Taller de teoría y creación literaria Atenea: “Construyendo una Literatura que explora sentido y estilo literario”.
Martes 8 de enero de 2019
“El Zapatero”, cuadro de Ema Raquel Zapata Rivera.
En esta oportunidad, deseo reflexionar, en forma especial, cómo la literatura, en cuanto creación artística, que se vale de la palabra, va construyendo nuevos sentidos para el lector. Desde esta perspectiva, el texto literario constituye en sí mismo, un discurso capaz de absorber todo tipo de formas de realización lingüística, habituales en el mundo cotidiano y ostenta, además, la capacidad de reconfigurar la actividad humana, ofreciendo instrumentos para comprenderla, puesto que, al verbalizarla, se crea un espacio en el que se construyen y negocian valores, y al mismo tiempo, el sistema estético de una cultura determinada.
Por cierto, la literatura es una manera de autoorganizar y autorrepresentar el imaginario antropológico y cultural de la sociedad. Es decir, se trata de un espacio en el que se forma la cultura, o bien, se encuentran e intersectan distintas culturas, desarrollándose, por tanto, en su interior, modelos alternativos a los existentes, o se generan nuevos modelos o imágenes del mundo, mediante el uso de la retórica y sus recursos expresivos. Al respecto, la literatura ofrece importantes soportes y modelos para comprender y representar la vida interior, los afectos, ideas, ideales, proyecciones fantásticas, y en definitiva, representaciones de nuestro pasado, nuestra gente, el alma de los pueblos y la historia reciente.
En consecuencia, el escritor, poeta o narrador, no sólo da cuenta de una experiencia humana vivida y recreada a través del poder evocador y sugerente de la palabra, sino también, da vida a un tipo de mundo, que constituye un modelo, vinculado a una época, valores determinados y patrones estéticos que rigen y regulan la creación artística y literaria.
A continuación, destacaré a algunos poetas y narradores, consagrados, de gran trayectoria literaria, que integran el Grupo Literario ATENEA, y participan habitualmente, en el Taller de Teoría y Creación Literaria del mismo nombre, dirigido por la Profesora y Escritora Carla Andrea Zapata, que sesiona todos los viernes, en la Sala Domingo Melfi, de la Casa del escritor.
Dejo, entonces, sus textos literarios, portadores de sentido y un estilo literario propio, para el deleite de los lectores.
1.- Eduardo Robledo: Escritor, Comunicador Social y Ajedrecista. Estudió Guión Audiovisual en la Universidad Católica de Chile. Conductor y difusor de la Joven Literatura Chilena en programas de Radio Umbral, Nuevo Mundo y Universidad de Chile. Entre sus publicaciones figuran: "Ajedrez Paralapidario"(1992); “El caballo de la Era" (2002); “Sin daño a terceros" (2011); “Collar Negro” ( 2012) y entre sus piezas teatrales : “El payaso de la O.N.U.” y “Espejismos“. Ganador, de becas y proyectos otorgados por el Consejo del Libro y la Cultura , y publicado por numerosas revistas y diarios chilenos.
-Selección de la Antología “COLLAR NEGRO", Editorial Arttegrama, 2016:
IV
Collar negro
es el socavón de una mina penitente
en que está dibujado un codo de sangre
y un diamante roto
como testigo de la omisión de una época.
Collar negro
es el grillete encarnado que cargó una anciana hasta su muerte
por no dejarse manosear
en la subasta de esclavos.
Collar negro
es una pulsera sonajera en la muñeca negra
de una modelo famosa.
Collar negro
es una mujer negra dirigiendo la política exterior Americana.
Collar negro
es paradoja
como la cebra que llora en la selva
cargando dos colores sobre su esqueleto.
V
Collar negro es la unión perfecta
es el significado
de todos los significantes
es el collar de collares
el que te quema
el que te obliga a mirar
varias direcciones
África en América
el desierto del Sahara
en Dublín o Nueva York
Ruanda en Brasil
Sud África en un clan mapuche
en la esquina de tu casa.
VI
El negro es el más famoso
más que el collar de los íconos de la muerte
donde está la Svástica con un brazo en alto
la hoz y el martillo con un brazo izquierdo también en alto
la cruz con los dos brazos en alto
la estrella de David atravesando con sus puntas a todo
el que se le cruce.
2.- Renato Salinas Torres: Poeta connotado, de su generación. Con estudios de Derecho y Filosofía. Su poesía de corte satírico y político, se inserta por elección propia, en la antigua tradición oral de los Juglares. Ha participado en diversos circuitos poéticos y artísticos dentro de nuestro país. Difusor permanente de la literatura y la poesía en diferentes formatos audiovisuales. Su poética ha sido celebrada y reconocida por grandes poetas como Erick Pohlhammer, Carmen Berenguer y el Premio Nacional de Literatura Raúl Zurita, entre otros. Actualmente, incursiona en el teatro y el stand up comedy.
