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Red Internacional
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10 DE MAYO. #10DeMayo ¿Cómo viven la pandemia las madres trabajadoras?

A continuación reproducimos una serie de testimonios sobre cómo viven la maternidad en medio de la epidemia por covid-19 mujeres trabajadoras integrantes de uno de los comités impulsado por Pan y Rosas en la zona metropolitana de la CDMX.

Pan y Rosas México

Pan y Rosas México México | @PanyRosasMex

Domingo 10 de mayo de 2020

El 10 de mayo se celebra en México y otros países del mundo el día de las madres. Esta fecha ha sido usada por el gobierno y los medios masivos de comunicación, para “recordarle/ reconocer” a las mamás lo importantes que son dentro de las familias y la sociedad. Sin embargo entre los pasteles, las flores y la romantización que suele exaltarse en este día, se deja de lado la realidad para las millones de madres que son parte de las clases pobres y trabajadoras. Una realidad cruzada por la violencia, desaparición y feminicidios, que ha empujado a muchas madres de víctimas a convertirse en luchadoras sociales.

Con el desarrollo de la pandemia, el trabajo doméstico no pago ha orillado a muchas a convertirse en “súper mujeres”, obligadas a resolver todas las problemáticas familiares, incluso a costa de su propia salud mental y física. Sumado a esto, se encuentran los alarmantes niveles de violencia doméstica a la que muchas continúan expuestas durante el confinamiento por la crisis sanitaria. Según el Sistema Nacional de Seguridad Pública, las llamadas de auxilio por parte de mujeres violentadas han aumentado, tan solo se marzo se registraron 26,171 llamadas, el número más alto desde que se implementó esta opción de reporte. De esta forma muchas madres pasan este día “de festejo”, entre el trabajo doméstico exacerbado, el desempleo y/o el aumento de la carga laboral en la pandemia.

A continuación reproducimos una serie de testimonios sobre cómo viven la maternidad en medio de la epidemia por covid19, mujeres trabajadoras integrantes de uno de los comités impulsado por Pan y Rosas en la zona metropolitana de la CDMX.

En realidad nunca había pensado sobre la maternidad y la celebración. Siempre he pensado que es maravilloso querer y compartir cada día con la familia, con mi madre cuando estaba entre nosotros. Soy afortunada tengo una hija maravillosa que es un excelso ser humano libre y combativa. Ahora en este aislamiento y en el desempleo saco toda la serenidad y entusiasmo esperando volver a la batalla y ganarle a un patrón que, por ser un partido político y decirse de izquierda se pensaba abrazaría las causas de sus empleados y se congratularía por tener un sindicato. Sin embargo la cruel realidad es que es igual o peor que otros patrones. No queda más que dar la lucha con toda la dignidad por mis compañeras y por mi que quedamos en desempleo. Y bueno desde este confinamiento dar siempre una sonrisa y mantener en alto el buen humor.
Lorena, integrante del Sindicato Unido de Trabajadores del PRD (SUTPRD)

Maternar como madre autónoma me hace plantearme, lo solas que estamos en nuestras crianzas. Juzgadas y precarias, no es fácil cubrir todos los roles: ser madre, mujer trabajadora. Dar amor y cuidado a tus hijas sin olvidarse de nuestra persona es agotador, las madres no necesitamos ser felicitadas un solo día, queremos y merecemos trabajo con salarios justos y horarios que nos permitan maternar sin abandonar la mayor parte del día a nuestros hijxs. Eso sin contar que para cubrir con toda la jornada diaria, muchas veces tenemos que sacrificar parte del auto cuidado. En momentos de pandemia se hace más cruda la realidad de muchas mujeres que pasamos por esta situación, la precariedad es una triste realidad en las casas de una madre autónoma y trabajadora.
Lu Granados, Comité Pan y Rosas Trabajadoras

Implica una gran responsabilidad ser madre, porque tienes que llevar a la par tu trabajo y la maternidad. Es reconocer ese esfuerzo que se tiene sacar a los hijos adelante en todos los aspectos, principalmente en la pandemia y dar siempre lo mejor de ti. En algunas ocasiones te olvidas de ti misma (personal y físicamente, por ejemplo: prefiero irme rápido a trabajar y que olvido de mi persona). Ahora en tiempos de pandemia no lo estoy viviendo mucho porque mis hijos ya están grandes, en cuanto al trabajo no remunerado me siento muy cansada porque es mucho, es un trabajo que te cansa diario y prefiero irme a trabajar a la escuela, que quedarme a realizar las tareas del hogar. Hay que estar bien con una misma en todos los aspectos, para que puedas tu aceptar lo que viene y el apoyo de la familia. Solo tuve miedo en el trabajo de que me negarán los permisos, en caso de que se enfermaran mis hijos y yo, u sin poder hacer nada. Lo que he observado es que en algunos trabajos, siguen discriminando a la mujer por estar embarazada o les niegan la oportunidad de tener ese trabajo. Esas son injusticias.
Cristina Flores, mamá de integrante del Comité Pan y Rosas Trabajadoras

Desde Pan y Rosas consideramos, que solamente con la unidad de todos los sectores de madres junto a las clases trabajadoras y exigiendo nuestros derechos en las calles, es que podremos cambiar esta explotadora realidad. Es imperativo que el trabajo doméstico sea asumido por el Estado, mediante la implementación de comedores comunitarios y lavanderías de uso común y gratuito para quitar esa carga de trabajo a las mujeres.

En medio de la crisis sanitaria, tenemos que exigir que aquellas trabajadoras de sectores esenciales que no puedan parar, cuenten con el equipo de protección sanitaria necesario para salvaguardar su vida y que ninguna mujer puede estar en peligro de contagio. Las que laboran en sectores no esenciales deben recibir su salario al 100% y aquellas que se sostienen en el comercio informal deben tener un subsidio económico acorde a la canasta básica para atravesar esta crisis sanitaria. Solo de esa manera la crisis no la pagarán las clases pobres y trabajadoras.

En estos tiempos de desocupación, proponemos que los hoteles y escuelas sirvan como refugios para aquellas que viven violencia doméstica durante la cuarentena. Todas estas son acciones que podría realizar el Estado, si se les asignara el millonario presupuesto que le dan a la Guardia Nacional, que vemos que esta reprimiendo y amedrentando las legitimas protestas de trabajadores de la salud en la pandemia. Es esencial dejar en claro que nuestras vidas valen más que las ganancias. ¡Que la crisis la paguen los capitalistas!