Continuamos la serie Revolución Rusa en la Prensa venezolana, sobre las noticias de la "Revolución de febrero" (calendario juliano) que llegan al país a inicios de marzo.
Martes 7 de marzo de 2017
A nadie se le pasó por la cabeza que el Día (internacional) de la Mujer pudiera convertirse en el primer día de la revolución.
León Trotsky [Historia de la Revolución Rusa, 1932]
Los intensos cinco días que van del 8 al 12 de marzo (calendario occidental) hace un siglo en Rusia adquirieron rápidamente una importancia mundial por su significación histórica. En todos los países de Europa se siente el azote de la Guerra Imperialista, pero será Rusia quien mereciera el mote de ser «el más débil de los eslabones de la cadena del imperialismo».
Antecedidos por consecutivas derrotas militares (por más de dos años), desastres económicos, los sucesivos escándalos políticos tras cada nueva "rasputinada", el frío y la hambruna colosal devorando a millones... frente a toda esa pólvora, las manifestaciones callejeras por el día internacional de la mujer fueron la chispa que encendió la huelga insurreccional obrera que -acompañada luego por la sublevación de soldados- harían abdicar al Zar.
Los frutos del heroísmo por aquellos intensos cinco días les son enajenados a quienes lucharon en las calles por la caída del Zar. La burguesía toma el poder de espaldas al pueblo y sus organizaciones. Los principales líderes de la socialdemocracia rusa para entonces -perplejos ante la revolución- les facilitan esta tarea regalándoles el poder político, el imperialismo se apresta a respaldar a la nueva clase gobernante, y su prensa alrededor del mundo ya baila exultante sobre las ruinas del zarismo.
Los "nuevos diarios" venezolanos en 1917
En la nota anterior de esta serie, precisábamos que los principales hechos de la revolución rusa de 1905 noticiados en la prensa venezolana para ese año, provenían de cables bursátiles tales como Agencia Havas (francés) y Agencia Pumar; también se hizo mención a dos diarios existentes ese año que se mantendrían con vida mucho tiempo después, estos eran La Religión (fundada en 1890) y El Luchador (fundado durante mediados de 1905), estos últimos con una marcada impronta conservadora y religiosa.
Para el año 1917 existen nuevos periódicos en circulación, algunos de los cuales se mantienen con buena salud hasta los días que corren, tales son los casos del diario El Universal, de circulación nacional fundado en abril de 1909; también el diario regional Panorama, fundado en el estado Zulia en diciembre de 1914 por el empresario y periodista Ramón Villasmil, quien más tarde se convertiría en uno de los intelectuales venezolanos detractores del marxismo de su época. [1]
Aunque en esa época, lo más sencillo era encontrarse con algún ejemplar El Nuevo Diario, de menor duración que los demás por ser el órgano divulgativo del régimen dictatorial de Juan Vicente Gómez, recién aparece en enero de 1913 y fenece en 1935 tras la muerte del dictador.
Estos periódicos se convirtieron hace cincuenta años en las cinco únicas fuentes seleccionadas por el periodista Jesús Rosas Marcano "para seguir el ritmo informativo de la revolución rusa" [p. 17] revisión que estuvo a cargo de un equipo de estudiantes de periodismo bajo su dirección. En una misión descrita como "estrictamente metodológica", limitada a la exposición de puros "datos fríos", en síntesis, una investigación que según las propias palabras de Rosas Marcano "no tiene emoción, pero sí interés" [p. 15].
Cuando en los titulares venezolanos se leía: "El Zar de Rusia abdicó"
En dicho trabajo de investigación hemerográfica puede leerse: "El duodécimo aniversario del ’Domingo sangriento’ de 1905 fue conmemorado en San Petersburgo con manifestaciones callejeras y huelgas de gremios menores. De estos sucesos como de la muerte del pope Gregorio Rasputín dió cuenta la prensa nacional" [p. 26]
Efectivamente, un artículo de la prensa neoyorquina World, con un corresponsal en San Petersburgo, es reproducido en El Universal del 15 de marzo, al fragor de los acontecimientos:
"Ha comenzado la lucha sorda, pero más terrible que nunca, entre todo lo que es genuinamente ruso en el Imperio, y la ínfima minoría explotadora del régimen... la reacción ha explotado hábilmente el asesinato de Rasputín al agitar el espectro revolucionario y enumerar los riesgos que amenazan a cuantos no forman parte de esa fracción política, cuyos secuaces han defendido los procedimientos enérgicos, únicos, según ellos, que pueden evitar la reproducción de las sangrientas jornadas de 1905"
Sin mayor dilación llega a Bogotá primero que a Venezuela un telegrama oficial de la legación de Alemania, fechado el 16 de marzo a las 6 pm., que dice textualmente: "El Zar de Rusia abdicó", el primero en noticiarlo en el país ha sido el diario El Universal, el día 18 de marzo, y dos días después toda la prensa de Caracas confirmaba la abdicación del Zar, acompañándolo con otros hechos como "el derrocamiento de los reaccionarios, del encarcelamiento de Sturner y Petropopoff y del apoyo del ejército a la revolución" y el traspaso del gobierno a manos del Comité de Salud Pública. [p. 27]
La prensa liberal se siente optimista
El mismo World neoyorquino que recibe novedades del cable francés y que a su vez será fuente para la prensa venezolana de la época, se manifiesta exultante: "en todos los países democráticos hay un ferviente deseo de que la revolución, hoy victoriosa, no pueda mañana ser derrotada".
