Rubén Urbano fue reelecto al frente de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) Córdoba superando a su ex secretario adjunto Héctor Saavedra por unos 900 votos.
Domingo 25 de septiembre de 2016 12:43
El titular de la UOM sumó 1912 votos contra 1015 de Saavedra, de la lista Verde, lo que en su conjunto representa cerca del 33% del padrón total habilitado para votar, unos 9000 metalúrgicos.
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Si bien el porcentaje de votantes y el caudal de votos de Urbano en relación a la elección del 2012 creció, el numero sigue siendo bajo y expresa dos problemas en la conducción de este gremio: por un lado una crisis de representación que se abrió en el gremio a partir del 2009, año en que una marcha de 4000 metalúrgicos terminó con incidentes en la sede gremial, con una golpiza al secretario general de ese momento, Augusto Varas. Luego fue el apedreo e intento de incendio de la sede gremial por un sector importante de los movilizados. Si bien el proceso se dio en forma de estallido sin desarrollo de organizaciones de base que fueran alternativa a la dirección del gremio, lo cierto es que desde ese momento la conducción no ha conseguido afirmarse en esta rama de suma importancia para los trabajadores cordobeses.
En su momento, Varas debió renunciar al cargo de legislador que había obtenido con Luis Juez por denuncias de corrupción y al poco tiempo su secretario adjunto Rubén Urbano iniciaba otras denuncias hacia el interior del gremio, lanzándose, a su vez, como candidato opositor a sucederlo. En el 2012 la lista que lideraba el actual conductor de UOM ganó por una diferencia de 110 votos, con poco más de 1500 votantes a su favor. Urbano y su Secretario Adjunto Saavedra se hacían con el destino de los 13 mil metalúrgicos que, por aquel entonces conformaban la UOM Córdoba. El ex secretario general Augusto varas, y con él su agrupación, desaparecían de la escena sindical de Córdoba. En este trayecto se dieron luchas importantes como la de Valeo, recambios de delegados y fenómenos de resistencia variados que aún siguen en curso.
El mismo camino que su mentor inició Saavedra hace un tiempo, separándose de la conducción de Urbano y presentando una lista propia para disputar la conducción del gremio. La repetición del proceso de un Secretario Adjunto alejándose de la conducción y mostrándose como un recambio es muy obvia pero no es por casualidad. Es el método que utiliza la burocracia para mostrar "algo nuevo" y tratar de contener la bronca por lo bajo, ante los despidos, las suspensiones, bajos salarios, etc.
El otro aspecto de la baja proporción de votantes es el método proscriptivo y fraudulento que las conducciones de la UOM practican desde que se tiene memoria. En estas elecciones las 32 urnas móviles para que los afiliados votasen en sus fábricas sólo fueron puestas a disposición el lunes y en algunos casos sólo hasta el mediodía. El resto de los días los metalúrgicos que desearan votar debían trasladarse hacia la sede gremial. La conducción, al mejor estilo punteril, puso vehículos a disposición solo de "sus votantes". Además, si sumamos los centenares (quizá miles) de contratados que ni siquiera entran en el padrón de afiliados la suma de los proscritos se vuelve escandalosa. Mención aparte merece la maniobra de colocar sobres finos, que traslucían el voto, para marcar a quienes no votarán a la conducción.
La oposición, por su parte, que realizó una campaña prácticamente en el mismo tono que la conducción, no opuso ninguna resistencia a este método del cual es parte.
Recordemos que Saavedra fue adjunto de Urbano cuando en el 2012 se enfrentaron a Varas. A fin de cuentas los 6 mil metalúrgicos (sin contar el sector de contratados) que no votaron en esta elección son una muestra de que ni conducción, ni oposición, consiguen entusiasmar a la mayoría de los metalúrgicos de Córdoba.
"La Vandor": impotencia electoral y autocrítica cero
En su Facebook oficial la agrupación opositora "La Vandor" lista verde, dejó correr en un post su malestar por la derrota. En el mismo, sin plantear autocrítica alguna de por qué no consiguieron la suma de votos para hacerse de la conducción, hacen recaer el motivo de su derrota en un supuesto atraso de la base votante.
Una especie de "auto traición" de los obreros metalúrgicos en numerosas empresas que vendieron su voto a Urbano por una suma de dinero. Dicen: "Es triste la derrota. Pero más triste es saber que uno igual que vos, con tus mismas necesidades se venda por un par de pesos. No sólo se vende él sino que también a su familia. Lamentable ver y escuchar a trabajadores de una empresa de 30 empleados decepcionada por el gremio y que pierda la lista verde 30 a 0. Y así en varias".
