Este 27 de Marzo se cumplieron 5 años del brutal homicidio a Daniel Zamudio, motivado por el odio y la discriminación hacia la diversidad sexual. Reproducimos Declaración de la agrupación de mujeres y diversidad sexual "Pan y Rosas Teresa Flores"
Martes 28 de marzo de 2017
A 5 años del brutal homicidio a Daniel Zamudio, motivado por el odio y la discriminación hacia la diversidad sexual, hoy somos testigos de como el Estado solo actúa en casos de revuelos mediáticos, olvidando las necesidades de la diversidad sexual y esperando más muertes para tomar medidas parciales que velen por la protección de nuestras vidas.
Y es que desde la muerte de Daniel hemos visto series de televisión, películas y actividades conmemorativas por parte del Estado y otras organizaciones no gubernamentales, pero nada de esto constituye un real avance en la conquista de nuestros derechos.
Desde la aprobación de la Ley Zamudio, se han presentado 245 demandas y solo se ha llegado a 13 sentencias favorables para las víctimas. La Ley Zamudio establece la no discriminación arbitraria pero los resultados solo se aplican al caso concreto y no permite modificar o eliminar otras normas. En cuanto al ámbito penal sólo incorpora la discriminación en términos generales como un agravante de la responsabilidad. Esto muestra sus deficiencias y que la ley es un débil intento por equiparar un mundo lleno de discriminaciones para la diversidad sexual.
Lejos de dar un espacio de confianza para denunciar, en la práctica significa que no hay ningún tipo de oficina donde recurrir en casos de discriminación, carece de indemnización, se multa al denunciante en caso de que no se pruebe la discriminación y probar los hechos es tarea de la víctima. Así las cosas, la ley Zamudio no resuelve nada.
Necesitamos una ley que proteja realmente nuestros derechos en caso de discriminación, y que efectivamente evite la violencia en contra de la diversidad sexual y los crímenes de odio. Porque a quienes más afecta la discriminación es a la diversidad sexual pobre y trabajadora, ya que por no responder al binario hombre y mujer, tienen los peores trabajos al igual que las mujeres, mayoritariamente en puestos de servicio, en trabajos informales o con contratos inestables. Esta situación no es igual a la realidad que viven los sectores más acomodados de la diversidad sexual, los cuales tienen garantizados derechos que los sectores más precarios no.
Sin embargo, no basta con la creación de una ley, mucho menos podemos confiar en la respuesta insuficiente del gobierno de la Nueva Mayoría, ni tampoco dejar que nuestros derechos los decidan en conjunto con la derecha conservadora que históricamente se ha opuesto a nuestras demandas. Necesitamos levantar un gran movimiento de mujeres y diversidad sexual, que en alianza con movimientos sociales como No + AFP, Ni Una Menos, los trabajadores y sectores oprimidos, podamos luchar por nuestros derechos en nuestros lugares de trabajo, de estudios y nuestras casas.
¡Basta de violencia hacia la diversidad sexual, organicémonos para luchar y conquistar todos nuestros derechos!
#NecesitamosUnaVerdaderaLeyAntidiscriminación
Pan y Rosas Teresa Flores