Un mes pasó para que con el T-MEC México atrajera grandes inversiones desde diferentes partes del mundo, ¿pero qué es lo que hace que México sea un gran atractivo para el capital extranjero?
Martes 4 de agosto de 2020
A un mes de que entrara en vigor el nuevo tratado comercial entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), las inversiones en México ascendieron a más 337 millones de dólares.
Luz María de la Mora, subsecretaria de comercio exterior, aseguró que las inversiones vienen principalmente de Estados Unidos, Canadá, Japón, España, Francia y Países Bajos. También se esperan inversiones de Corea del Sur y de Argentina con Mercado Libre.
Aseguró que la certidumbre del tratado posibilita que se pueda invertir en determinado país y que el principal beneficio es que México puede seguir accediendo en condiciones preferenciales a los mercados de EU y Canadá promoviendo con ello la inversión.
¿Pero qué es lo que hace que México sea un gran atractivo para el capital extranjero? Más allá de la certidumbre que da el T-MEC a las empresas extranjeras, lo que en realidad les garantiza el aumento de sus ganancias es la producción a costos muy bajos, pues la mano de obra en México es una de las más baratas del mundo.
A esto sumémosle que México se ha configurado como el principal proveedor de mercancías de los Estados Unidos.
Muestra de ello es que Michael Casulleras aseguró que México sigue siendo un país bastante competitivo e interesante para Suiza, gracias a su mercado interno y a su ubicación geográfica. Y afirmó que la entrada en vigor del T-MEC beneficia a las empresas suizas que están operando en México y que exportan a Estados Unidos y que incluso importan productos o insumos desde EU.
Para los capitalistas, ser un país competitivo es ofrecer mano obra barata y un régimen laboral que permite la explotación de millones de trabajadores en todo el país. Pero eso por sí solo no les ofrecía garantías para invertir.
Por eso, el gobierno mexicano y el estadounidense se apresuraron a aprobar el T-MEC e imponer la reactivación económica en la región, obligando a millones de trabajadores a regresar a los centros de trabajo y poniendo su vida en riesgo ante la posibilidad de contagiarse de coronavirus.
Este tratado, lejos de que traer mejores condiciones de vida para la población, como afirma Andrés Manuel López Obrador, asegura las condiciones laborales para que empresarios, nacionales y extranjeros, tengan garantías de que sus inversiones van a traer considerables ganancias, las cuales no se pueden entender sin la explotación de millones de obreros.
A esto hay que agregar los 15 millones de despidos que hicieron los empresarios con complicidad del gobierno federal. Y más allá de que declaren que estas inversiones requieren de la creación de nuevos puestos de trabajo, nada asegura que esos trabajos no sean de lo más precario.
Por ello es necesario conquistar mejores condiciones laborales, pues durante la pandemia los empresarios siguen acrecentando sus ganancias mientras los trabajadores se enfrentan a los despidos y los recortes salariales.
Hay que imponer impuestos extraordinarios a los grandes empresarios que invierten en México para explotar a los trabajadores y que esos recursos sean utilizados para salud, alimentación y vivienda.
Frenemos la mano al gobierno y los empresarios que quieren que los trabajadores paguemos los costos de esta crisis, de la que sólo ellos son los responsables, para ello es necesario tirar este sistema que nos ofrece explotación y miseria.