La decepción sindical por la derrota termina transformándose así en una desconfianza hacia los trabajadores, sin dar cuenta que si los mismos no acompañaron con el voto, quizá se debió a la campaña misma de La Vandor, donde las propuestas en torno al salario, a la defensa de los puestos de trabajo, contra las suspensiones y despidos le cedieron su lugar a una promesa de "mejor gestión del gremio, la obra social y los camping".
La poca confianza en los trabajadores y la excesiva confianza en que un Secretario Adjunto por su puesto en el gremio, sus "buenos contactos" entre los que está Antonio Caló y el gobernador del PJ en Salta Urtubey, eran suficientes para ganar, los llevó a esta derrota.
La Vandor realizó una campaña que tuvo a la cabeza de su lista a quien fuera socio del mismo Urbano durante mucho tiempo y depositó la expectativa en la denuncia por arriba en vez de la organización por abajo. Por ejemplo llamando a asambleas, denunciando las maniobras proscriptivas y fraudulentas, proponiendo un programa para enfrentar el ajuste en curso que sufrimos los metalúrgicos.
Ninguna de estas cuestiones fueron el objetivo de La Vandor, sumado a que la dudosa figura de Saavedra no logró convencer a los metalúrgicos de que en él se expresaba el cambio. Los años de experiencia que llevan los trabajadores escuchando promesas vacías los llevaron a darle la espalda a ambas listas, de ahí el motivo de la derrota.
Urbano, la reelección le da un respiro pero no es un cheque en blanco
Lejos de haber conseguido un cheque en blanco para continuar y avanzar con la tregua, como parte de una ubicación nacional del sindicalismo, el urbanismo se enfrenta a un período donde las patronales exigen un ajuste mayor y las bases una disposición a resistir. Por otro lado, el leve fortalecimiento que significó derrotar a su adversario, no resuelve el problema de que cerca del 70% de los trabajadores no votaron por su lista. Por el contrario, la inestabilidad económica en estas condiciones pone en peligro inmediato este corto momento de fortaleza de Urbano. Esto explica que en algunos círculos del sindicalismo cordobés se lo mencione para presidir una unificación de la CGT en Córdoba, como forma de apuntalar la contención de esta rama estratégica de la producción en la provincia.
Es una preocupación constante de las patronales, que en el período que se abre es probable que combinen ataques directos a los trabajadores con maniobras para recibir "ayuda" fiscal y subsidios del Gobierno. Así lo expresaba Isabel Martínez, titular de la Cámara de Metalúrgicos, dando cuenta de la situación de la rama.
La patronal de Montich ya lanzó esa línea semanas atrás promoviendo un lock out patronal en busca de Repros al salario. Por eso no es casualidad que Luis Kempa de el diario La Voz mencione la preferencia de las patronales para que Urbano presida el gremio, sobre todo teniendo en cuenta estos aspectos de la relación de fuerzas que vuelven a los trabajadores metalúrgicos un eslabón débil en el plan de ajuste patronal.
Organizarnos desde las bases para enfrentar el ajuste
El pasado 31 de agosto en un acto por el día de la industria la presidenta de la cámara de metalúrgicos, Isabel Martínez, aseguró que actualmente hay un excedente del 25% de los empleos en el sector y que, si no se implementan medidas, se viene una crisis del sector. En la misma reunión, con funcionarios del gobierno nacional y provincial dieron cuenta de que en la provincia ya son 60 las empresas que están en procedimiento preventivo de crisis, la mayoría de ellas del sector autopartista.
Esta clara amenaza no fue mencionada en ninguna de las campañas de las listas que se enfrentaron esta semana. Resulta evidente que ninguna se proponía como una conducción que dé una salida al problema de la inestabilidad laboral que se vive en la UOM, con despidos de contratados y suspensiones generalizadas en la mayoría del sector.
Por eso nuestro grito de guerra debe ser No sobra Nadie! si tocan a uno nos tocan a todos, y desarrollar una gran campaña en defensa de los puestos de trabajo y contra las suspensiones que llegue a los miles de trabajadores que dieron la espalda a Urbano en esta elección.
Un plan para enfrentar despidos y suspensiones tiene que ser impuesto desde las bases, llamando a asambleas donde sea posible, y discutiendo los problemas de los metalúrgicos como la reapertura de paritarias, entre otros.
Los metalúrgicos del PTS/FIT nos ponemos a la cabeza de esta campaña y en la organización de la agrupación Lucha Metalúrgica para pelear por nuestros derechos al interior de las fábricas de UOM.