Este 11 de septiembre se cumplen 48 años desde el Golpe Militar y el inicio de la dictadura de Augusto Pinochet en Chile, dando paso a la instauración, a punta de fusil, del modelo neoliberal en el que vivimos hoy en día. En esta nueva conmemoración, repudiamos al gobierno criminal de Piñera y exigimos juicio y castigo a los responsables políticos y materiales de las decenas de muertes, cientos de mutilaciones oculares, golpizas, abusos sexuales, torturas, entre otros vejámenes, perpetrados en el estallido social; y denunciamos a la derecha golpista de ayer y hoy, y a todos los partidos del régimen que mantienen con vida la herencia de la dictadura. Hoy, más que nunca, se hace urgente construir una alternativa consecuente, de la clase trabajadora y el pueblo.

Gregorio Flores Trabajador de fábrica, Antofagasta - dirigente nacional del PTR
Sábado 11 de septiembre de 2021
Foto: Cordon Mapocho-Cordillera, Aurora de Chile (prensa de los Cordones Industriales) n°31, 1973
Un Golpe al servicio de los capitalistas y el imperialismo
Han pasado 48 años desde la instauración de la dictadura militar de Augusto Pinochet en Chile. Esta arremetida de la burguesía y Fuerzas Armadas, con el apoyo directo del imperialismo de Estados Unidos, tuvo como principal objetivo aplastar el ascenso de la clase trabajadora y los sectores populares, que venían cuestionando esta sociedad de clases y desigualdades, y organizándose para cambiar la realidad, con los obreros de los Cordones Industriales a la cabeza de esta batalla. En esta nueva conmemoración del Golpe Militar, reivindicamos y no olvidamos a los miles de asesinados, ejecutados políticos, torturados y desaparecidos que dejó el régimen militar, y exigimos juicio y castigo a los genocidas y cómplices de la dictadura. ¡Ni perdón ni olvido!
Foto Naul Ojeda, Aurora de Chile (prensa de los Cordones Industriales), n°37, 1973
Es contra la herencia de esa dictadura podrida, impuesta a punta de fusil, que millones salimos a movilizarnos en la rebelión popular del 2019, cuestionando el desmantelamiento de todos los derechos básicos del pueblo, la precarización laboral y sus formas, como el subcontrato, el negocio de las pensiones, salud, educación y vivienda, el abuso e impunidad policial y el saqueo de nuestros recursos naturales y, con ello, la destrucción del medioambiente. A 48 años del Golpe Militar, ¡exigimos juicio y castigo a los responsables políticos y materiales de la represión y violaciones a los Derechos Humanos ocurridas en el estallido social! Partiendo por el gobierno criminal de Piñera y sus autoridades. ¡Libertad a las y los presos de la revuelta y del pueblo mapuche!
Hoy, más que nunca, decimos basta de este Chile de los 30 años. El Chile de la impunidad donde se permite que genocidas y personeros de la dictadura militar, como Jorge Arancibia, sean parte de la convención constitucional actual. Por eso decimos ¡fuera Jorge Arancibia de la convención y juicio y castigo a los cómplices del terrorismo de Estado!
En esta nueva conmemoración del 11 de septiembre de 1973, repudiamos al gobierno criminal de Piñera, principal responsable de las decenas de muertes, cientos de mutilaciones oculares, golpizas, abusos sexuales, entre otros vejámenes, perpetrados en el estallido social; y denunciamos a la derecha golpista de ayer y hoy, y a todos los partidos del régimen que mantienen con vida la herencia de la dictadura, como es la ex Concertación.
Concertación y Derecha perfeccionaron la obra de la Dictadura Militar
La derecha de ayer y hoy defiende con uñas y dientes el mismo modelo capitalista y neoliberal del saqueo, aunque se vista de una "derecha social"- como Paulina Núñez, quien exigió al gobierno de Piñera sacar a los militares e instaurar el toque de queda en el estallido social, o Marco Antonio Díaz, ex gerente del magnate Luksic; ambos van detrás del sucesor de Piñera, Sebastián Sichel-; son férreos defensores de las herencias de la dictadura y de este modelo de los 30 años: modelo de AFP y pensiones de hambre; salud y educación en trizas y convertidas en un negocio de consorcios, Isapres y clínicas privadas; el déficit habitacional que afecta a más de 2,5 millones de personas, alimentando las ganancias de las empresas inmobiliarias
Los partidos de la ex Concertación y ex Nueva Mayoría tampoco se salvan de ser defensores del régimen de la dictadura, estuvieron años gobernando administrando sus herencias y el modelo neoliberal, con privatizaciones, concesiones y profundizando los negocios con nuestros derechos, como en el gobierno de Lagos con la creación del CAE y, con ello, el endeudamiento de miles de jóvenes con la banca privada; o con la reglamentación del subcontrato en pleno gobierno de Bachelet. Ni qué decir sobre la responsabilidad de estos gobiernos en la represión y muerte de comuneros mapuche- como Matías Catrileo y Rodrigo Cisternas-, o de trabajadores, como el minero Nelson Quichillao, asesinado en el segundo mandato de Bachelet- del cual el Partido Comunista fue parte-, en plenas movilizaciones por el Acuerdo Marco.
Por su parte, el Frente Amplio colaboró con el segundo gobierno de Bachelet, a través del Ministerio de Educación- avalando la falsa “gratuidad”- y el PC fue parte de este, por medio del Ministerio de la Mujer. Hoy en día, ambas organizaciones han sido parte del desvío de la rebelión popular y del salvataje a Piñera. El FA firmando el “acuerdo por la paz y nueva constitución” y votando leyes represivas como la “anti-protestas”- cuya consecuencia son los cientos de presos políticos del estallido social-, y, por su parte, el PC entregando una tregua permanente a este gobierno criminal- abandonando el llamado a la huelga general y las movilizaciones-, y votándole leyes anti-trabajadores como la ley de “suspensiones”.
Convención Constitucional la y herencia de la Dictadura Militar
En la Convención Constitucional, tanto el FA como el PC- al igual que la desangrada Lista del Pueblo- se han subordinado completamente a las reglas del “acuerdo por la paz”, cuyas normas fueron impuestas por los partidos del régimen para mantener a la convención amarrada y controlada- con reglas como los ⅔ o que ningún tratado internacional pueda modificarse, perpetuando así, por ejemplo, el negocio de las AFP-; de esta forma, los grandes empresarios y sus partidos podrán mantener los pilares intactos del régimen de los 30 años. Por eso vemos que ni el FA ni el PC, ni lo que queda de la lista del pueblo, han dado una pelea por sacar a gente de la convención, como Jorge Arancibia, ex edecán de Pinochet y denunciado por organizaciones de DDHH; mucho menos han movilizado contra las trabas de la convención y la ofensiva de la derecha.
Los falsos amigos del pueblo no son una alternativa para la clase trabajadora y el pueblo, ¡necesitamos construir una organización totalmente independiente de los empresarios y de los partidos del régimen! Hoy, más que nunca, se hace urgente construir una alternativa consecuente, que no le deba nada a este régimen de los 30 años, ni pacte con quienes durante años han profundizado la herencia de la dictadura. Una alternativa que tome lo mejor de la experiencia de la clase trabajadora en Chile y el mundo, de las experiencias de lucha y organización de las y los trabajadores, que se proponga levantar un partido obrero, revolucionario, de ruptura con el capitalismo, que luche por un gobierno de los trabajadores y por conquistar una sociedad libre de explotación y opresión.