1976 - 24 DE MARZO - 2021. 24M: Trabajadores y estudiantes de la salud a las calles, contra la impunidad de ayer y de hoy

A pocos días de cumplirse el 45 años del golpe genocida de 1976, vale la pena recordar a las y los valientes trabajadores y trabajadoras del Hospital Posadas, quienes a través de su organización, lograron desconocer a los directivos que impusieron los distintos gobiernos de facto al frente del Hospital, y mantuvieron el funcionamiento del mismo durante un año, en base a asambleas, poniendo la salud al servicio de las necesidades populares, sellando en ese camino una fuerte alianza con el Barrio Carlos Gardel.

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Estos compañerxs, llevaron adelante una gran pelea que incluyó la defensa de la salud y reclamos por mejores condiciones de trabajo, aumento de salarios y libertad de organización, afianzando los lazos de solidaridad y coordinación entre el Hospital y el Barrio.

Fue así como las y los trabajadores decidieron tomar el Hospital con el fin de ponerlo al servicio de las necesidades de los habitantes del barrio, con una idea de la salud, que excedió lo físico e incluyó un aspecto social y de relación con el medioambiente. Se declararon en estado de asamblea permanente y decidieron exigirle la renuncia a toda la Dirección ligada a los milicos y votaron un Consejo de Dirección transitorio desde abajo (conformado por trabajadores profesionales y no profesionales) que tuvo como objetivo abrir las puertas del Hospital al barrio, que pasó a ser parte decisiva de la actividad del mismo, sus habitantes que no sólo eran atendidos en el Hospital, sino recibidos por el director y por las asambleas, para discutir en común sus necesidades.

Este nivel de organización, que nacía del período que se abrió con el Cordobazo en 1969, motorizó a los genocidas a llevar al hospital los métodos de terror que venían ejerciendo tantas fábricas y establecimientos de la zona, llegando a instalar un Centro Clandestino de Detención, “El Chalet”, dentro del propio Hospital Posadas, donde se cursó hasta 2019 la carrera de enfermería que depende de la UBA. Por “El Chalet” pasaron muchos compañerxs del hospital y del barrio detenidos desaparecidos, más que nunca ¡presentes ahora y siempre!

Esta es la tradición de lucha que convertimos en bandera y levantamos bien alto las y los trabajadores, residentes, concurrentes, enfermeras, que sostenemos la salud pública, enfrentamos el vaciamiento de todos los gobiernos, y hoy le ponemos el cuerpo a la primera línea contra la pandemia.

Son las banderas que levantaron nuestros compañeros y compañeras contra la flexibilización laboral que vino a imponer la dictadura, y que se mantiene como herencia que ningún gobierno quiso tocar. Esta herencia, se traduce en residentes que no cobran un peso desde hace meses con jornadas extenuantes, en el pluriempleo que tenemos que enfrentar para poder llegar a fin de mes. En que, en plena pandemia, se recortó el presupuesto de la salud un 9%, en que muchxs esenciales esperamos aún la vacuna y vemos a colegas morir, mientras montan vacunatorios VIP para los amigos del poder, pero claro, ellos necesitan gozar de buena salud, al FMI, que llegó para quedarse de la mano de la dictadura, hay que pagarle.

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La herencia de la dictadura, que pesa sobre todo en la juventud y en las mujeres, tiene mucha actualidad, son los dos mangos que cobramos por laburar cada vez en peores condiciones, una realidad insostenible que nos obliga a dejar nuestros estudios y que fue mantenida y profundizada por todos los gobiernos. Nosotrxs hace meses que nos venimos organizando y saliendo a las calles para hacernos escuchar, ¿de verdad nos quieren hacer creer que este 24 M nos tenemos que quedar en casa?

A los estudiantes y trabajadores de la salud nos sobran los motivos para salir a ganar las calles, junto a todos aquellxs que enfrentan el ajuste al servicio del FMI: quienes en todo el país pelean por tierra para vivir, los trabajadores que enfrentan ataques a su organización sindical, los que luchan por la continuidad laboral contra multinacionales como la pinochetista LATAM, o quienes enfrentan la represión a pedido de las patronales como en Arrebeef. Hoy en día la juventud, como hace 45 años, se pone de pie en el mundo contra la precarización y por trabajo con derechos, contra la violencia de la yuta, que en Argentina nos arrancó a Facundo. Porque si no lo hacemos, nadie lo va a hacer por nosotrxs, por nuestrxs compañerxs detenidxs y desaparecidxs, por lxs 30 mil, hay que tirar abajo toda herencia de la dictadura, no da lo mismo que te quedes en tu casa, ¿Vos que vas a hacer?

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