En la conmemoración de los 110 años Revolución Mexicana, López Obrador realza la figura de Francisco I. Madero el llamado apóstol de la democracia, representante de burguesía constitucionalista o de los“fifis”.
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Viernes 20 de noviembre de 2020
El uso de la historia es también a fin al uso político e ideológico de quien la enuncia. Desde la llegada a la presidencia de AMLO y la elaboración del nuevo relato de la 4T, el uso de la historia ha sido falsearla para presentar a todos cual héroes, como si no hubieran existido confrontaciones de clase, guerra civil y programas políticos, entre Madero y Zapata, por citar sólo un ejemplo.
Esta vez, en la conferencia matutina, la figura de Francisco I. Madero fue presentado por AMLO como “el más democrático” de todos los presidentes. Sin entrar en una revisión exhaustiva que merecería un trabajo más extenso, dos elementos cobran relevancia para contrastar la idea de AMLO: el conocido lema de “Sufragio efectivo no reelección” implicaba una reforma política que no resolvía la miseria y penurias en la que vivían las masas campesinas, sectores trabajadores y populares; y sería el mismo Madero quien enfrentaría militarmente a Zapata y la Comuna de Morelos quienes lucharon por “Tierra y Libertad”.
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Refirió AMLO que otro de los baluartes de la Revolución Mexicana había sido la Justicia aunque no la Democracia: “La revolución es justicia para el obrero, justicia para el campesino, justicia para la gente pobre. No fue así en la política. No se avanzó en la democracia, la Revolución no pudo. Después de la Revolución siguieron las prácticas de imposición”.
Y fueron trabajadores quienes levantaron huelgas contra la explotación laboral con trabajos en condiciones semiexclavistas, el campesinado que exigía el reparto agrario contra la herencia colonial y la política liberal extractivista del régimen porfirista que beneficiaba sólo a la oligarquía, forman parte de las luchas radicales de los sectores populares, obreros y campesinos por esa justicia que no vino de las alas constitucionalistas ni liberales ni progresistas que AMLO resalta.
En el mismo sentido, AMLO vuelve a retomar que “continuando” con las transformaciones en México la única vía para transformar las condiciones de extrema desigualdad en México sólo pueden ser por causes legales, pacíficas y por la vía electoral, mientras su gobierno mantiene una política de subordinación a E.U. con el TMEC, planes de megaproyectos como el Tren Maya que implican el despojo de tierras de sectores campesinos e indígenas así como una integración económica que mantiene el outsourcing, la precarización y sin derechos laborales a amplias franjas de la población.
Mientras tanto, los trabajos de conmemoración de los 110 años de la Revolución Mexicana contemplan otorgar reconocimientos a oficiales y soldados y ascensos a mandos militares.
Pandemia
Aunque los trabajadores de la salud han denunciado la falta de insumos y equipo médico, al tiempo que la crisis sanitaria se agrava llegando a más 100 mil muertes y más de 1 millón de contagios, la estrategia del gobierno se mantendrá.
Si bien es innegable que el sistema de salud en México durante los sexenios anteriores fue desmantelado, a dos años y medio del gobierno actual, la política presupuestal y cambios para el sector no ha sido sustancia.
Tan sólo el presupuesto para salud, será aumentado en un 13% más que en 2020 ascendiendo a 145 mil 415 millones de pesos, mientras el presupuesto a defensa será de 19.7%, lo cual refleja las prioridades para el gobierno.