(Homenaje a Pablo de Rokha)
LA MONTAÑA DE PIEDRA
El día que el Ministro de Educación
Llama por teléfono a Pablo de Rokha para comunicarle:
“ ¡ Felicidades , Pablo!
La Academia Sueca, me ha comunicado
que has ganado el Premio Nobel de la Literatura.
De Rokha quedó en un profundo silencio y colgó.
Pensó en sus travesías, vendiendo libros
arrastradas por una yunta de bueyes
en las torrenciales lluvias del sur de Chile.
En los abrazos y besos que recibirá en la vega
y en el Mercado Central y en los bares del Mapocho.
Pensó en lo que pensará Neruda, en Winett,
su “flor triste” , en su hijo muerto.
En el salón de sus amigos con Mario Palestro,
en su encuentro con Neruda, en las afueras del Venecia.
Pablo contra Pablo, él armado con una garrafa de aguardiente
y Neruda con un Dom Perignon en los ramales de Angol.
Se azotan como dos enormes elefantes marinos,
que se baten en lucha a muerte
por aparearse , con la hembra en celo de la poesía.
De Rokha , que arrastra sus maletas de mimbre
cargadas de gemidos y gritos.
¡ Arre, Arre, caballo salvaje de la poesía!
Por los campos de Licantén.
Los niños, que miran pasar lo enormes buses,
con letreros que dicen: “ Pablo de Rokha , paradero 31 de Santa Rosa
cargada de obreros en las pisaderas ,
mundo abajo de un par de piernas.
El banquete en el salón Azul de Estocolmo
cuando el Presidente de La Academia Nobel dice:
“ Póngase de pie Don Pablo De Rokha
y reciba de las manos de su majestad, el rey,
Gustavo Adolfo XVI, el Premio Nobel de la Literatura”.
Él arranca una hoja de su canto del macho anciano y declama:
“ Sabemos, que podemos subir todas las montañas.
Cae la tarde sobre la literatura ,
cuando hicimos lo que pudimos,
hicimos lo que quisimos con nuestro pellejo.”
Los habitantes de la Población Pablo de Rokha,
piensan que es el nombre del dueño de la población.
Radio Minería AM, comunica, que de un certero
disparo en la boca, se ha suicidado el gran poeta, Pablo De Rokha.
Se cumplirá su último deseo, arrojarán su cuerpo
al caudaloso Río Licantén y una manada de árboles
llevará un aserradero del Mapocho,
donde será enterrado en el Cementerio General
y los niños de la Mandrágora , escribirán en su dura corteza:
“ Adiós Poeta. Descansa en Paz “.
3.- Leonidas Zapata Moraga: Poeta, Narrador y Ensayista. Miembro de la Sociedad de Escritores de Chile. De profesión Contador. Cofundador del Centro Cultural “LA ARAUCANA“, en Rancagua. Entre sus publicaciones figuran: “Multiversos” (2012); “Ecos de la Memoria“ (2014); “Antología de cuentos y poemas Taller Literario La Barraca“ (2015) y “La Mujer del gabán rojo y otros cuentos“ ( 2016). Ganador “Mención Honrosa”, Concurso Literario “Confieso que he vivido” 2017. Su labor literaria ha sido destacada por la revista Alerce N° 46 de la Sociedad de Escritores de Chile y el Diario La Tercera en Julio del año 2018.
EL PINCHE
En todas las ciudades, existen individuos que no califican como profesionales, políticos, o artistas, sino por practicar la pillería, y dedicarse a actividades marginales, a los negocios turbios u oscuros. A nuestro héroe, no se le conoció nombres y apellidos, sólo, su apodo: “El Pinche.” Que según, el diccionario ilustrado SOPENA de la lengua española, se define como: ”Mozo ordinario o galopín de cocina. En Colombia, gorrión. En Puerto Rico y Argentina, oficinista de menor cuantía, y broche para sujetar el pelo. En Méjico, bribón o pillastre.”
El Pinche, nació en Portezuelo, pueblo ubicado a 15 kilómetros de Chillán, provincia de Ñuble, Región del Bio Bío. Rodeado por un valle extenso, entre cerros, de una tierra pródiga y apta para el cultivo de viñedos. Esta circunstancia, lo posicionó entre los grandes productores de vino en nuestro país. Además, se convirtió en un centro turístico, pues, a corta distancia, confluyen los ríos Itata y Ñuble, ambos caudalosos y de impresionante belleza, originando atractivos parajes. En esta localidad, el Pinche cursó su educación básica. Su primer trabajo fue en la industria vitivinícola. Por esa época, mostraba ya su inclinación por los juegos de azar. Tenía fama de eximio jugador de brisca. Sus padres lo aconsejaban, diciéndole: “ Hijo, tienes que tener cuidado con esa manía tuya del juego; de apostar dinero. Eso no te va a conducir a ninguna parte “.
