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UNGS. El Consejo Superior se prepara para votar un presupuesto a la medida de Milei

Luego de un año de intensa lucha educativa en defensa de la universidad pública, se vuelve a discutir el Presupuesto para las Universidades Nacionales. Milei no da el brazo a torcer y pretende profundizar el ajuste a la educación pública en el próximo año. La gestión peronista de la Universidad de General Sarmiento, como parte del CIN, elaboró un proyecto que apenas garantiza el funcionamiento y quiere votarlo a espaldas de los estudiantes y la comunidad.

Martes 17 de diciembre de 2024

En la próxima sesión del Consejo Superior (CS) de la Universidad Nacional de General Sarmiento (UNGS), se tratará como orden del día 18 de diciembre, el Proyecto de Resolución 9144/24 aprobado por la Comisión de Presupuesto. Este proyecto es elaborado junto a un Plan Anual de Actividades, y corre por cuenta del Poder Ejecutivo de la Universidad, es decir, de la Rectora Flavia Terigi. Este presupuesto está hecho a la medida de Milei, consolidando el ajuste de este año: no se propone recuperar nada de lo perdido. Las enormes movilizaciones mostraron que hay una gran fuerza para pelear por la educación y contra todo el plan de Milei.

Esta votación no puede verse por fuera de una situación más general. Venimos de un año de intensa lucha en las calles en defensa de la Universidad Pública, la “universidad de lxs trabajadores”, proceso del cual la UNGS fue parte, junto con la Asamblea Interclaustro. Sin embargo, la gestión le da la espalda a la lucha educativa de este año por aumento presupuestario, y quieren aprobarlo entre cuatro paredes.

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La rebelión educativa fue desactivada por las direcciones sindicales, como el Frente Sindical Docente, al igual que el Consejo Interuniversitario Nacional (CIN), que en pleno auge de tomas y asambleas masivas, no convocaron a una Tercera Marcha Federal Educativa. Hasta el Presidente del CIN dijo que las tomas no servían para nada, agregando: “lamentablemente le hicimos pagar el ajuste a las y los docentes (y no docentes) de las universidades”. Este mismo organismo fue el que alentó a que la “pelea” por el aumento de presupuesto tenía que darse en el Congreso, cuando se tratase la Ley de Presupuesto 2025. El Centro de Estudiantes, El Puente y FUNyP, no convocaron a Asambleas para debatir y organizarnos, no participaron de las asambleas de 400 estudiantes ni impulsaron las tomas, y el día del veto a la Ley de Financiamiento Educativo llamaron a verlo por televisión.

El presupuesto que presenta el Rectorado y la Gestión de la UNGS, en palabras del Secretario de Finanzas, pretende recuperar algunas de las políticas que antes la universidad sostenía y que tuvo que dejar de financiar. Pero esto esconde una trampa, y la realidad es que apenas alcanza para el funcionamiento y consolida el ajuste de este año. Lejos quedó la épica de los Rectores (CIN) de defensa de la universidad pública, hoy adoptan la máxima con la que asumió Milei: “no hay plata”. Las gestiones peronistas y radicales reproducen el ajuste del Gobierno en las universidades, como lo vienen haciendo desde hace años.

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Llamamos a toda la Comunidad educativa, a quienes fueron parte de la pelea en defensa de la universidad pública a través de las tomas, las clases públicas y las movilizaciones, a rechazar este presupuesto el día que se trate en el Consejo Superior, con una concentración en la misma para hacer oír nuestra voz (miércoles 18, a las 14hs. Sala Polivalente del Multiespacio - 1° Piso). Convocamos a las fuerzas independientes y de izquierda que forman parte del Consejo y tienen una banca en representación de los claustros, a no votar por este proyecto.

Un presupuesto a la medida de Milei

Las universidades públicas aún no cuentan con asignación de presupuesto, al igual que todas las dependencias y áreas del Estado, ya que el congreso no trató la Ley de Presupuesto 2025, y no se convocaron a reuniones extraordinarias para tratarla en el verano. La Ley está virtualmente caída. Esto significa que, otro año más, se prorrogaría el presupuesto 2023 enormemente atrasado, lo que le permitiría al ejecutivo tener total discrecionalidad sobre las partidas destinadas a las universidades. En ese proyecto el Gobierno destina una suma muy por debajo de lo que solicitó el CIN: apenas 3.9 millones de pesos, sobre los 7.2 millones que pidieron para funcionar durante el próximo año.

