Ayer domingo 15 de noviembre se cumplió un año de la firma del Acuerdo por la Paz y la Nueva Constitución, la que no solo salvó a Piñera, sino que además le dio tiempo al régimen heredado de la dictadura para defenderse de la rebelión popular. Y todo esto con acuerdo, no solo de la vieja Concertación y la derecha, sino que del mismo Frente Amplio; y el Partido Comunista a su vez, desmovilizando a través de la CUT, negándose a continuar el paro nacional y quitando la consigna Fuera Piñera

Ricardo Rebolledo La Izquierda Diario
Lunes 16 de noviembre de 2020
La imagen ayer en el programa de política Estado Nacional, con Catalina Perez, presidenta de Revolución Democrática, junto Mario Desbordes, presidente de Renovación Nacional al momento de la firma del Acuerdo, y ahora ministro de Defensa de Piñera, es una imagen que parece volver a recrear y a validar ese Acuerdo del 15 de noviembre que le salvo el gobierno a Piñera y a la derecha.
Pero la firma por el Acuerdo por la Paz y la Nueva Constitución no solo hizo eso, sino que le dio un tiempo valioso a todo el régimen de los 30 años heredero de la dictadura, para planear su defensa, y que terminó parándose sobre esos mismos partidos, para que a su imagen y semejanza, planearon una ruta para desviar toda la movilización popular, que ya el 12 de noviembre hizo temblar toda la herencia de la dictadura, marcando una pauta para vetar nuevamente la participación del pueblo.
Toda una verdadera trampa para desviar la movilización popular, para que este régimen de los 30 años se termine haciendo una "auto-reforma".
Y firmas donde no solo encontramos a la vieja Concertación y a la derecha, los grandes partidos empresariales, sino que al mismo Frente Amplio, o al menos a sus principales partidos, que ahora parecían muy cómodos negociando sobre nuestros muertos de la rebelión. Creando un Acuerdo con las condiciones necesarias para que ellos mismos definieran una hoja de ruta para una nueva constitución.
Un año de esta imagen, Boric-Jackson-Kast, cuando firmaron entre los partidos de la cocina el Acuerdo por la paz y la nva Constitución
Menos de 24hrs después murió Abel Acuña
Esa noche pactaron paz para Piñera y los poderosos, al pueblo siguieron reprimiéndolo en total impunidad pic.twitter.com/vAmVzNpJJ0— Dauno Totoro (@DaunoTotoro) November 16, 2020
Y el Partido Comunista cuento aparte, porque aunque no firmo formalmente el Acuerdo, hizo algo peor. A través de la CUT y de la Mesa de Unidad Social, en ambos donde aún son la principal dirección, luego del Paro Nacional del 12 de noviembre, quitaron la consigna Fuera Piñera, y no solo guardaron sus banderas y no movilizaron los grandes sindicatos, especialmente los mineros donde dirigen sin contrapeso, sino que se fueron a sumar al Acuerdo por la Paz y la Nueva Constitución.
Así, ahora recordamos un año de este pacto, que además se realizo sobre la impunidad de la represores, que solo 24 hrs después tuvo a Abel Acuña muertos en plena Plaza Dignidad, y luego del cual continuaron reprimiendo brutalmente, dejando más de 400 mutilados oculares, y con cientos de presos políticos que hasta el día de hoy nos encontramos exigiendo su libertad.
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La pelea continua por acabar con la herencia de la dictadura
El triunfo del Apruebo mostró que tenemos las fuerzas y el ánimo para cambiar todo y terminar con todas las herencias de la dictadura que siguen más vivas que nunca. Aún no hemos ganado nada. La minoría del rechazo, los grandes empresarios y multinacionales, siguen siendo los “dueños del país” y controlan el poder político, económico, financiero y militar.
Para terminar con los 30 años del legado de Pinochet y conquistar nuestras reivindicaciones sociales y democráticas, debemos derrotar a esos poderes reales, que defenderán con uñas y garras toda la herencia de la dictadura, fuente de sus riquezas y privilegios.
Pero para ello necesitamos fortalecer el único camino en el cual podremos derrotarlos: el camino de la movilización permanente, hacia un plan de lucha que culmine en la huelga general para echar a Piñera y todo este régimen Sin este camino, la nueva constitución redactada por los viejos dinosaurios empresariales mantendrá todo lo fundamental de la vieja constitución de Pinochet. Solo la acción de la lucha de clases en las calles y la auto-organización en el camino de la huelga general puede derrotar el consenso de los partidos empresariales del régimen de hacer cambios cosméticos para que nada fundamental cambie.
Sólo echando Piñera con la huelga general podremos imponer una Asamblea Constituyente Libre y Soberana que responda a nuestras necesidades. En ese camino, es necesario el impulso de organizaciones de los trabajadores y el pueblo pobre para esta pelea, y serán las que podrán encabezar un gobierno provisional de las organizaciones obreras y del pueblo pobre que convoque a una constituyente, como transición a un gobierno de las y los trabajadores.