bruto Interno del país. Mientras la previsión para 2020 está -por ahora- en una retracción de entre el 6,6 y 7,2%. La dependencia e integración de la economía nacional a la estadounidense, hará que el impacto de la crisis en el vecino del norte se amplifique en nuestro país. Y Estados Unidos ya acumula más de 30 millones de desempleados desde que inició la pandemia.
Precarización y desempleo, el verdadero rostro del capitalismo mexicano
El desempleo no es un resultado natural del COVID19. Es la respuesta que los empresarios dan a la crisis actual. Buscan que los efectos de la misma no la paguen ellos, y no solo eso, sino avanzar en instaurar peores condiciones para la clase trabajadora.
Durante años se han enriquecido a costa de sus trabajadores, como el caso de Carlos Slim, Ricardo Salinas y tantos otros “superricos”; como lo han hecho las patronales agrupadas en la COPARMEX o la CONCAMIN. Ahora, ante la crisis, lejos de resignar sus ganancias, la recargan sobre sus trabajadores.
Los despidos son la cara más dura de la ofensiva capitalista. Pero no es la única. Allí donde han cerrado sus establecimientos, los empresarios han aplicado reducciones salariales que oscilan entre el 30 y el 70%. Y otros patrones, mantienen en funciones empresas cuya labor es no esencial, violando derechos elementales de las y los trabajadores, y exponiéndolos, a ellos y sus familias, al contagio y la muerte.
Esa es la realidad que enfrentan cientos de miles de trabajadores en la industria (como en las maquilas del norte del país) y en los call centers. Es lo que muestra el caso de Ricardo Huvy Juarez, trabajador de Grupo Nach y Difusión/Grupo Salinas, quien murió de Covid debido a la negligencia criminal de la empresa.
Te puede interesar: Negligencia criminal de Grupo Salinas ante la COVID 19
Te puede interesar: Negligencia criminal de Grupo Salinas ante la COVID 19
El gobierno, como decíamos antes, no dispuso la prohibición de los despidos ni el cierre de las empresas que se niegan a acatar la suspensión de actividades. Cuando amenazó con hacerlo, fue a partir de la denuncia y la indignación que recorre las redes, como en el caso de Ricardo Huvy Juarez.
Ante el aumento del desempleo y los atropellos patronales, es fundamental levantar una serie de medidas de emergencia para que la crisis no la paguen las y los trabajadores. Esto implica la prohibición de los despidos y las licencias pagas al 100%.
Que toda empresa que se niegue a suspender actividades no esenciales, no solo sea cerrada, sino que se nacionalice bajo control de sus trabajadores, quienes podrán decidir si se reconvierte y cuando la actividad de la misma, allí donde sea pertinente.
Que se otorgue un verdadero subsidio de desempleo, al nivel de la canasta básica, a todos los trabajadores -del sector “formal” o “informal”- que hayan perdido su fuente de ingreso.
Para obtener los recursos, es fundamental imponer un impuesto extraordinario y de emergencia a las grandes fortunas: las 10 personas más ricas del país acumulan 125.000 millones de dólares. Junto a la cancelación del pago de la deuda externa, de allí -del bolsillo de los capitalistas- podrían salir los recursos que necesitamos para que la crisis no la paguen las y los trabajadores.
Puedes leer también: Diez medidas a favor de los trabajadores para enfrentar la crisis del COVID 19
Puedes leer también: Diez medidas a favor de los trabajadores para enfrentar la crisis del COVID 19

Pablo Oprinari
Sociólogo y latinoamericanista (UNAM), coordinador de México en Llamas. Interpretaciones marxistas de la revolución y coautor de Juventud en las calles. Coordinador de Ideas de Izquierda México, columnista en La Izquierda Diario Mx e integrante del Movimiento de las y los Trabajadores Socialistas.