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Red Internacional
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Medio Oriente. Yemen más cerca de una intervención

En medio de bombardeos y ante el avance de los rebeldes huties, el presidente desplazado de Yemen, Abdo Mansur Hadi, abandonó su palacio en la ciudad de Adén y pidió hoy una intervención militar internacional. Detrás de la presión de Estados Unidos y Arabia Saudita contra los rebeldes huties, asoma el fantasma de una intervención en uno de los países más pobres de Medio Oriente.

Juan Andrés Gallardo

Juan Andrés Gallardo @juanagallardo1

Jueves 26 de marzo de 2015

Foto: Reuters

Miembros de las milicias chiítas hutie tomaron el miércoles el control de Al Huta, capital de la provincia meridional de Lahech, situada a solo 50 kilómetros de Adén. En la ciudad de Adén se encuentra refugiado el destituido presidente Abdo Mansur Hadi, donde se instaló el febrero tras huir de la capital, Saná. Saná se encuentra bajo el poder de los huties desde fines del año pasado cuando un levantamiento de esta importante minoría (los huties representan a más de un tercio de la población), exigió la renuncia del presidente Hadi.

En el reciente avance de los huties junto a la capital de la provincia de Lahech, cayó en sus manos la estratégica base militar de Al Anad. En este cuartel se encontraban hasta hace pocos días militares estadounidenses que se encargaban de la formación de las tropas yemeníes en su “lucha contra el terrorismo” y desde donde supervisaban los ataques con drones en distintos puntos del país. No se trata de un dato menor ya que EE.UU. hace años que realiza bombardeos sobre el territorio yemení con aviones no tripulados, llegando a superar en el último período los ataques con drones que realiza sobre Pakistán (ver gráfico).

Sin embargo, en el momento de la llegada de las milicias huties, ningún militar norteamericano se hallaba en la base, ya que Washington inició el pasado día 21 la retirada de sus fuerzas especiales que quedaban en el país.

Tras la caída de Lahech, el Ministerio de Defensa del gobierno de los huties, que controlan Saná desde septiembre de 2014, anunció la captura del ministro de Defensa del gobierno de Hadi, el general Mahmud al Sobeihi, así como de otros altos mandos de las tropas leales al presidente.

Como parte de su ofensiva, los huties bombardearon hoy el palacio presidencia de Hadi en Adén y han asegurado que el presidente se encuentra en paradero desconocido, una información que han negado responsables cercanos al mandatario, que afirman que este se ha refugiado en una zona segura dentro de las instalaciones palaciegas.

Ante la imposibilidad de detener el avance de los huties, Hadi ha pedido a la ONU que permita una intervención militar en virtud del capítulo séptimo de la Carta de Naciones Unidas, que contempla una intervención militar "para mantener o restablecer la paz y la seguridad internacionales".

El mandatario explicó en una misiva que ha solicitado a los países del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG) y a otros estados árabes ayuda inmediata con todos los medios posibles, incluida la intervención militar, para impedir el asalto huti a la ciudad de Adén, cuyo aeropuerto ha suspendido los vuelos por razones de seguridad.

Estados Unidos y Arabia Saudita detrás de una nueva escalada

El actual presidente Mansur Hadi llegó al poder en 2012 luego de que su antecesor, Ali Abdullah Saleh, renunciara en medio de masivas movilizaciones contra el aumento de los combustibles y la energía, y el deterioro de las condiciones de vida. Estas movilizaciones fueron un eslabón más de los levantamientos de la “primavera árabe” contra los gobiernos dictatoriales que tuvieron lugar en distintos países de África y Medio Oriente en 2011. El propio Saleh se encontraba a la cabeza de una dictadura de más de 33 años, primero gobernando Yemen del Norte y luego de la unificación de 1990, toda la república de Yemen. Saleh fue un estrecho aliado de Estados Unidos y de la vecina monarquía de Arabia Saudita y prestó su territorio para la instalación de bases militares como parte de la “guerra contra el terrorismo” de Bush y Obama.

Aun así frente a la situación de inestabilidad que se generó durante 2011, Estados Unidos y las monarquías del golfo presionaron por su salida asumiendo el poder su vicepresidente, Mansur Hadi. Hadi mantuvo lo esencial de las políticas de Saleh, incluida la subordinación política al imperialismo norteamericano, y no pudo desactivar el descontento que continuó hasta fines del año pasado cuando los huties junto a un sector que había desertado del Ejercito tomaron la capital, Saná, obligando a Hadi a presentar su dimisión.

El conflicto en Yemen se agravó el pasado febrero cuando Hadi huyó a Adén donde se retractó de la dimisión que había presentado un mes antes, y donde anunció que continuaba siendo el presidente legítimo del país, en oposición a lo dictado por los huties, que en ese momento estaban estableciendo nuevas instituciones para llenar el vacío de poder.

La actual crisis en la que está sumido el país será abordada este jueves por los jefes de la diplomacia de los países de la Liga Árabe, que se reúnen en la ciudad egipcia de Sharm al Sheij, para preparar la cumbre de jefes de Estado del próximo sábado.

Arabia Saudita presiona por una intervención agitando el fantasma de la supuesta presencia de Irán detrás de los huties, y estaría enviando artillería a la frontera con Yemen. Estados Unidos por su parte advirtió a los rebeldes que detengan su avance y negocien con Hadi.

La injerencia norteamericana y de Arabia Saudita puede terminar arrastrando a Yemen a un escenario similar al de Libia, dividiendo al país y exacerbando aún más los conflictos tribales, en un terreno sobre el que, a la ya instalada presencia de Al Qaeda, se le acaba de sumar la del Estado Islámico (ambos sunnitas) que se adjudicó los atentados de la semana pasada en mezquitas de Saná contra chiitas huties.

Claves de Yemen

• 23,8 millones de personas viven en el país más pobre del mundo árabe.

• 50% de la población vive debajo de la línea de pobreza y un tercio sufre de hambre crónica.

• 54% es analfabeto.

• 35% de la población está desocupada.

Fuente: EFE


Juan Andrés Gallardo

Editor de la sección internacional de La Izquierda Diario

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