El proyecto que presentó el Rectorado alcanzaría sólamente para mantener el funcionamiento tal cual está de la universidad. Siendo que venimos de un año de un brutal ajuste, que llevó a paralizar obras, a congelar la cantidad de becas que la universidad otorga; con montos muy por detrás de la inflación, a cerrar los talleres gratuitos del CCUNGS, a limitar la inscripción a las materias, a desfinanciar la investigación, a terminar con los posgrados gratuitos para graduadxs de UNGS, etc.

Este presupuesto contiene un aumento del 100% en relación a lo solicitado para este año, pero con una inflación acumulada hasta noviembre del 112%. Para su elaboración se utiliza el presupuesto base 2024, replicando los mismos montos para todas las áreas, y se proyectan incrementales sobre esa base para el próximo año. Siendo que, entre 2023 y 2024 el recorte fue del 30%. Es decir que no pretende recuperar nada de lo perdido en estos años y se consolida lo recortado por Milei.

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La propia gestión reconoce que ellos no podrían defender este presupuesto, porque no es lo que quisieran, pero que “es algo que el Gobierno podría llegar a ejecutar” y sirve como “una hoja de ruta” para saber cómo proceder el próximo año. Al mismo tiempo reconocen que deberán adecuarlo acorde a las partidas que les bajen y discutir qué áreas se priorizará frente a otras. En palabras del Secretario de Finanzas, Pablo Toledo, en reuniones de Comisión.

Para solo mencionar algunos ejemplos concretos, aunque sobre la hipotética base de un escenario que no hay certezas que así fuera, este presupuesto “intenta recuperar políticas pérdidas este año”, cómo los viajes de estudios o las políticas de género (la diplomatura fue arancelada) ya que las partidas este año no fueron ejecutadas. Así, se proyectan incrementales para ambos proyectos de apenas $1.500.000, montos totalmente insignificantes, que no alcanzan ni siquiera para costear los gastos de 1 (un) micro de larga distancia para un viaje de estudio, siendo el mismo monto que en 2019 y la misma partida que para el desarrollo del WiFi en el Campus. Un intento de barniz progresista para tapar el ajuste de fondo y administrar las migajas que destine Milei.

Otra área preocupante es el de las Becas de Estudiantes y Graduados, que actualmente alcanza a apenas 1.100 personas. Siendo solamente los estudiantes activos unos 15.000 (sin contar graduados). Esta partida en el presupuesto base se encuentra congelada, no aumenta ni una sola beca, ni tampoco el monto destinado a las mismas. Se proyecta la posibilidad de un aumento del 40% para el próximo año (si al gobierno se le ablanda el corazón). Las becas tienen un monto promedio de $20.000 pesos mensuales, como es el caso de las Becas Cohorte Cursantes. Esto es importantísimo para una universidad donde el 80% de los estudiantes son trabajadores, y que tiene niveles de deserción por encima del 40%.

Mientras que la apertura de comisiones y la ampliación de la oferta académica quedan también relegadas: se sostiene el presupuesto de 2024, y se proyecta un incremento de 20 millones de pesos. Este año, además de los cupos de inscripción de estudiantes por materias, también se limitó a 2 la cantidad de materias a las que podemos anotarnos en primera vuelta.

Estos son algunos ejemplos que demuestran que la estrategia del CIN y los Frentes Sindicales Docentes, de esperar al presupuesto 2025 y no convocar a una tercera Marcha Federal Educativa fue una maniobra para desactivar la lucha y la rebelión educativa, para transar con el gobierno algún acuerdo sin que nada se salga de control, como hicieron con el aumento insuficiente del 270% para gastos de funcionamiento en el primer semestre, abandonando la lucha por los salarios docentes y no-docentes que perdieron un 50% este año (según la Conadu Histórica).

Llegado el momento de dar la pelea, la Gestión llama a aceptar un presupuesto universitario que “saben que el gobierno puede ejecutar”, y no pedir cosas que no pueden ser reales, como dijo el Secretario de Finanzas en la Comisión. Adoptan así la máxima de Milei: “no hay plata”. Mientras se sigue destinando cada vez más recursos del PBI al pago de intereses de la deuda externa y al FMI, se beneficia a los especuladores con la bicicleta financiera, y se transfieren enormes recursos desde la clase trabajadora a la clase capitalista y grandes empresarios.

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Un plan contra las universidades nacionales y el rol del peronismo

El Gobierno de Milei tiene el objetivo de avanzar contra las universidades públicas, desfinanciando lo más que se pueda éstas instituciones, degradando la calidad educativa y limitándolas a su funcionamiento mínimo, donde sólo puedan acceder quienes tienen los recursos económicos para sostenerse, expulsando cada vez más a la clase trabajadora. Abriendo las puertas a una profundización de la mercantilización del conocimiento, con todo tipo de convenios con empresas, y la injerencia del mercado en la orientación de las carreras.

