Este 25 de noviembre, Día Internacional de la Eliminación de todas las formas de violencia contra las mujeres, las compañeras de Pan y Rosas Ciudad Juárez, así como las y los compañeros del Movimientos de las y los Trabajadores Socialistas se suman a la jornada nacional de lucha que tendrá lugar en varios estados del país.
Jueves 26 de noviembre de 2020
En el contexto de una brutal crisis económica y sanitaria descargada sobre las espaldas de las y los trabajadores, el que las mujeres se manifiesten de diferentes formas para defender sus derechos demuestra que ni una pandemia nos va a parar. De forma virtual y presencial, mujeres de diferentes organizaciones feministas del estado de Chihuahua se manifestaron contra la violencia hacia las mujeres en el marco de una jornada nacional de lucha.
Así como el feminicidio y la violencia doméstica no se van a cuarentena, las mujeres dan un paso al frente para denunciar la violencia estructural que somete sus vidas a la precarización. Son las mujeres de las maquilas las que denuncian que las y los obreros están muriendo contagiados de Covid en las líneas de producción y que aún a pesar de esto siguen laborando más de 12 horas en la fábrica. Son las maestras que trabajan día y noche atendiendo a sus alumn@s sin el pago de horas extras las que denuncian la privatización de la educación. Son las mujeres trabajadoras del sector salud las que ponen el cuerpo en reclamo por la falta de insumos para enfrentar la pandemia.
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El gobierno federal encabezado por Andrés López Obrador ha mostrado impotencia frente a la pandemia que nos ha arrancado miles de vidas de trabajadoras y trabajadores que no cuentan con igualdad de posibilidades para enfrentar la enfermedad; aunado a esto, los recortes salariales y los despidos masivos han dejado a miles de mujeres jefas de familia en la pobreza y con defensas bajas que les impiden no contagiarse. El presidente de la república ha optado por ser servil ante la política de la Casa Blanca que ha devenido en la privatización de los derechos más fundamentales para las mujeres, como el derecho al aborto libre, legal seguro y gratuito.
En el marco de la precarización de la vida que se palpa en la cotidianidad de las familias obreras cuando ya no alcanza para completar la quincena, el gobernador panista del estado de Chihuahua, Javier Corral, salvaguarda los intereses de los grandes empresarios que siguen fortaleciendo sus bolsillos a costa del saqueo cometido contra el estado grande. Además, mantiene sus broncas políticas en ataques de dimes y diretes contra empresarios que son protegidos por la 4T y que claramente contravienen los intereses el gobernador, como “la pelea” que sucedió días atrás entre el gobernador y el empresario Ricardo Salinas Pliego; mientras el presidente municipal de Ciudad Juárez, Armando Cabada, despilfarra miles de pesos en obras públicas que poco han beneficiado a los juarenses.
Además, Javier Corral ha impuesto medidas punitivas como la "Ley Cubrebocas", que solamente responde a fines recaudatorios y represivos de la mano de la policía. Por más tinte decorativo y protector que le quieran poner a la ley, a las y los de abajo se les trata a punta de garrote. Aunado que esto mermó la movilización en esta jornada con una retórica del miedo para que las mujeres no salieran a marchara.
La vida de las mujeres no son prioridad para los tres niveles de gobierno: será con independencia política y siendo miles en las calles como vamos a parar el feminicidio, la desaparición de mujeres, las redes de trata y la explotación laboral.
La salida para parar la violencia estructural contra las mujeres no vendrá de entregarles a las mismas “silbatos” para que los suenen cada vez que estén en peligro, no vendrá de que amplíen los “corredores seguros para las mujeres” o de que activen los botones de pánico. Éstas son medidas impotentes frente a un sistema capitalista patriarcal que se mofa y criminaliza a las mujeres que luchan; nuestra defensa debe recaer en la lucha política por nuestros derechos, en las fortalezas de clase que podemos crear en nuestros centros de trabajo, en nuestros barrios o centros de estudio.
Es esencial que las mujeres jóvenes, obreras de las maquiladoras, maestras, estudiantes y en general todas las mujeres de la clase trabajadora, junto con aquellas de los sectores más desprotegidos, que ya no solo cargan con la doble o triple jornada, sino que trabajan bajo esquemas de tal desigualdad en condiciones esclavizantes y/o bajo un constante acoso sexual, nos organicemos políticamente y salgamos a las calles a pelear por un mundo mejor.
Jornada Nacional de Pan Y Rosas 25N; Este 25N estudiantes y jóvenes precarias salimos juntas a las calles.