×
×
Red Internacional
lid bot

Elecciones 2018. A una semana de las elecciones, ¿cuál es el panorama político en Jalisco?

Jalisco vota gobernador con amplias expectativas de “cambio”.

Martes 26 de junio de 2018

Falta menos de una semana para las elecciones y las tendencias electorales se clarifican, además de las elecciones presidenciales se eligen gobernadores en algunos estados, ese es el caso de Jalisco.

Las encuestas ponen como principal favorito para ocupar el puesto de Gobernador a Enrique Alfaro de Movimiento Ciudadano (MC), seguido al menos por diez puntos por Carlos Lomelí de Morena y muy por detrás se encuentra Miguel Castro Reynoso del PRI.

Aristóteles Sandoval del Partido Revolucionario Institucional (PRI) termina su periodo como gobernador con un cierre de sexenio bastante negativo. Un elemento central es la terrible ola de violencia, que deja miles de asesinatos, un fortalecimiento de los cárteles del narcotráfico.

En particular el Cartel Jalisco Nueva Generación que durante el actual gobierno se volvió el más poderoso de México, además de las más de tres mil desapariciones que existen en el estado, incluidas las de los tres estudiantes de cine que abrieron un proceso de movilización que visibilizó la terrible situación que se vive en el estado de Jalisco.

Estas elecciones generan gran expectativa de cambio en amplios sectores de la población. Eso expresan la mayoría de encuestas realizadas por las diferentes casas encuestadoras donde Enrique Alfaro candidato de Movimiento Ciudadano tiene entre 10 y 30 puntos de ventaja sobre sus oponentes esto dependiendo de la casa encuestadora.

Incluso existen diferencias entre a quién ponen en segundo lugar en preferencia de voto, la mayoría muestran que Carlos Lomelí candidato de Morena ocupa el segundo lugar y solo un par de ellas dan este lugar a Miguel Castro del PRI, que contrasta con el 38% de los encuestados que dijeron jamás votarían por el PRI.

Más allá de las encuestas lo que se percibe en el estado es un repudio a los partidos tradicionales y las leyes aplicadas en el último sexenio que significaron fuertes ataques a las condiciones de vida de los trabajadores y la juventud.

Además del incremento en la violencia y la entrega de los recursos naturales y estratégicos, esto trae consigo un fuerte repudio a los candidatos identificados con la casta política principalmente con el PRI, PAN y el PRD, lo que en primer lugar permitió el ascenso de MC con Alfaro a la cabeza.

Pero toda la popularidad del ex presidente municipal de Guadalajara no le evitó desmarcarse del PAN. Alfaro a la par que anunció su candidatura a Gobernador hizo una necesaria aclaración de que la pelearía por fuera del Frente Ciudadano, esto claro, no impidió que adulara a Anaya diciendo que era un excelente ciudadano que realmente buscaba un cambio para México.

Otro elemento que confirma la deslegitimación de los partidos políticos es el crecimiento en la intención al voto hacia Morena entre amplios sectores de la población jalisciense. Según las últimas muestras tendría un 44% de tendencia al voto en Jalisco.

El fenómeno de Morena como expresión del descontento llega a la población altamente industrializada de la zona metropolitana de Guadalajara, que ha padecido los efectos de las reformas estructurales que aprobó Peña Nieto y la militarización que ha tenido efectos desastrosos para los sectores más vulnerables.

Es también este hartazgo el que ha motorizado el ascenso de Pedro Kumamoto que formó un bastión en Jalisco con el discurso de “luchar contra la corrupción y los privilegios de la casta política”, aunque se ha mantenido bastante tibio con otras demandas democráticas y que empalma con un sentimiento de pequeños cambios.

La realidad es que los problemas de Jalisco son profundos, tienen que ver con condiciones materiales que van más allá de la corrupción y las “buenas intenciones”.

Como en todo el país es necesario un aumento salarial de emergencia que cubra el precio de la canasta básica, mejorar integralmente el acceso a la salud, a la vivienda, resolver el problema del transporte y sobre todo el problema de la violencia y las desapariciones, hasta ahora ninguno de los programas de los candidatos apunta a resolver estos problemas.