El ahogo presupuestario del gobierno va a continuar el próximo año, y será aún mayor que el actual. El Secretario de Finanzas planteó que no se sabe cuál va a ser la partida en enero de 2025, esto pone en peligro el funcionamiento de la universidad y también los salarios de docentes y no docentes. Vamos a un año donde el conflicto por el presupuesto universitario puede reabrirse, pero con la experiencia de lucha que hicimos este año donde nos fortalecimos, retomamos métodos de organizaciones históricas como las Asambleas, las clases públicas y tomas de las universidades, y se vió la enorme fuerza que tenemos para resistir los ataques.

Los rectores, al igual que la Gestión de la UNGS, llamaron a confíar en el congreso cuando este año estuvo cruzado por los acuerdos chanchos entre los “radicales con peluca” y los peronistas que se vendieron (como el Senador Kueider), para vetar leyes cómo la Ley de Financiamiento Educativo y el aumento a las jubilaciones, o aprobar leyes nefastas como la Ley de Bases. Sin la ayuda de la “oposición” el gobierno no habría podido aprobar ni vetar ninguna ley, ya que tiene minoría en ambas cámaras.

Unión por la Patria no sólo negoció estas leyes, también se encuentra negociando la modificación de la Ley electoral, un avance político del gobierno para proscribir las fuerzas minoritarias y a la izquierda, e imponer un régimen más antidemocrático a cambio de la Ley de Ficha Limpia, que busca proscribir a Cristina Fernández de Kirchner, hoy actual presidenta del PJ Nacional.

El Centro de Estudiantes, dirigido por la agrupación del PJ Municipal de Nardini El Puente, junto al FUNyP (agrupación histórica de la gestión) también fue parte de este engranaje. En ningún momento apostó a la organización desde abajo con asambleas, y se integró, dándole la espalda a los estudiantes que se autoorganizan en la Asamblea Interclaustro, a un frente común con los sindicatos de la universidad y la propia gestión, llevando la lucha por canales paralelos a la autoorganización que surgió desde abajo.

El peronismo a nivel nacional muestra que no es ninguna alternativa de resistencia frente al ajuste de Milei y del Fondo Monetario Internacional, y están colaborando y administrando el ajuste. En cada lugar donde tienen un rol de dirección no se juegan a desarrollar la lucha consecuentemente, transan en el congreso y se venden por cargos o coimas, y las direcciones sindicales, como la CGT y las CTA’s no llevan adelante un plan de lucha acorde a los ataques que se dieron durante el primer año del gobierno.

Si queremos defender la universidad y nuestros derechos, tenemos que construir una fuerza política independiente de las burocracias, del peronismo y del radicalismo, que pelee consecuentemente para que la crisis no la paguen las y los trabajadores y el pueblo.

Nuestros derechos no se transan...

Desde En Clave Roja que ocupamos una banca en el consejo superior por el claustro estudiantil del ICI con nuestro compañero Jairo Fernandez, llamamos desde este espacio a toda la comunidad universitaria, estudiantes, graduados, docentes y no docentes a concentrarnos en la sesión del consejo superior el miércoles 18 a las 14 horas a repudiar el presupuesto de ajuste que se prepara para el año entrante, denunciamos a la conducción del centro de estudiantes, El Puente y el FUNyP quienes tienen mayoría de representantes estudiantiles en el consejo que aún no han expresado ningún posicionamiento.

Convocamos a todas las agrupaciones independientes y de izquierda que ocupan bancas en el consejo superior, muchas de ellos con quienes hemos compartido espacio de lucha y organización como en la Asamblea Interclaustro, al Yunque y el Ya Basta con quienes compartimos el Frente de Estudiantes de Izquierda (FEI), a Independientes UNGS, el espacio de Graduades al Frente, etc. Consideramos importante conformar un bloque en el consejo que exprese la voz de la comunidad educativa en defensa de la universidad pública, y que se posicione contra el presupuesto de ajuste que busca imponer el gobierno de Milei y que la gestión de la UNGS reproduce.

En este año de gobierno de Milei se inició una resistencia desde abajo de la cual el conjunto de la comunidad universitaria y en especial el movimiento estudiantil tomó en sus manos la organización para enfrentar el ajuste, como balance nos queda que el camino es la lucha en las calles y la coordinación. El próximo viernes 20 de Diciembre nos convocamos a plazo de Mayo, junto al movimiento de jubilades, el sindicalismo combativo, organismos de derechos humanos, mujeres y disidencias, asambleas populares y la izquierda en la perspectiva de pelear por un plan de lucha para derrotar a Milei y anular la corrupta ley de Bases.

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