Hoy, la empresa Proa Consulting, sumó cinco nuevos despidos por videollamada a los veintisiete que ya había desvinculado desde que comenzó la cuarentena.
Jueves 2 de abril de 2020 00:10
La empresa Proa, que recauda fondos en la vía pública para famosas ONGs como Greenpeace y Unicef, entre otras, alcanzó ya los 32 despidos desde que inició la cuarentena. Lo mismo se replica en otras plantas del país.
Gabriela, madre de un niño, nos cuenta: “Me despidieron por llamada telefónica a través de una persona que no conozco. Me dijo que el motivo del despido era el Coronavirus. Era mi única fuente de ingreso”. Cuando exigió que el motivo sea expresado en un telegrama de despido, se negaron argumentando que formalmente no se podía hacer. “No lo hacen para cubrirse las espaldas, ya que tienen en claro que no están cumpliendo con el decreto”, agrega Gabriela.
Además, declara que ante la situación que transitan miles de trabajadores y trabajadoras en este período de cuarentena “los empresarios piensan que no van a tener ninguna consecuencia a la hora de despedir, entonces, no hay que tener miedo de enfrentarlos".
La empresa quiere presentar los despidos como finalización del período de prueba de tres meses. Sin embargo, ninguno de los despedidos superó los dos meses desde que ingresaron a trabajar. Esto demuestra el cinismo de una empresa que se llena la boca del palabrerío sobre la importancia de la solidaridad y el trabajo en equipo y no titubea al momento de echar.
A los veintisiete que Proa desvinculó anteriormente les figuró la carátula de “despido por causa mayor”, pero ahora que está prohibido la empresa busca artimañas para dejar en la calle a los trabajadores.
Sin contentarse con esto, a los y las que siguen trabajando les empeora sus condiciones laborales. Sole, que sigue activa en Proa, nos comenta: "Ya me avisaron que del mes pasado no van a pagar todas las horas que me deben y me dijeron que las extra que tenga que hacer por teletrabajo este mes tampoco se pagarían como tales, si no que se descuentan de las horas comunes que le debo a la empresa el mes que viene".
Así, quedan demostrados los límites del decreto presidencial publicado ayer, que no incluye al 40% de las personas que trabajan de manera informal en Argentina, a los que trabajan en blanco de forma precarizada. ni a los cientos de trabajadores despedidos antes del 31 de marzo.
Junto a que se haga efectiva la prohibición de despidos en lugares no sindicalizados, donde todo queda librado al arbitrio de las patronales, tiene que haber un salario mínimo de cuarentena de 30.000 pesos para el conjunto de los trabajadores no registrados que no gozan de ningún tipo de licencia.
Es fundamental que todos aquellos y aquellas que hayamos sufrido los despidos en este período, los abusos de las patronales y el no pago de salarios, empecemos a juntar nuestras fuerzas para intervenir cuando se levanten las medidas restrictivas de circulación.
La Izquierda Diario está al servicio de levantar estas voces y organizarlas, por lo que te invitamos a enviar este tipo de denuncias al 351245328.