Publicamos un video con la lectura de Berger de sus "Ocho poemas de la emigración", una traducción de María Luisa Martínez Passarge y Ramón Vera Herrera. Y un comentario sobre los poemas.
Domingo 19 de febrero de 2017
Podría decirse que el exilio es una pausa. Un momento que se considera transitorio en la historia de los sujetos que lo viven, lo padecen, lo eligen o se ven obligados por las circunstancias a hacerlo. Esa pausa que aunque se espere -en el sentido en el que el deseo se convierte en esperanza- “despausar”, muchas veces es inevitable que se transforme en permanente y se vuelva nada más que una huída hacia adelante. Pero el futuro del exiliado no está basado más que en el pasado que acumula el destierro, la añoranza de la tierra, o la patria que a menudo se vuelve metonímicamente el hogar, la pertenencia. El despojo del origen y un camino de regreso siempre regateado.
La historia de la humanidad está plagada de exilios que se han transformado en un antes y un después para sociedades enteras. Generaciones que se fueron y que nunca más completamente van a volver. Al menos no como se fueron. Es un hueco, un vacío que deviene parteaguas de sociedades enteras y que modifica irreversiblemente las subjetividades individuales o colectivas de aquellos que lo llevan adelante.
El exilio no puede sino hacernos pensar en la inmigración, en la persecución política, en la guerra, en los regímenes totalitarios o dictatoriales, todo aquello que se aloja en la memoria del viaje. Que, en una situación mundial tan convulsa como la actual nos obliga a tomar como referente inmediato la crisis migratoria que está sufriendo Europa y Medio Oriente. La imagen de Aylan y su cuerpo muerto, inocente, tendido en esa playa, es la expresión reciente más brutal de aquellos que eligen partir en busca de un futuro mejor y se topan con la barbarie capitalista y la desidia de sus gobiernos.
Algo de todo esto escribe Berger en sus poemas sobre el exilio y la inmigración, dos temas que ocuparon particularmente al escritor, que se encargó de ser él mismo un narrador de su propio presente con la mirada siempre detenida sobre aquellos “otros” que por anónimos no son considerados material de las historias por contar. Sobre ellos dijo alguna vez: “es que si uno no lo pone en palabras, se corre el riesgo de que quede silenciado, oculto”.
Por esto, amerita su reproducción y aquí debajo los compartimos. Veremos como Berger a lo largo de los poemas va describiendo en clave poética aquello que el exiliado o el inmigrante vive, aquello que lo motoriza hacia el futuro, que aunque lo sufre, no se estanca. Hombres y mujeres que aunque signadas por el despojo, convierten su imaginario en algo transformador.
Publicamos un video con la lectura de John Berger en inglés de sus "Ocho poemas de la emigración". El video fue realizado por Círculo de Bellas Artes de Madrid y la traducción al castellano publicada en La Jornada de México.
Berger "8 Poemas de Emigración" by Elitur Eli on Scribd
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Lucía Battista Lo Bianco
Es Profesora en Letras por la Universidad de Buenos Aires y actualmente investiga sobre temas de literatura Latinoamericana. Es militante del PTS.