Se cumplen 3 años de aprobado el Acuerdo de Unión Civil que estuvo por largo tiempo congelado en el parlamento debido a la oposición de la derecha y la Iglesia, quienes hoy profundizan su alianza contra la diversidad sexual apoyando a Bolsonaro.
Domingo 21 de octubre de 2018
Aún cuando ya han pasado tres años desde que se aprobara el Acuerdo de Unión Civil (AUC), y son miles las parejas que han elegido esta opción, sigue siendo un tema que incomoda a la derecha conservadora. Sorprende aún más si pensamos que, por muy progresivo que es y que significa un que significa para la comunidad lgtbi+ principalmente, no deja de ser una alternativa mediadora para dar de alguna forma respuesta a una demanda histórica a cómo es el matrimonio igualitario, pero sin tocar la sagrada institución del matrimonio que sigue siendo un derecho exclusivo para un sector de la población que, a pesar de representar una institución más conservadora que ha perpetuado la Iglesia, es negado para aquellas parejas homosexuales que deseen efectuarlo.
Claro esta que por mucha incomodidad que produzca, es un debate no zanjado, ya que, el AUC presenta una serie de debilidades que obligan a que sea un tema necesariamente debatible en el parlamento, frente a lo que la derecha ya ha salido a decir que se posicionará en contra de ceder en materias como equiparar los derechos sociales de ambos tipos de vínculo (matrimonio-AUC).
A pesar de que el AUC no es exclusivo para las parejas de la diversidad sexual, fue una respuesta al matrimonio igualitario que es una de las banderas democráticas defendidas por la diversidad sexual que por años viene chocado con los límites que los sectores conservadores de la derecha y la iglesia imponen a la población.
Hoy la Iglesia y la derecha profundizan esta alianza contra las mujeres y los derechos de la diversidad sexual, con el fenómeno ultraderechista de Bolsonaro que se pronuncia abiertamente homofóbico y que su discurso de odio contra la diversidad sexual a motivado distintos, incluso motivando con el asesinato de una trans por el fanatismo Bolsonarista. Todo lo anterior respaldado por la derecha chilena y la bancada evangélica que viajan a entregar apoyo a este candidato en miras del probable triunfo en segunda vuelta.
