El 5 de septiembre de 2021 el policía Gabriel Páez Albornoz fue internado luego de consumir un licuado con “metomil”, un insecticida que estaba en la bebida. Cuando pudo recomponerse acusó a su pareja, Yanina Coronel, de haberlo envenenado. A ella, el fiscal Oscar Cazenave la acusó de homicidio en grado de tentativa. Pero a raíz de todo esto salió a la luz la violencia de género que estaba sufriendo ella y su hijo desde hace tiempo.
Pan y Rosas fue una de las agrupaciones que participó en la primera movilización, en octubre de 2021, para que la liberaran y denunció en conferencia de prensa, con audios y videos, la violencia que la mujer venía sufriendo desde hace años. Yanina cambió de abogado y le dieron la libertad morigerada.
¿Cómo está actualmente la causa contra vos?
La última audiencia fue el 20 de diciembre del año pasado, en dónde mi abogada pidió el sobreseimiento por falta de pruebas en mi contra. Tenemos muchas pruebas a mi favor. El juez Ordaz estuvo de acuerdo en que tenemos pruebas a nuestro favor, pero bueno, él no hizo lugar, se refirió a que no se iba a poner en contra de su colega el fiscal Cazenave. Hoy en día se han sorteado los jueces nuevos. Son tres para el juicio y estamos esperando que se sortee la fecha. ¿Qué sucedió con el policía Páez Albornoz y las denuncias que hiciste?
En cuánto al tema violencia que he sufrido, mi ex tiene una causa penal que viene muy lenta. Recién ahora se están moviendo las primeras denuncias. Se pusieron dos fiscales más. Estamos esperando respuesta de la última denuncia que se hizo cuando él violó la restricción, en dónde casi me atropella. Pero bueno, en esa instancia está el fiscal Marcos Sacco solamente. La respuesta fue que, como él no otorgó el dispositivo, el dispositivo fue otorgado por el juez de familia, por el alto riesgo de femicidio y de muerte que vio, éste responde que se haga cargo el juez de familia, pero el juez de familia ya le había pedido que se haga intervención del Miniterio Público Fiscal porque ya es una causa penal. El fiscal aún no ha respondido. Entraron de feria. Y antes de entrar se sumaron dos fiscales más a la causa de violencia. Espero que ahora avance y se tomen las medidas que se tienen que tomar, porque mi ex tiene un montón de denuncias recibias por los secretarios, le han dado el visto de recibido y nunca se procede. Hay un montón de pruebas, videos presentados. No es sólo una denuncia escrita donde digo “pasó tal cosa”, y no tengo pruebas. Tengo prueba de lo que está denunciado. Pero, bueno. Al fiscal Marcos Sacco lo han llamado de distintas entidades para ver porqué no responde. Lo han llamado de radios de Buenos Aires y no está ni enterado de las denuncias que hay. En una respondió que él tenía que ver qué había en el juzgado de familia, tenía que ver qué le podía pasar el juez para ver si podía hacer algo. Hace once meses, ya casi, que está en la causa. O sea, nunca se ha sentado, o si lo ha hecho, no le ha dado importancia a todas las denuncias y demás. Porque no puede responder “me tengo que fijar que hay”, porque la denuncia fue también en el fuero penal. Fue en el juzgado de familia y en el fuero penal. En los dos. No puede estar respondiendo que él no está al tanto, porque la denuncia le llegó también a él. Contanos sobre la violencia de género que viviste antes y después del incidente por el cuál estás imputada
El tema violencia arrancó en el año 2016. Yo a él lo conocí en el año 2008. Después que quedé embarazada empezó con lo que es violencia simbólica, violencia económica, empezó a ser más autoritario, más controlador y se fue incrementando cada vez más. Las veces que he intentando denunciar en la Policía jamás me han tomado las denuncias. La única vez que me la tomaron fue en 2017, pero el oficial era amigo de él, me lo tomó como exposición porque si no a él le tenían que sacar el arma. Después de ahí, se me imposibilitó hacer una denuncia en una comisaría. En la Güemes (Unidad Funcional de Género, Niñez y Adolescencia), antes que pasara todo esto intenté. La oficial que estaba ese día me dijo que él se iba a enterar porque tiene muchos conocidos ahí adentro y que iba a correr riesgo de muerte, tanto el nene como yo, que ella me recomendaba antes que agarrara al nene y me fuera