Sin embargo, él no respondía a estos requerimientos. A la edad de veinte años, emigró de la zona. Y entró a trabajar en “ El Teniente” . La mayoría de los mineros, en aquella época, provenían del campo. Sobre todo, de localidades cercanas a la ciudad de Rancagua, y también, de más al sur. En el mineral, se agudizó su adicción por los juegos de azar: naipes, dados, o cualquier otro, que involucrara apuestas. También, ejerció como intermediario en el contrabando de alcohol, violando las prohibiciones establecidas por la compañía. Después, de permanecer una larga temporada en el Mineral, por los años cuarenta, se radicó en la ciudad de Rancagua. Con el dinero acumulado durante el tiempo servido a la compañía, producto del contrabando y los juegos, instaló un restaurante, que más adelante, amplió a cabaret. Muchas personas se sorprendieron por esta inversión, y comentaron: “ Este dinero debe provenir del robo o de actividades poco santas. Nadie de la noche a la mañana se convierte en ricachón “. La propiedad tenía una superficie de 600 m2, contaba con una pista de baile, escenario para la orquesta, y piezas para las “niñas“, encargadas de complacer a los clientes en sus apetitos…, que el dueño rentaba obteniendo pingües ganancias. El cabaret se ubicaba en el sector poniente de la ciudad, cerca de la Estación de los Ferrocarriles, donde se encontraban la mayoría de los negocios del rubro, como hoteles, restaurantes, botillerías y billares… Un par de garzones atendían el bar, cumpliendo labores de guardaespaldas. El Pinche, oficiaba de cajero. Siempre se le veía, en la barra, jugando naipes o dados con algunos parroquianos, portando su revólver Smith Wesson, al cinto. En una actitud, de sospechosa espera… En su mano derecha, contaba con seis dedos. Doble dedo meñique. Muchos de sus contendores lo acusaban de manejar, en ese dedo, un dado cargado, haciéndolo ganador de sus contiendas. En ciertas ocasiones, algunos de sus clientes, solían preguntarle: “ ¿ Usted debe tener familia, no es cierto ?. ¿ por qué siempre se le ve solo ? “ “ Sí, tengo esposa y un hijo, pero, me niego a mezclarlos en mis actividades “. Los fines de semana, el negocio funcionaba a tablero vuelto. Asistía lo más granado de la sociedad rancagüina. Y cada quincena, lo llenaban los mineros de El Teniente, que dejaban aquí gran parte de sus remuneraciones. Incluso, esporádicamente, era visitado, también, por algunas autoridades y por altos funcionarios ( rol oro ) de la compañía minera. Por esos años, el lugar era el principal centro de divertimiento en la ciudad y la región. Sus músicos, la mayoría familiares, eran excelentes y muy demandados por la comunidad; vivían en las inmediaciones del local. Como en todo negocio de este tipo, de vez, en cuando, se originaba alguna gresca, producto de los excesos de la ingesta de alcohol, o por la disputa de alguna de las señoritas que atendían... Con el paso del tiempo, se fue acrecentando el prestigio del negocio. Su dueño, empezó a presentar artistas de cierto prestigio traídos de Santiago, vedettes y cómicos, imitando, de algún modo, a las grandes boites de esa ciudad. Este progreso material y económico del negocio, trajo como consecuencia la envidia de mucho de sus congéneres, y de otros que, amparados en las sombras, esperaban, pacientemente, la oportunidad de vengarse por las pérdidas experimentadas en los juegos…
Una noche, de invierno, con lluvias intermitentes; repentinamente intensas, otras veces, de aguaceros calmos, hizo su aparición un trío de sujetos. Dos pasaron, directamente, a la pista de baile y uno quedó en la barra. Su vestimenta era elegante, un sombrero alón cubría su frente y parte de sus ojos. Pidió un whisky, bebiéndoselo de un sorbo. Luego, al cancelar el consumo, sorpresivamente, extrajo del bolsillo del impermeable una pistola, descargando varios balazos sobre el Pinche, pronunciando simultáneamente una serie de palabrotas inaudibles. Éste cayó al suelo, indefenso, con toda su humanidad, envuelto en un charco de sangre. Con extraordinaria rapidez, sus cómplices huyeron del lugar, amenazando con sus armas a los guardaespaldas, perdiéndose sus rastros, amparados bajo la lluvia torrencial.
Con el alevoso asesinato del Pinche, se cerró un ciclo significativo de bohemia y vida nocturna, que entretuvo, por un par de décadas, a los residentes de esta región.