El presidente realizó una nueva ceremonia para celebrar la cumbre que tuvo lugar el fin de semana pasado. Habló de una “inyección” para “seguir en el camino correcto”.
Martes 4 de diciembre de 2018 19:36
Mauricio Macri sostiene la euforia que demostró en el cierre de la Cumbre del G20. Y eso a pesar de que los datos de la realidad se esfuerzan por mostrar que el país real está lejos de aquel otro lujoso que se vio en Costa Salguero y el Teatro Colón.
Este martes por la tarde se conocieron nuevos datos de la economía que dan cuenta de una fuerte caída en la industria y en la construcción. Ambos sectores cayeron casi un 7 % en el mes de octubre. En el caso de la construcción se trata de la peor caída en dos años.
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Sin embargo, eso no impidió que el mismo día, aunque unas horas antes, el presidente Macri lanzara una nueva celebración donde “agradeció” a quienes hicieron posible la Cumbre del G20.
Los destinatarios del nuevo festejo fueron funcionarios y algunos de los trabajadores que garantizaron la organización del evento que se realizó el viernes y sábado pasados.
El encuentro, que tuvo lugar en el Museo Casa Rosada, sirvió para dar una suerte de cierre a los eventos que se sucedieron alrededor de la cumbre.
Dando una muestra de algo de realismo, Macri afirmó que “los problemas que tenemos que resolver siguen ahí, pero esto nos dio una inyección para que confirmemos que estamos en el camino correcto”.
La frase suena repetida en el discurso presidencial, a lo largo de tres años de gestión de Cambiemos. Siempre se está “en el camino correcto”.
Macri también reivindicó el apoyo recibido por las grandes potencias durante el encuentro. “Nos alentaron a que sigamos trabajando de esta manera porque vamos a conseguir una mejor calidad de vida para todos. De eso se trata este desafío que hemos asumido”, afirmó el titular del Poder Ejecutivo.
Entre quienes “felicitaron” a Macri estuvieron Donald Trump, Emanuelle Macron y Christine Lagarde. Se trata de un claro aval a las políticas de ajuste que Cambiemos implementa en el país.
El presidente pretende marcar la agenda con un tono optimista, que continúe con el discurso de la "integración al mundo". La realidad está bastante distante. Los resultados de la Cumbre dejan poco margen para festejar, sea en lo que concierne a la economía mundial ni a lo que pueda afectar a la Argentina.
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