La primera reunión convocada por la Secretaría de Género de la AGTSyP de cara a un nuevo Paro Internacional de Mujeres estuvo atravesada por varias discusiones. Acá los puntos principales.
Sábado 24 de febrero de 2018
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La primera reunión convocada por la Secretaría de Género de AGTSyP para empezar a organizar este nuevo 8M, fue atravesada por discusiones sobre el carácter del Paro y la participación del sindicato. Publicamos los principales puntos para el conocimiento y discusión del conjunto de trabajadoras y trabajadores del subte.
El movimiento feminista, desde hace algunos años, pasó al frente en el seno de la sociedad por sus reclamos. Hoy asistimos a multitudinarias manifestaciones en las calles y espacios en los medios de comunicación escritos y de televisión, detrás de lo cual está la organización de las mujeres en los lugares de trabajo y de estudio.
Y aunque esto no es nuevo, ya que el movimiento feminista data de cientos de años de lucha, hoy somos testigos de una etapa donde el derecho al aborto legal, seguro y gratuito, el rol de las mujeres en las diferentes luchas y la intención de terminar con un Estado y una sociedad patriarcales, son conocidos y debatidos masivamente por mujeres y hombres de todas las edades y sectores sociales.
Sin ir más lejos, este viernes se vio reflejado en los matutinos más importantes que se comenzaría a debatir en el Congreso el Proyecto de Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo que será presentado por séptima vez para su tratamiento en el Congreso nacional. Esto no es casual, sino producto de la lucha en las calles del movimiento de mujeres que el último 19F mostró su fuerza exigiendo “Educación sexual para decidir, anticonceptivos para no abortar, aborto legal para no morir”.
Así y todo, faltan innumerables derechos por conquistar. Las mujeres seguimos siendo víctimas de un femicidio cada 23 horas, seguimos muriendo por abortos clandestinos, seguimos siendo las que tenemos peores salarios y los trabajos más precarizados, provocando todo esto que seamos las que primero pagamos la crisis y el ajuste del gobierno de Cambiemos, pero también de los gobiernos anteriores.
De hecho en el mismo ámbito del subte, las mujeres aun no podemos acceder a algunos sectores que son exclusivos de los hombres, como la limpieza de noche o las tareas de mantenimiento, lo cual quedó reflejando en las inquietudes de las compañeras que participaron de la reunión.
Por todo esto, se hace sumamente importante el rol que puedan cumplir las organizaciones sindicales para impulsar la organización de las mujeres para este 8 de marzo, pero también para imponer nuestra agenda el resto del año, teniendo como objetivo terminar con la opresión de la mujer que sigue sosteniendo este sistema capitalista y patriarcal, donde la igualdad de derechos no es la igualdad ante la vida.
Como dijo la diputada de los trabajadores Myriam Bregman, del PTS en el FIT, referente indiscutida del movimiento de mujeres: “Falta dirigencia sindical que apoye a las mujeres que quieren parar el 8M”.
La intención de dar el debate en el Congreso por el derecho al aborto (con fecha probable el próximo 8 de marzo), debe ser acompañada de una gran movilización que ya hay que empezar a preparar. Porque si bien el proyecto se trataría, los diputados del bloque oficialista y otros reconocidos antiabortistas ya manifestaron su intención de que no se apruebe.
Pan y Rosas viene participando de las asambleas “Ni una Menos” en la Mutual Sentimiento y lleva este debate al subte en el primer encuentro convocado por la Secretaría de Género. Si bien saluda esta iniciativa, señala la importancia de que todo lo que se discuta en estas instancias debe ser de público conocimiento del conjunto de las trabajadoras y trabajadores para su debate en asambleas. Esa es la forma de fortalecer las demandas de las mujeres y de generar un movimiento real que permita conquistar nuestros derechos.
Pero sobre todo, si realmente se quiere avanzar en las reivindicaciones de las mujeres, este 8M el sindicato debe impulsar un paro efectivo, y así fue planteado. Se propuso en concreto que el sindicato ya mismo inicie el llamado a asambleas por línea y sector para debatir el paro junto a nuestros compañeros.
¿Se imaginan a las trabajadoras y trabajadores del subterráneo codo a codo, parando el subte por las demandas de las mujeres, provocando un verdadero hecho político que le de fuerza a la jornada? La huelga es el método de la clase trabajadora para inclinar la balanza a nuestro favor.
Si bien como demuestran las azucareras de Jujuy, las mujeres de la mina de Turbio y las trabajadoras del Posadas, la fuerza a las mujeres nos sobra ¿por qué no fortalecernos peleando junto a nuestros compañeros? ¿Acaso es distinta la forma de luchar cuando hablamos de los derechos de las mujeres? ¿Por qué seguir condenándonos a una pelea por la mitad?
Imaginemos si ese día aparecemos en todos los canales de televisión levantando no solo los derechos que aun nos falta conquistar a las mujeres del subte, sino a todas las mujeres. Esto no quiere decir que nadie vaya a decidir por nosotras. De hecho el pasado 8M quedó demostrado que las mujeres del subte estamos dispuestas a pelear, y que lo seguiremos haciendo.
Queremos jugarnos a una acción contundente que les duela a las patronales del subte, al gobierno de Macri y los que nos ajustan, que nos siguen condenando a los márgenes de la pobreza, que nos siguen negando el derecho al aborto legal, seguro y gratuito. Que nos siguen negando a las trabajadoras del subte, el acceso a los sectores mencionados más arriba.
De igual manera, ¿por qué no exigirle a nuestra central sindical y al resto de las centrales, que tomen la lucha de las mujeres en sus manos? Podríamos parar todas y todos así. Los sindicatos son una herramienta poderosa para instalar nuestras demandas. Queremos que ese día la tierra tiemble de verdad. No se trata pues solo de “visibilizar” nuestra problemática -que ya esta bastante visible gracias a las movilizaciones masivas- se trata también de alcanzar nuestros objetivos.
Nuestra tarea, como mujeres, es superar las divisiones que nos imponen desde arriba, entre trabajadores efectivos y precarizados, de planta o contratados, o entre hombres y mujeres.
El debate está instalado. Ahora queremos que la conducción del sindicato lo lleve a cada línea a cada sector donde podamos decidir. La fuerza, como se vio reflejada en la jornada del 21F, está. Allí estuvieron las mujeres que vienen peleando contra los despidos y resistiendo el ajuste de Cambiemos, como las trabajadoras del Hospital Posadas, las mujeres de los ingenios del norte, las trabajadoras del INTI, y las docentes que están peleando contra las paritarias de hambre que quiere imponerles María Eugenia Vidal.
Está en nuestras propias fuerzas superar los límites que nos imponen desde arriba, y avanzar hacia una sociedad donde podamos gozar con plenitud de todos nuestros derechos.