del hogar, cuestión que me era difícil, imposible porque yo estaba amenazada, si sacaba al nene de la casa. Me tenía amenazada. No me dejaba circular con el nene. No me dejaba viajar sola a Castex (la casa de mis padres) con el nene. Siempre hacía referencia a matarme con el arma. Siempre hizo ese abuso de poder. Ha amenazado al nene con matarl, y cada vez me fue cerrando más el vínculo de amistades. Cada vez me era imposible poder salir. Siempre que intentaba salir él aparecía, porque hacía abandono de su trabajo. Capaz que iba y decía que se iba a trabajar y buscaba el legajo, cuando estaba terminando de armar la valija o algo siempre aparecía. Nos tenía siempre muy controlados. Y después que pasó todo esto, pero por parte de la Justicia, por parte de la Policía, así, en general, porque lo siguen cubriendo, lo siguen tapando, como lo han hecho antes. Antes de que pasara esto ha habido episodios dónde la gente ha llamado porque lo han visto en la calle maltratándome, insultándome, con el nene. Y han venido acá compañeros de él de Toay y respondieron “ah, Gaby, eras vos”, alejándose y dando aviso por el handy como diciendo “es el Gaby, nuestro amigo, el que trabajó con nosotros, el que ahora está en el sector rural”. Y no han hecho nada. Esa persona, después de eso, ha ido a casa para contenerlo, para que no siga violentándome, durante dos horas, estando de servicio, uniformado. Quien hoy en día, en el juicio, sale a testificar a favor de él, mientras que han desobedecido a lo que tenían que hacer. Desobediencia legal. ¿Qué deberían hacer las reparticiones del Estado?
Yo creo que el Estado debe actuar y debe ser mucho más ágil en lo que es cuestión de violencia porque no se pueden tomar un año para ver la primer denuncia. El tiene de quince a veinte denuncias y recién van por la primera. Recién ahora porque he salido en los medios, en los medios nacionales y demás. Recién ahora se está moviendo lo que es el tema de violencia. Un fiscal no puede responder “yo no otorgué ese dispositivo de seguridad, que se haga cargo el juez de familia”, o cuando se denunció hace poco cuando él casi me atropella, decir, el fiscal de género, en este caso Marcos Sacco, responder a personas que lo han tratado de contactar, periodistas, o porque realmente les preocupa el tema de entidades que están apoyándome, decir que tiene “que ver lo que hay en el legajo de familia” porque a él no le había llegado nada. Es mentira, la denuncia se hizo en el fuero penal y en el fuero de familia. Entonces, en el fuero penal estaba él, la recibió él, pero es hasta el día de hoy que no respondió. Solamente responde que él no otorga ese dispositivo porque al juez le pide que intervenga el Ministerio Público Fiscal porque ya es una causa penal hacia Páez y le dan el visto, pero hasta hoy no hay respuesta. El Estado es responsable de toda la violencia que se permite y de todos los femicidos que suceden. ¿Qué le dirías a las mujeres que están en una situación parecida a la tuya?
Lo que les digo a las mujeres que están en la misma situación de violencia, de lucha, como yo, es que lo hagan público, porque es la única forma que yo encontré de que el Estado moviera mi causa de violencia, mandándolos al frente, haciendo notas. La única forma en que la Justicia se mueve es bajo presión o cuando son escrachados. Es la única forma que yo logré que la causa de violencia avance. Es escrachándolos. Que hagan denuncias públicas a través de los distintos medios. Yanina Coronel insiste en su inocencia en la causa que está imputada por tentativa de homicidio contra Gabriel Páez Albornoz. Pero ella también sigue esperando que el Poder Judicial haga algo y la cuide de su exmarido. El dispositivo que le dieron del Cecom está controlado por amigos de su exmarido, todos policías, que en vez de avisarle a ella dónde está él le avisan a él dónde está ella.
Mientras tanto, La Pampa encabeza las estadísticas con una media de 2,48 femicidios cada 100.000 habitantes. En lo que va del año asesinaron a tres mujeres. Dos de estos femicidios fueron cometidos por integrantes de las fuerzas de seguridad. Antonio Gustavo Boland asesinó a su pareja Susana Muñoz y Elías Funes mató a su expareja Marianela Vega Merino. Ambos se suicidaron luego de matarlas.