Se Tenía Que Decir.Mujeres negras y su lucha contra la esclavitud
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Este sábado próximo se conmemora el Día Internacional de las Mujeres Negras de América Latina y el Caribe, fechan que surgió como idea en el Primer Encuentro de Mujeres Latinoamericanas del Caribe de 1992. Vamos a aprovechar la fecha para compartir historias de mujeres luchadoras negras que desde hace siglos son silenciadas, a pesar de que son experiencias centrales que nutren la historia de nuestra América.
25J: Día Internacional de las Mujeres negras, afrolatinoamericanas, caribeñas y de la diáspora #STQD - YouTube
Vamos a transportarnos a Brasil, uno de los países más golpeados hoy por la pandemia donde la población negra tiene más muertes por covid-19 porque son los que viven vidas más precarias. En particular las mujeres. Y por qué nos vamos a Brasil??, porque allí desde 2014 esta fecha, 25 de julio, marca el Día Nacional de Tereza en Benguela, una líder “quilombola” del siglo XVIII que ayudó a las comunidades negras e indígenas a resistir la esclavitud. Atención acá, nosotros usamos el término quilombo como algo negativo, ¿no? Su uso viene del lunfardo en nuestra región y carga una connotación negativa hacia los esclavos negros. Los quilombos no eran un ejemplo de desorden, sino todo lo contrario: se trataba de comunidades organizadas, donde se vivía en libertad.
Para poner en contexto. A Brasil llegaron más de 15 millones de hombres y mujeres provenientes de África, de donde eran arrancados para que sirvieran como mano de obra esclava. Esto sucedió durante cientos de años en el período colonial, cuando Brasil era colonia portuguesa.
Los esclavos no eran considerados seres humanos. Por eso, con el tiempo se fueron organizando los quilombos, había cientos en el territorio que hoy conocemos como Brasil, y eran una de las formas más importantes de resistencia en el campo contra el dominio de la élite blanca y contra la esclavitud. Eran espacios comunitarios de organización de la producción agrícola, sustentables y por esto muchas veces hasta se consideraron un problema económico para los portugueses. Por eso hoy vamos a hablar de las líderes quilombolas, mujeres que fueron líderes de la resistencia de los negros contra la esclavitud.
La mayoría de ellas vivieron entre el siglo XVII y el siglo XVIII, mucho antes de que se declarara la Independencia y con ella el fin de la esclavitud.
Aqualtune fue conocida por su fortaleza y su espíritu revolucionario. Es uno de los principales símbolos de la resistencia quilombola porque ya llegó a Brasil con experiencia, había luchado en defensa de su pueblo con el Congo, África, donde era princesa y estuvo al mando de un ejército de 10 mil hombres para luchar contra las fuerzas angoleñas y portuguesas por el control del territorio. Tiempo después fue capturada y tomada como esclava. Su desembarco fue en el puerto de Recife, sobre la costa atlántica. Allí la vendieron como esclava reproductora. Fue violada y violada sistemáticamente para generar niños negros para ser vendidos como esclavos, una práctica muy común con varias mujeres negras durante los años de esclavitud.
A mediados del 1600 se sumó a un quilombo en la región de las montañas de Pernambuco, conocido como Palmares. Ella misma organizó un grupo grande de esclavos para sumarse y así huir de la esclavitud. No está claro cómo murió, pero sí que su historia de lucha y resistencia se destaca como un ejemplo de lo que la fuerza negra y femenina es capaz de hacer.
Unos años después, en la misma región, nos encontramos con Dandara, una gran guerrera que, junto a su esposo Zumbi, dirigió el Quilombo dos Palmares en la lucha contra las invasiones de las expediciones de portugueses que buscaban profundizar la colonización.
Con otras mujeres negras, desempeñó un papel clave en la siembra de alimentos, la producción de harina de yuca y el cuidado de niños y ancianos. Pero sus actividades no se limitaron a estas tareas: también se dedicó a cazar y llevar armas, liderando militarmente a las mujeres que formaban parte del ejército negro palmarino. Ella se negó siempre a pactar con los colonizadores y buscó extender la experiencia de organización de Palmares por toda la región. Dicen que, bajo el liderazgo de Dandara, Palmares estaba aumentando su fuerza e influencia, generando odio entre los portugueses. El deseo de liberar a hombres y mujeres negros era tan grande que entre sus planes estaba el de atacar la capital de la colonia, Recife.
El quilombo de Palmares se prolongó por más de cien años. Para 1694, un expedición portuguesa buscó destruirlo. La lucha duró varios días hasta el enfrentamiento final en la entonces capital del quilombo. Después de una dura batalla, las tropas de São Paulo arrinconan a los palmaristas. Dandara resistió todo lo que pudo y no está claro pero una de las versiones indica que decidió arrojarse al vacío, antes de ser esclavizada y torturada por sus enemigos.
De estas experiencias aprendió Tereza de Benguela, quien vivía en el estado de Mato Grosso, cerca del Amazonas y ahí dirigía el Quilombo del Quariteré al cual pertenecían más de trescientas personas procedentes de África y otros tantos que habían escapado de sus amos, buscando su libertad. Una de las características centrales de Tereza fue su capacidad para dirigir económicamente el quilombo y organizar su comunidad. Plantaban algodón y con eso producían tejidos, además cosechaban maíz, frijoles, mandioca y plátano. De esta manera podían subsistir y además generar intercambio de sus productos y así fortalecer su comunidad. Esto hizo que los colonos portugueses la tuvieran en la mira. Entonces Tereza organizó un parlamento y un sistema de defensa para garantizar la seguridad del quilombo.
A mediados de la década de 1770, el Quilombo de Tereza fue destruido por las fuerzas del entonces gobernador de la capitanía. Algunas crónicas señalan que Tereza fue encarcelada, otras que fue muerta de manera brutal, decapitada y expuesto su cuerpo para amedrentar a futuras rebeldes.
Las rebeliones de los esclavos negros y la experiencia de los quilombos en Brasil tienen un peso enorme en la historia. Como dijo el periodista trotskista James: “el único lugar donde los negros no se rebelaron fue en los libros de los historiadores capitalistas” y ni hablar si se trata de la vida de las mujeres negras y luchadoras.
¿Por qué a pesar del paso del tiempo y las conquistas logradas las mujeres negras siguen siendo las más oprimidas y explotadas?
Porque el sistema capitalista es cada vez más depredador. La existencia de clases sociales donde la mayoría no tiene nada y una ultra minoría tiene todo, necesita dividir a esa mayoría para que no se unifique ni se organice, y para garantizar que siga trabajando para el beneficio de la minoría. Es muy claro esto en la crisis que atravesamos. Mujeres y varones; nativos e inmigrantes; blancos y negros. Una división impuesta a lo largo de la historia que muestra que la forma en que la división del trabajo moldeó la cuestión de “raza” y género es lo que constituye las raíces de la desigualdad social, que además , como sabemos, no conoce fronteras.
Voy a dejarles las siguientes palabras de la poetisa Carolina Maria de Jesus que nació por la década del 20 y vivió en una favela de Mina Gerais y sufrió toda la discriminación por ser mujer, negra y pobre. Escribió en 1960: “La vida es como un libro. Solo después de leerlo, sabemos lo que contiene. Y es cuando estamos al final de la vida que sabemos cómo fue nuestra vida. El mío, hasta ahora, ha sido negro. El negro es mi piel. El negro es donde vivo”.