Ayer la Federación Universitaria convocó una asamblea de mujeres interclaustros e interfacultades a tan solo un día del Paro Internacional del 8M y sin clases en la mayoría de las unidades académicas.
Jueves 8 de marzo de 2018 12:37
A través de un comunicado, las autoridades de la Presidencia de la Universidad Nacional de La Plata expresaron su adhesión al Paro Internacional del 8M y a la movilización que se realizará ese mismo día. A su vez, invitaron a las distintas dependencias a poner en consideración otorgar facilidades académicas, pero para que puedan asistir sólo las mujeres . Mientras miles se preparan para marchar en la capital provincial, medidas como esta divide la lucha y son insuficientes para que estudiantes, docentes y no docentes nos organicemos.
Sofia Matta, estudiante de Bellas Artes y militante de Pan y Rosas
En el contexto de descontento generalizado contra las medidas antipopulares y de ajuste de Macri y los distintos gobernadores del peronismo, la agenda de las mujeres se impuso en los medios, el Congreso y en las calles. Esto también se ve en las mujeres que se pusieron al frente de la lucha contra los despidos, como las enfermeras del Hospital Posadas, las trabajadoras de la UEP y del diario Hoy.
En contraste con esta situación, y en completa sintonía con el Rectorado, las conducciones kirchneristas de la Federación Universitaria (FULP) y los gremios de no docentes (ATULP) y docentes (ADULP) llamaron a un paro sólo de mujeres.
Esta resolución de ADULP y ATULP fue tomada “sobre el pucho” y de forma completamente antidemocrática. Y como estos gremios solo defienden a los trabajadores de planta, el paro solo de mujeres deja sin garantías para poder parar a las compañeras tercerizadas y precarizadas.
Por otro lado, el frente de conducción de la FULP (Miles-PG) impone a miles de estudiantes de la UNLP cómo organizarse y cómo parar el 8M. No es de extrañar, ya que se trata de un frente de conducción que se reivindica kirchnerista y es aliado al Papa, el principal enemigo de los derechos de las mujeres.
El aborto legal se conquista en las calles
La Federación dice que el paro es “contra Macri” de manera generalizada, pero lo cierto es que están en una posición incómoda cuando deben hablar de aborto. Es sabido que la misma Cristina, a quien reivindican, durante 12 años ordenó que se cajonée el proyecto de la Campaña, e incluso dijo públicamente este año que la Argentina no está preparada siquiera para debatirlo.
Silvina Pantalani, docente de la Facultad de Trabajo Social y militante de Pan y Rosas
En este contexto, en la asamblea interfacultades se negaron a votar movilizar junto a la Campaña por el Derecho al Aborto y la Multisectorial de Mujeres, como se propuso desde la agrupación Pan y Rosas. Ni siquiera pudieron aclarar dónde marcharían. Esta actitud, más que sumar fuerzas, sólo sirve para dividir la lucha por conquistar nuestros derechos.
Nosotr@s paramos
Es claro que el gobierno pretende que seamos los trabajadores, las mujeres y el pueblo quienes paguemos el ajuste. Pero esto no ha sido tan sencillo después de la votación de la reforma previsional, la marcha del #21F y la resistencia que muestran todos los conflictos que se desarrollaron en el verano y que siguen hoy (la UEP, FANAZUL, el Posadas, los trabajadores del INTI, los mineros de Río Turbio, los docentes). Estos sectores que salen a luchar son una muestra de que hay fuerzas para resistir el ajuste y conquistar nuestros derechos.
Nora Dragun, trabajadora no docente de la Facultad de Bellas Artes, referente del El Frente y militante de Pan y Rosas
Por eso, la discusión en torno al 8M se hace muy importante: o hacemos un paro simbólico donde se “demuestre que las mujeres hacemos falta“ y los hombres hagan nuestro trabajo; o hacemos un paro activo mujeres, hombres e identidades LGTBI que realmente se imponga al gobierno. La conquista de nuestros derechos no es simbólica, es concreta; y para lograrlo, necesitamos a los hombres de aliados. Pero también necesitamos que las organizaciones de trabajadores tomen nuestras demandas.
Hoy más que nunca, y porque no confiamos en ningún gobierno, desde el movimiento de mujeres tenemos que unirnos a los sectores que salen a luchar. En esta perspectiva se esconde la enorme potencialidad que tiene la alianza entre las mujeres, los trabajadores y la juventud. Nuestros derechos no se mendigan… ¡se conquistan!