Ya hace un año del transfeminicidio de Paola Sánchez Romero y en unos cuantos días se cumple un año del de Alessa Flores. Dos mujeres trans trabajadoras sexuales de la Ciudad de México.

Leah Muñoz @leahdanmunoz
Miércoles 4 de octubre de 2017

La madrugada del 30 de septiembre Paola fue baleada dentro de un auto por su cliente Arturo Felipe Delgadillo Olvera- ex militar e integrante de un cuerpo de seguridad privada- en la Av. Puente de Alvarado. A pesar de haber sido detenido y existir testigos y pruebas el juez del MP Gilberto Cervantes Hernández decidió que saldría libre.
Luego de la decisión del juez las amigas y compañeras de Paola se manifestaron en las calles exigiendo justicia para Paola, la reaprensión de Delgadillo y por la revisión del caso que estuvo plagado de irregularidades y prejuicios transfóbicos.
La impunidad existente en los crímenes de odio a mujeres trans no fue la excepción en este caso a pesar de la existencia de pruebas como el vídeo en donde el agresor se ve en el auto con Paola, el arma, el auto y los testigos.
Hace unos días las compañeras de Paola realizaron una misa para recordar un año de su partida.
Kenya Cuevas amiga y testigo del asesinato de Paola, en entrevista señaló que de la Secretaría de Seguridad Pública sólo ha recibido negativas en la implementación de las medidas del Mecanismo de Protección para Personas Defensoras de derechos Humanos y Periodistas de la Secretaría de Gobernación (Segob) a las que tiene derecho por ser la principal testigo y por el riesgo que corre al seguir involucrada en la búsqueda de justicia para Paola.
A pesar de recibir amenazas de muerte, señala que el gobierno le ha negado la escolta personal por ser trabajadora sexual.
“Es lamentable la respuesta de transfobia y de discriminación de la Secretaría de Seguridad Pública de la ciudad de México. Es increíble que sigan pasando estas arbitrariedades en la CDMX, en la entidad que supuestamente se declara amigable con la comunidad transgénero, en donde supuestamente hay derechos. En el discurso se dice una cosa y en los hechos no nos apoyan”, comentó Kenya.
Kenya también denunció que los mismos elementos de la SSP-CDMX la han agredido, ya que en una ocasión mientras entregaba insumos de prevención para VIH en la calle de Puente de Alvarado, policías la acosaron revisándole el bolso y dejándola desnuda.
“Tengo que estarme cuidando de los policías”, denunció.
Transfobia en México
Si bien el caso de Paola es bastante conocido por el descontento que generó su asesinato, también es conocido por la transfobia con la que las autoridades han operado en el caso.
Una transfobia que no sólo ha nublado este caso sino que día a día se expresa en las instituciones del gobierno de la CDMX que en meses anteriores lanzó una campaña para posicionar a la Ciudad de México como una ciudad “gayfriendly” con claros fines electorales.
Mientras sólo se acuerdan de nosotros en tiempos electorales la violencia transfóbica sigue siendo el día a día de las personas trans. Una violencia que se ignora pero que sigue cobrando la vida de muchas personas trans y arrojando a muchas mujeres al trabajo sexual.
Según el Centro de Apoyo a las Identidades Trans en lo que va del 2017 han habido seis transfeminicidios, seguramente pueden haber más dado que el método de conteo es por medios de comunicación.
Para detener la violencia contra las mujeres y la comunidad sexodiversa, debemos ser miles en las calles. Que la rabia se transforme en organización.