La intransigencia de las autoridades ha extendido la movilización feminista que va a cumplir 100 días en la universidad de Playa Ancha. En la última negociación según representantes de la mesa interina de la UPLA “el rector tiró las respuestas, se paró y se fue”. Cerrando así todo dialogo con el movimiento de mujeres y feministas que se han venido organizando por sus demandas.
Miércoles 15 de agosto de 2018
Las demandas
Entre sus demandas los y las estudiantes reclaman contra el cierre de la jornada vespertina, situación que dejara a mujeres trabajadores muchas de ellas madres, sin la posibilidad de estudiar. ¿Así buscan fortalecer la educación pública las autoridades? Frente a esta situación el rector propuso la reunión de un consejo académico para tratar el tema sin comprometerse con una respuesta clara frente a la problemática. Dentro de las negociaciones las autoridades mencionaron que la jornada vespertina no sería rentable por la tendencia en alza de puntajes que impactarían en la matricula. Avalando criterios de mercado que terminan privando del derecho a la educación a los y las estudiantes que son trabajadoras y que encuentran en la UPLA una de las únicas opciones para estudiar carreras pedagógicas con esta modalidad.
Otros puntos relevantes del petitorio tienen relación con la resolución de casos de abuso de poder y acoso (por ambiente sexista y razón de sexo), relacionado con altos cargos de la jerarquía académica. En particular contra un docente de la facultad de educación que imparte clases en la facultad de salud. Además de discriminar a las estudiantes por su físico, hostigar a estudiantes por su género, discriminaba a quienes eran e pobres diciendo que “olían a perro”. Este mismo docente años anteriores fue re ubicado de la facultad de humanidades y denunciado por estudiantes. Se menciona que en la sala de clases solia reivindicar la delación contra los estudiantes que eran militantes para que estos fuesen apresado en dictadura.
Un docente de ideología profundamente conservadora, que por estar durante años en la universidad cree que puede hacer lo que quiere. Se exige que este docente sea desvinculado de la universidad y suspendido de forma inmediata mientras dure la investigación. Las denuncias a este docente reflejaron la negligencia de las autoridades que perdieron tres veces la carta de la estudiante que denuncio. No hay escusas, tras 100 días de movilización las autoridades ya deberían tener resultado de las investigaciones basadas en la figura del sumarios administrativo ( 45 días) pero hasta el momento no han mostrado voluntad política para actuar sobre este caso, junto a otros en la facultad de geografía y arte, relacionados a acoso, abuso y violencia de genero.
Otro punto controversial es la aprobación de la propuesta de protocolo triestamental contra el acoso y violencia machista en el contexto universitario que crearon las estudiantes junto a docentes desde el 2016. Este protocolo tiene la característica de estar basado en la triestamentalidad asumiendo el acoso y la violencia machista como problemas sociales que deben ser asumidas por una institución pública. Además propone la creación de un departamento de género basado en la triestamentalidad y abierto a las organizaciones feministas. Este documento es opuesto a los manuales de sanciones que parten de un principio punitivo para enfrentar los casos de acoso y violencia machista en el contexto universitario que han mostrado deficiencias en variadas universidades. La rectoría no accedió a su aprobación y propuso una comisión para re elaborar un documento en base al trabajo de la comisión de dignidad en la cual no participaron ni las estudiantes ni las docentes entendidas en el tema. En su defecto participo el gremio de académicos (AFA) en donde su dirigencia se caracteriza por su conservadurismo y machismo ¿Qué voluntad de dialogo real tiene la rectoría con estos hechos?
Además la movilización busca resolver el problema estructural de la facultad de salud, una de las facultades en palabras de los estudiantes “más insalubres de chile”. Con ratas en los patios y un edificio lleno de grietas, la rectoría tampoco accedió a una respuesta contundente relacionada a este tema.
Y finalizando uno de los cuestionamientos importantes que tuvo la movilización fue a la estructura autoritaria que sostiene una universidad pública como la UPLA. Se pedía triestamentalidad en las decisiones pues se comprendía que una educación sexista, conservadora y de mercado era sostenida por cuerpos colegiados tremendamente cerrados. Es por esto que desde la asamblea triestamental se exigía el respeto del estatuto orgánico votado el 2014 que consagra el fin del consejo académico y sus sustitución por un espacio amplio de participación triestamental.
Demandas sin respuestas
Estas demandas el rector decidió no escucharlas. Por eso las y los estudiantes pidieron apoyo a la CONFECH y solidaridad a las organizaciones sociales del movimiento de mujeres. Han impulsado diferentes movilizaciones para pedir que el rector de soluciones concretas a sus peticiones.
Pamela Contreras, vocera de la coordinadora niunamenos de la V región menciona “Patricio Sanhueza tiene el mérito de haber sido el primer rector en desalojar al movimiento de mujeres, develando la falsedad de su discurso de género. Todas las organizaciones de mujeres debemos ayudar a difundir lo que está sucediendo en la UPLA”
El rector dice que las tomas feministas fueron las culpables, cuando no abrió ningún dialogo serio para resolver las demandas en conflicto.
La movilización permitió que por primera vez en la UPLA se hablara seriamente de las demandas de las mujeres y feministas, en donde las estudiantes organizaron diferentes iniciativas, desde encuentros (como el encuentro de mujeres y diversidad sexual), marchas concentraciones, entre otras. Vitalidad que es parte de un movimiento internacional que viene cuestionando las estructuras conservadoras con importantes demostraciones de fuerza.
Aunque busquen minimizarlo, este despertar será difícil de apagar.