Pymetal se mantiene en su posición de que sean los trabajadores los que carguen con el peso de la inflación. Por ello la huelga continúa 16 días después. Los 20.000 trabajadores mantienen el pulso, con un 95% de seguimiento, y fuerte presencia en los piquetes. Denuncian que el Gobierno autonómico está empleando los servicios mínimos para boicotear la huelga. Los medios de comunicación guardan silencio ante la dura huelga de los trabajadores del metal.
Viernes 17 de junio de 2022
Tras una multitudinaria manifestación el miércoles, los trabajadores lograron sentar a Pymetal -la patronal del metal- en la mesa de negociación. Los más de 15 días de huelga por un nuevo convenio no están siendo en vano, las propuestas de la patronal comienzan a acercarse a las exigencias de los trabajadores, sin embargo, siguen sin ser suficientes ya que supondrían un retroceso en el nivel adquisitivo.
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Las exigencias de los trabajadores son claras, que no desaparezca el contrato de relevo, ni el plus de distancia, ni el cobro de los atrasos. El punto en el que la patronal está ofreciendo más resistencias es la revisión salarial. Los trabajadores defienden una subida del 6,5% para 2021, y para el resto de ejercicios que se tome como referencia el IPC real de cada ejercicio. Esto es, ajustar los salarios al Índice de Precios al Consumidor para que los salarios puedan asumir la subida de precios. Estas exigencias de los sindicatos afectarían a todos los trabajadores de la industria del metal cántabra, salvo a las grandes empresas, que cuentan con convenios propios.
La reunión del jueves, que CCOO, UGT y USO, han calificado de “maratoniana” ha terminado sin acuerdo, por lo que se ha retomado este viernes. La patronal, que durante los primeros días de huelga se oponía a todas las reivindicaciones de los sindicatos, comienza, sin embargo, a ceder en algunos de los puntos. La oferta de Pymetal ha sido una subida del 3% para 2021, consolidado en tablas salariales, con una paga de 250 euros de atrasos. El aumento salarial para los siguientes años sería de un 4% en 2022, también en tablas pero sin revisión, y un 3% para 2023 y 2024, también en tablas, con una revisión al 65% del IPC real sin atrasos. Asimismo, Pymental ha renunciado a acabar con el plus de distancia y el contrato relevo reconocidos en el anterior convenio, ya vencido. La propuesta, que sigue suponiendo un ataque a los salarios de los trabajadores, ha imposibilitado el acuerdo.
La huelga continúa, y es crucial que se mantenga la presión en los piquetes. El apoyo de los trabajadores sigue siendo manifiesto y a lo largo del día de hoy se ha vuelto a mostrar el gran seguimiento que está teniendo la huelga. Es fundamental que la lucha continúe para doblar el brazo a Pymetal y lograr que todas las reivindicaciones de los trabajadores sean efectivas.
La patronal afirma que las demandas de los trabajadores son inasumibles y que supondrán el cierre de numerosas empresas. Además, consideran que no es el momento de realizar esa subida debido a los incrementos de costes de materias primas, de energía o de fiscalidad: “Estamos con el agua al cuello”. Por su parte Miguel Ángel Revilla ha afirmado que “no es el momento” refiriéndose a la situación de inflación y que la huelga está produciendo un “daño tremendo” a la comunidad. Sin embargo, los trabajadores solo piden conservar los derechos que ya tienen y no perder nivel adquisitivo. En realidad, la patronal y el Gobierno tratan de engañar a los trabajadores para que sean ellos los que carguen con el peso de la inflación.
Es por ello que el presidente de la Comunidad Autónoma, Miguel Ángel Revilla, ha llamado a los trabajadores a disolver la huelga afirmando que “no están los tiempos para huelgas”. Como respuesta, el Gobierno autonómico ha militarizado las zonas donde está teniendo lugar la huelga con enormes dispositivos policiales. Además de esto, durante todas las jornadas la Consejería de Industria ha establecido 150 personas de servicios mínimos en el sector siderometalúrgico para tratar de impedir que la huelga sea efectiva en algunas de las empresas. "Unos servicios mínimos que las contratas no tienen y que se autorizan para las grandes empresas que no están en la huelga", denuncian los sindicatos.
Para una de las contratas de Global Steel Wire (GSW) la Consejería de Industria autorizó unos servicios mínimos del 100%. Los trabajadores han calificado de “boicot desde las instituciones” la complicidad del Gobierno con Pymetal, y en la manifestación del jueves arrojaron huevos, petardos y bengalas contra la sede de la Consejería, situada en el Parque Científico y Tecnológico de Santander, al grito de “Revilla dimisión”, “Ni un paso atrás” y “Marcano da la cara”. Exigen, también, el fin de estos servicios mínimos que, además, se realizaron “en secreto” sin informar a los comités de empresa y de huelga.
Los ataques del Gobierno y de Pymetal, que hace unos días sacaba un comunicado llamando a la intervención de “las fuerzas de seguridad de Policía y Guardia Civil” frente a los piquetes, contrastan con el silencio de la prensa y de los medios de comunicación, la mayoría de ellos se niegan a cubrir la huelga del metal de los trabajadores de Cantabria. Sin embargo, la huelga cuenta con enormes apoyos entre la clase trabajadora cántabra, que también se ve afectada por el aumento de precios y la inflación.
La huelga del metal, que también tiene lugar en Galicia, comienza a extenderse al País Vasco, Los sindicatos ELA, CCOO, LAB, UGT, ESK, CGT y CNT han manifestado este miércoles que es "hora de preparar intensamente" las huelgas en el sector del Metal de Bizkaia, ante la "actitud irresponsable" de la patronal. Este es un motivo más para que los trabajadores continúen firmes en las negociaciones. Sin embargo, la principal arma de la patronal es la pérdida de salarios. Para facilitar que la huelga se mantenga no basta con las buenas palabras de CCOO, UGT y USO, es preciso que organicen cajas de resistencia, para que todos aquellos que apoyen la huelga puedan aportar económicamente.
Es necesario también extender la solidaridad a los trabajadores de las grandes empresas del metal, que también sufren los efectos de la inflación, pero que están cubiertos por otros convenios. Es necesario también que los trabajadores no bajen la guardia ante los engaños de Pymetal, que tratará de mantener el pulso hasta lograr un acuerdo que suponga un retroceso en los salarios. Los trabajaores del metal de Cantabria, así como lo hicieron hace meses los trabajadores del metal de Cádiz, demuestran que es necesario retomar el camino de la lucha y la huelga general en cada sector para exigir verdaderas subidas salariales.