Esta prensa (burguesa) estadounidense es un claro ejemplo del estado de ánimo de las burguesías imperialistas de la época y sus intereses en el botín y en la guerra. Por un lado lamenta el suicidio en prisión del ex presidente del Consejo de Ministros, el príncipe Galitzin, por el otro celebra la asunción de Lwov a la presidencia del Consejo: "Se dice que es el hombre más popular y más enérgico de toda Rusia" así de entusiasta lo reseñará World.
El espaldarazo de la Iglesia Ortodoxa de Kiev al Comité de Salud Pública, se da a conocer en Caracas el 24 de marzo, cuatro días más tarde se informa el otorgamiento de plena ciudadanía a la población judía en toda Rusia y la renuncia del duque Miguel Romanov que pone el sello de salida a la dinastía en el ex Imperio de los zares.
Es un hecho también de mucha importancia noticiado el 30 de marzo en Caracas, recibido por vía de Curazao, el telegrama del ministro inglés de armamento, David Lloyd George, en el cual expresa taxativamente que "La Revolución Rusa es el servicio más grande que los rusos han podido rendir a la causa aliada", mostrando así con cuánta precisión calculaba el significado político del nuevo gobierno, más no así el de las masas obreras y soldados sublevados que de hecho tiraron abajo el zarismo.
El Febrero ruso, la prensa de la época, las masas y la revolución
Una de las principales características que saltan a la vista al leer los principales titulares y reseñas de la prensa liberal de la época, y la prensa venezolana en particular, es la subestimación del papel destacado de las masas obreras dirigiendo la revolución durante los tumultuosos días que se extienden desde el 8 hasta el 12 de marzo.
El reacomodo en las altas esferas del gobierno ruso tras la "revolución de febrero" que pone el poder en manos de representantes de la burguesía liberal dispone un lenguaje propio, excluye con celo no solo la acción independiente de las masas obreras, sino también la de las masas en general, desdibujando sus demandas fundamentales "Por la paz, el pan y la libertad", emborronando las jornadas de febrero y dándole un inmerecido protagonismo a los líderes de partidos burgueses que meses atrás estaban a la cola de la autocracia zarista.
Algunos años más tarde, en su célebre Historia de la Revolución Rusa I, León Trotsky escribía: "¡Qué pobreza la de las crónicas de las acciones de Febrero, aun comparada con los escasos documentos que poseemos de las jornadas de Octubre!... Las masas hacían su historia, sin poder pararse a escribirla. Es casi imposible restablecer el cuadro vivo de los acontecimientos que se desarrollaron por aquellos días en las calles." [p. 115]
Faltarían todavía meses para que la palabra "Sóviet" hiciera aparición en la prensa venezolana, a pesar del hecho bastante conocido de que las "acciones de febrero" (inicios de marzo) desencadenaron inmediatamente las tendencias de las masas hacia la autoorganización, reconquistando la confianza en sí misma, y renovándose una situación de doble poder, frente al nuevo gobierno democrático (representativo) de la burguesía liberal en el Parlamento, los obreros y soldados oponen el establecimiento de "consejos" con delegados y tareas decididos por ellos mismos democráticamente de forma directa.
La nueva clase gobernante y su prensa serían los últimos en enterarse de la verdadera importancia que adquirirán estos organismos de democracia directa de las masas. De establecerse alguna comparación entre poder político y mediático, el poder dual de los Sóviets (con el impulso de los revolucionarios) debió competir a lo largo de ese año 1917, desde lo más artesanal frente a grandes periódicos e industrias telegráficas internacionales, en medio de una contienda bélica mundial, la fuerza de sus ideas y su verdad debió atravesar varias experiencias más apoyadas en su organización y su armamento para llegar al desenlace ya conocido.
En próximas entregas abordaremos cómo apareció reseñada en la prensa venezolana de la época las jornadas de abril, la insurrección de julio, la sublevación reaccionaria de Kornílov, y finalmente la toma del palacio de Invierno por los Sóviets bajo la dirección bolchevique.
NOTAS
[1] En el número 3324 del periódico Panorama, con fecha de 16/03/1933, Ramón Villasmil descarga contra el comunismo en un tendencioso artículo con motivo del "cincuentenario de Marx", donde establecerá un signo de igualdad entre doctrina marxista y el proceso de burocratización estalinista, abstrayéndose de todos los condicionantes que concurrieron en aquel proceso de burocratización, se atreverá a amenazar a sus coterráneos atraídos por dichas ideas con "aquel gris que domina en la vida moderna de la Rusia actual, aquella falta de libre expresión", para él la doctrina marxista es tomada como simple "determinismo económico" e igualará comunismo con "fanatismo religioso". [Parra C., Reyber (2012: 259)]
LECTURAS CONSULTADAS
• Jesús Rosas Marcano (1980). La revolución socialista de octubre en la prensa venezolana de la época. Ediciones Centauro, CNP. Caracas, Venezuela
• Reyber Parra (2012). Orígenes y desarrollo del debate socialista en Maracaibo (1849-1936). Ediciones LUZ, Venezuela.
• León Trotsky (2007). Historia de la Revolución Rusa (I). Fundación Federico Engels