La empresa japonesa autopartista Yazaki sigue manteniendo un sistema laboral inhumano sobre las y los trabajadores que laboran en ella.
Miércoles 1ro de febrero de 2023
Yazaki es una empresa japonesa, proveedora de la industria automotriz. Cables, componentes y terminales son sus principales productos. La transnacional opera en múltiples países, aumentando sus ganancias de la mano de las grandes automotrices.
Al igual que en la mayor parte de las empresas del país, las condiciones de seguridad e higiene se encuentran por debajo de lo que debería ser un centro de trabajo digno. Aunque, bajo el capitalismo, esto es lo que menos le importa a los patrones y a sus cómplices, los dirigentes sindicales.
Te puede interesar: Burocracia sindical de CTM también afecta a trabajadores de Yazaki
Te puede interesar: Burocracia sindical de CTM también afecta a trabajadores de Yazaki
La burocracia de la CTM es la encargada de someter a las y los trabajadores a estas inhumanas condiciones, y le garantiza con esto a la japonesa, ahorrarse costos evitando gastar en seguridad. Es decir, a la empresa importadora ganancias que la seguridad de sus trabajadores y trabajadoras-
La CTM sigue siendo la central más fuerte de nuestro país con millones de trabajadores agremiados y con más del 90% de los Contratos Colectivos. Ese control sindical sobre un amplio sector de la clase trabajadora del país, le permite negociar con las empresas condiciones laborales de sobre explotación y de grandes riesgos de salud para sus agremiados y agremiadas, donde las enfermedades, el estrés y la fatiga extenuante, son constantes en los centros de trabajo.
Esta despreocupación patronal por la situación que atreviesan sus empleados, se muestra claramente en Yazaki, don recientemente estos han denunciado que también los transportes están infestados con plagas de insectos y que hasta en la comida han encontrado a estos animales.
La disputa entre distintas burocracias por el control sindical
Por otra parte la incertidumbre laboral y sindical mantiene preocupados a miles de trabajadores en esta empresa y el resto del corredor industrial del Bajío en confusión; se corren rumores sobre la salida de la CTM de la planta y las consecuencias de eso.
Sabemos que los burócratas de la CATEM (ligados al gobierno de la 4T y que se presentan como “nuevo sindicalismo”) se están desplegando en Guanajuato, al igual que la CROC o incluso el intento de despliegue del SINTTIA en la planta de Frankische. Esto, debido a que esas dos grandes centrales sindicales, tanto la CATEM y como la CROC pro patronales actúan de manera antidemocrática, llegando a los centros de trabajo mediante acuerdos con el gobierno y no por la auto organización de la base trabajadora. Es así como las y los trabajadores nada más son llamados a votar en elecciones en las cuales no saben a ciencia cierta su objetivo ni su función legal.
Al igual que el resto de las empresas en el país, en Yazaki se necesita dejar de esperar a que lleguen abogados, ingenieros, asesores o “salvadores” que se presentan como distintos a los charros cetemistas, y se empiece a crear la auto organización de las y los trabajadores. Que juntos y desde las bases hablen e intercambien sobre cómo organizar una comisión de Seguridad e Higiene que busquen prevenir los accidentes laborales.
Para esto, es necesario rechazar el control de sus dirigentes comprometidos con las patronales y, con la fuerza unida de las mayorías, luchar para construir un sindicato que ponga al frente los intereses de los trabajadores y no los de los patrones, que sea democrático con representantes votados por la mayoría y no impuestos. Que se maneje con base a los acuerdos votados en las asambleas. Pero sobre todo, que sea verdaderamente independiente, que no dependa de partidos políticos al servicio de los patrones, ni del gobierno, ni a burocracias sindicales internacionales como el AFLCIO (Solidarity Center)-
Salir de estas condiciones miserables solo puede ser logrado por los mismos trabajadores de Yazaki organizados desde la línea de producción.
Basta de inestabilidad laboral en los centros de trabajo. La vida de los trabajadores importan más que las ganancias de los patrones.