13 mil trabajadores de la empresa estatal de energía Neyveli Lignite Corporation (NLC) empezaron una huelga por tiempo indeterminado en el estado de Tamil Nadu, India. La huelga comenzó el 3/9 en reclamo de la efectivización de los trabajadores contratados y por aumento salarial. Esta lucha se suma a otros conflictos que recorren el país al mismo tiempo que el gobierno anuncia una reforma laboral neoliberal que ya genera resistencia.
Viernes 12 de septiembre de 2014
La huelga fue convocada por el Joint Action Council una coalición que agrupa a nueve sindicatos de trabajadores contratados de NLC. El pasado 8/9 se realizó una reunión entre la gerencia de NLC, el Departamento de Trabajo y los representantes de los trabajadores que no arribó a ningún acuerdo. Mientras, la empresa logró que la Corte Suprema de Madras llame a los trabajadores a volver a sus puestos laborales. Sin embargo los trabajadores, que representan la mitad del personal de NLC, se negaron y reafirmaron su voluntad de seguir la lucha. Se convocó a un nuevo encuentro tripartito para el 11/9. El 10/9 los trabajadores efectivos de NLC afiliados a las centrales sindicales mayoritarias CITU, AITUC, INTUC y BMS hicieron asambleas manifestando su apoyo a la medida a pesar de que sus dirigentes no los convocaron a parar en apoyo a esta gran lucha.
La lucha de los trabajadores contratados de NLC es un gran ejemplo en momentos en que el gobierno de Narendra Modi (electo en mayo de este año) lleva adelante una política neoliberal de ataque a los trabajadores y el pueblo. Modi está demostrando que sus intereses responden a los deseos del imperialismo y del capital concentrado. Por un lado apuesta a una alianza estratégica con Japón, sellada por el Primer Ministro en su reciente gira por ese país. Esa alianza consta de la inversión de capital japonés por $ 33,5 mil millones para modernizar la infraestructura económica de la India para atraer los capitales, la colaboración en el área de energía atómica y la compra de armamento a Japón. Este acuerdo estratégico atiende a su vez al interés de EE.UU. de cercar a China. La otra pata de esta política es un ataque sobre las condiciones de vida de la clase obrera y el pueblo pobre indio, que comienza con el impulso de una reforma laboral salvaje que busca destruir los derechos de los trabajadores en beneficio de las ganancias de los capitalistas.
La reforma laboral presentada por el partido BJP de Modi propone, entre otras medidas, facilidades para que los patrones contraten personal y despidan según sus necesidades, además de aumentar las horas de trabajo semanales de 50 a 100, aumentando la superexplotación de la clase obrera india. Varios sindicatos ya se han opuesto a las medidas y plantean llevar adelante acciones conjuntas para detener su aprobación. Para el 15/9 se convocó un Congreso Nacional de Trabajadores en Nueva Delhi para discutir cómo enfrentar esta reforma.
Los trabajadores contratados de NLC son la punta del iceberg de un amplio proceso que está recorriendo a la clase trabajadora india mediante luchas que recorren todo el país. Los tres días de trabajo a reglamento que van a realizar los 350 mil trabajadores del carbón para mediados de septiembre contra las privatizaciones en el sector, la huelga de los 15 mil guardaparques por aumento salarial y efectivización de los trabajadores, la marcha de los miles de trabajadores de las plantaciones de té que reclaman aumento de salario mínimo y la apertura de plantaciones cerradas, entre otros sectores de trabajadores están mostrando que existe una resistencia creciente a la aplicación de los planes abiertamente neoliberales que socaban las condiciones de vida de millones de trabajadores indios.