El jueves 21 de noviembre, Natalia Hernandez, Concejala del PTS-FITU, junto a “Maternidades feministas” debatieron en el Colegio de Trabajadores Sociales sobre la situación de las mujeres a cargo de familias monomarentales en el gobierno de Milei. Los ejes que ponen nerviosa a la ultraderecha. ¿Cómo llegamos hasta acá? ¿Es posible imaginar otro tipo de organización de las tareas básicas de reproducción y crianza? Visión del feminismo socialista sobre emancipación de las mujeres.
Lunes 25 de noviembre de 2024 10:02
Caía la tarde en San Justo, y de a poco comenzaba a llenarse la sede del Colegio de Trabajadores Sociales con una destacada participación de Trabajadoras sociales, estudiantes de la carrera en la UNLaM, docentes y trabajadoras de la zona.
Con una muy cálida recibida y las palabras de Débora Prado, presidenta del Colegio de Trabajadores Sociales de La Matanza contó que durante este año empezaron a realizar actividades presenciales, generando debates y mesas de intercambio abiertos con proyectos que se presentan desde organizaciones, que puedan servir para que en La Matanza se difundan y se coordinen distintas iniciativas, de quienes están peleando por sus derechos.
En ese marco y con motivo del 25N: Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres se convocó una mesa debate titulada “la crisis económica y la situación de las mujeres a cargo de familias monomarentales: organización del cuidado, trabajo y vivienda” para presentar y abrir el intercambio a partir de los proyectos de ordenanzas “de alquiler social y cupo laboral para familias monomarentales” presentados por Natalia Hernández, concejala del PTS en el Frente de Izquierda y referente de Pan y Rosas, que fue parte del debate junto Natalia Chiocconi de la agrupación “Maternidades feministas”.
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A partir de la presentación de los datos sobre la situación laboral y habitacional en La Matanza, sumado al relato de Natalia Chiocconi sobre cómo viven las madres a cargo de infancias y adolescencias en el distrito, el intercambio fluyó solo: todas las presentes tienen amigas, familiares o son ellas mismas quienes sostienen los hogares. Es por eso que se logró identificar con facilidad el hecho de que la ultra derecha elige a las mujeres y diversidades como enemigas. Muestras sobran, pero se tomó como ejemplo las banderas de “Dios, Patria y familia” presentes en el acto de presentación “del brazo armado de la Libertad Avanza”.
"Estos procesos que estamos trabajando con mujeres y disidencias, con los niños y niñas es sumamente valorable en estos contextos. Y que puedan venir a presentarlo en el Colegio a nostras nos llenó de alegría. Que piensen en nosotras", expresó Viviana Miño, referente de CICOP del Hospital Paroissien y parte del Colegio de Trabajadores Sociales del distrito. "Este lugar va a estar abierto porque somos parte de los equipos de orientación en las escuelas, de los equipos de salud, somos parte de los juzgados, del comedor del barrio, de cada lugar donde las mujeres trabajan".
El gobierno teme a la “potencialidad” del movimiento de mujeres en nuestro país. Fue una primera conclusión, pero más allá del gobierno nacional, los datos particulares de La Matanza hablan de una situación que también es sostenida por el peronismo. Los refugios para víctimas de violencia de género sufrieron el desfinanciamiento de 90% del presupuesto y solo el 0,1% del presupuesto de políticas públicas destinadas a mujeres y diversidades fue ejecutado.
“Naty” Hernández contó acerca de la repercusión que tuvo la nota que le hizo el periodista Diego Genoud que enojó a los libertarios y fue tendencia en redes sociales. “Les molestó que digamos que queremos tocar las ganancias de los empresarios, pero para visibilizar y enfrentar la violencia de género que ellos niegan”. De esto se desprendió otra conclusión, en la que las familias monomarentales son un mal ejemplo: “Les molesta también porque cuestionamos el modelo de familia que ellos pregonan. Detrás de familias monomarentales, hay mujeres que transgredieron el mandato familiar en cuestión la violencia en la qué vivían, y se atrevieron a romper con ese círculo de violencia”.
Desde el gobierno de Milei y la ultraderecha están en una pelea abierta en lo que llaman la “batalla cultural”, donde un aspecto central es buscar retirar al Estado de todas las tareas de reproducción para pasarlas a la órbita “privada” de la familia, que recae centralmente sobre las mujeres.
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Nathalia González Seligra, docente y dirigente del PTS que estaba presente en la charla explicó que “hablar de garantizar el derecho a la vivienda y de dónde puede salir esa plata pone en jaque todo el modelo que quiere avanzar la ultraderecha pero sobre la base de que todos estos años los gobiernos progresistas tampoco revirtieron estructuralmente la situación de las mujeres y de las diversidades” y concluyó que “Milei avanza sobre la situación precaria. La ideología busca recluir a la mujeres para avanzar en un objetivo económico destruir al Estado para maximizar la ganancia de los empresarios”
De la charla participaron estudiantes de la UNLaM y también docentes de Trabajo Social, como Eugenia Fernández que contó que en la universidad son muchas las mujeres madres solas que pelean para seguir y terminar el cuatrimestre o directamente terminan dejando porque tienen que salir a trabajar para sobrevivir. Además retomó las condiciones de precariedad sobre las que se monta la ultraderecha para avanzar en los ataques actuales: “Yo siempre digo que soy la última generación que conquistó un trabajo de planta permanente. Fue con organización y mucha pelea. Pero lo que vino en las últimas décadas fue la precarización en nuestros trabajos. Las estudiantes lo saben porque lo ven en campo cuando salen a sus prácticas preprofesionales. La precarización laboral que es la precarización absoluta de la nuestra vida y la de nuestros hijxs”.
A partir de las problemáticas comunes y cotidianas de millones de familias como la básica posibilidad de enviar a los hijos a las escuelas con un micro y tener mayor tiempo para trabajar, se abrió un debate que interesó a las participantes. ¿Es posible pensar en otro tipo de sociedad? Esto permitió pensar cómo sería una organización social si no estuviera al servicio de maximizar las ganancias de unos pocos empresarios y estaría al servicio de las grandes mayorías. Natalia Hernández habló de crianza socializada de las infancias, las tareas de reproducción y el cuestionamiento al sistema capitalista, retomando los ejemplos que hace más de 100 años eran parte del debate de la Rusia soviética.
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El entusiasmo por continuar este debate y abrir nuevos, fue reflejado en las intervenciones de cierre desde la comisión directiva del Colegio se propuso darle continuidad, armar una mesa redactora de un documento de la charla y proyectos para socializar y extender la difusión para llegar a los diferentes rincones de La Matanza.
