En la apertura de sesiones ordinarias el primero de marzo, el presidente Javier Milei habló de una mayoría silenciosa entre la que están “amas de casas que tienen la enorme tarea de educar a nuestras generaciones futuras”. Pero, aunque crea que nuestro lugar es el silencio y el hogar, estamos preparando una enorme movilización en todo el país y también en Mendoza para el próximo 8 de marzo Día internacional de las mujeres.
Cecilia Soria @Ceci_Soria_
Lunes 4 de marzo de 2024 12:14
En la apertura de sesiones ordinarias el primero de marzo, el presidente Javier Milei habló de una mayoría silenciosa entre la que están “amas de casas que tienen la enorme tarea de educar a nuestras generaciones futuras”. Pero, aunque crea que nuestro lugar es el silencio y el hogar, estamos preparando una enorme movilización en todo el país y también en Mendoza para el próximo 8 de marzo Día internacional de las mujeres.
El ensañamiento del presidente con las mujeres y las diversidades, con los feminismos y todes quienes se organizan por sus derechos no es casual. Eso que llaman batalla cultural pretende justificar el ajuste al servicio del Fondo Monetario Internacional (FMI) utilizando los movimientos de lucha por derechos democráticos y las conquistas que hemos tenido como chivo expiatorio. Hablan de argentinos de bien vs. quienes viven del Estado como una supuesta defensa de la moral de país disfrazando discursivamente el ajuste de las jubilaciones, bajos salarios, trabajos sin derecho y que le sacan la comida a los comedores populares, para favorecer a los sectores más concentrados de la economía, especuladores financieros y grandes empresas. ¿Qué otra explicación puede tener la prohibición del lenguaje inclusivo y la perspectiva de género en la administración pública?
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Por eso los gobernadores, como Alfredo Cornejo, se suman preparan para firmar el pacto de mayo. Para muestra basta una tiza: una maestra con 23 años de antigüedad, a cargo de 30 niños de primer grado, esa maestra que les va a enseñar a leer y escribir ganó $288,000 este mes. Esto pasa en todos los trabajos realizados mayormente por mujeres: son los peores pagos y con menos derechos.
También lo vemos en el recorte presupuestario de organismos del Estado que deberían ocuparse de prevenir y abordar las situaciones de violencia de género. Sólo hace unos días, Belén Bobba Directora de Género y Diversidad y militante de Mumalá, dejó entrever en la red social X que el gobierno nacional no está enviando los fondos destinados a los programas Acompañar y de ayuda a familiares de víctimas de femicidios, entre otros. Aunque desde el organismo no se publican datos y ni se contestan pedidos de informe al respecto.
🥱Adorni dijo q el Gobierno "iniciará las actuaciones para prohibir el lenguaje inclusivo y todo lo referido a la perspectiva de género en toda la Administracion pública Nacional".
Y cuando empezarán a garantizar algo? Cómo el acceso al Programa Acompañar, al Programa de ayuda pic.twitter.com/uH9pm3NjJi— belu bobba (@belubobba) February 27, 2024
La defensa de nuestros derechos está indisolublemente ligada a organizarse para derrotar el plan motosierra del Javier Milei, tirar abajo el DNU. Circula bastante en redes una declaración de Simone de Beauvoir donde dice: “No olvidéis jamás que bastará una crisis política, económica o religiosa para que los derechos de las mujeres vuelvan a ser cuestionados. Estos derechos nunca se dan por adquiridos, debéis permanecer vigilantes toda vuestra vida”. No podemos esperar pasivamente, como nos proponen desde peronismo/kirchnerismo que está al frente de los sindicatos, centros de estudiantes y movimientos sociales. Son responsables de no abrir sus puertas para que podamos organizarnos, ni convocar a movilizarse contra las medidas del gobiernos. Su expectativa es volver a gobernar, dejando pasar los ataques contra nosotras, nosotres y nuestras familias para después buscar un cambio de gobierno con las elecciones cuando esté hecho el trabajo sucio. Exijamos a las centrales sindicales y las dirigencias de los movimientos sociales que este 8 de marzo convoquen a un gran paro nacional con movilización, porque su especulación no es nuestro camino.
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El próximo 8 de marzo tenemos los desafíos de mostrar que no estamos dispuestas y dispuestes a que arrasen con lo que hemos ganado y lograr que la marcha se transforme en una tribuna donde cada sector pueda mostrar su lucha y los demás podamos solidarizarnos. Una movilización que no puede ser un desfile, sino que tiene que prepararse desde abajo con debates en democráticos en cada lugar de trabajo, de estudio y en donde vivimos. Con Pan y Rosas, apostamos a esta perspectiva para que el movimiento de mujeres y diversidad vuelva a ganar las calles de manera independiente de este gobierno y los anteriores, como única garantía para frenar la avanzada reaccionaria libertaria y el ajuste de Milei.
