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Red Internacional
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Mundo Obrero. Abrir los libros de contabilidad, bajar los ritmos y repartir las horas para que trabajemos todos

Estos son algunos de los reclamos de Javier y Diana, trabajadores de Volkswagen y Kromberg, quienes cuentan en esta entrevista cómo se vive el impacto de la recesión brasileña desde las fábricas.

Lunes 16 de mayo de 2016

La crisis recesiva en Brasil, el principal socio comercial de la Argentina, se profundiza cada día al calor de la crisis política que este semana se consumó con la destitución golpista de la presidenta Dilma Rousseff.

El sector automotriz argentino, que nuclea a terminales multinacionales como Ford, Volkswagen Fiat, Toyota, Renault, Peugeot y Chevrolet, entre otras; junto a un sector de proveedores autopartistas, ha sido uno de los más golpeados por la crisis brasileña, destino del 80 % de sus exportaciones.

Según los últimos datos de la Cámara del sector,ADEFA, la producción nacional registró una baja del 3,8 % respecto de marzo (44.447 unidades), y lleva un acumulado de 142.615 unidades, un 13,3 % por detrás de igual período del año pasado. Mientras las exportaciones de abril tuvieron un suba del 20,4 % cerrando en 20.704 unidades, apenas 245 unidades más que en marzo.

En las fábricas sus trabajadores son doblemente afectados por el parate en la industria en sus puestos de trabajo, y por ajuste del macrismo con tarifazos, alta inflación y paritarias que no compensan la pérdida del poder de compra. Entrevistamos a Javier Aparicio, trabajador de Volkswagen planta Pacheco; y a Daiana Alvarez, trabajadora reincorporada de la autopartista Kromberg de Pilar, voces desde el primer cordón industrial del país.

-¿Cómo afectó en la fábrica el “parate” producto de la recesión brasileña? ¿ha disminuido la producción?

Javier: A partir de la crisis en Brasil por supuesto que bajo la producción de hecho gran parte de la producción de la planta Volkswagen Pacheco va a Brasil. Sobre todo la Suran, más que la Amarot que se vende a todo el mundo. Esto repercutió ya que se suspendió todo el turno noche y estamos sin trabajar todos los lunes los 3 turnos, o sea, solo se trabaja, turno tarde y mañana de martes a viernes. Igual la producción no es la misma de antes ya que trabajamos menos días, tuvimos despidos encubiertos que fueron 1000 puestos laborales que no se cubrieron, aunque los ritmos no se modificaron.

Daiana: En la fábrica desde que empezó la recesión en Brasil la línea más afectada fue la de Volkswagen, ya que Mercedes Benz desde el año pasado comenzó a bajar su producción. La primera medida de la empresa fue suspender un día a la semana, los viernes, y en poco menos de un mes lo extendió a 2 días a la semana, lunes y viernes. El lunes, principalmente porque Volkswagen no trabaja.

-Las suspensiones implican un ajuste al salario de los trabajadores, y un alivio para las patronales que reducen "costos" en salarios y cargas patronales ¿En tu caso cómo lo vivís?

Javier: La suspensión significa una rebaja salarial muy grande, se cobra el 75% de bolsillo y a eso hay que sumarle el comedor que tampoco nos pagan, los días que estamos suspendidos, más la pérdida del 36% que no nos pagan por horas nocturnas cuando nos toca estar suspendidos durante el turno noche (NdR los turnos en la fábrica son rotativos). Los mecánicos siempre tuvimos un salario superior a otros sectores de la industria y ahora con lo que cobramos va todo a gastos fijos, alquiler,cuotas hipotecarias, colegio de los chicos, deudas que se fueron metiendo en todos estos años de crecimiento económico, y tienen que seguir pagando. El consumo bajó mucho, otra opción es comprar con tarjetas y endeudarse más porque no queda efectivo para gastar, creo que eso es algo general de la sociedad en este momento.

Daiana: La suspensión nos afecta porque los lunes nos pagan al 50% y los viernes al 70%, esto nos afecta ya que nuestro salario no es el mismo que hace 2 meses atrás. Tenemos que reducir los gastos como todos, seguimos trabajando y lo que ganamos es para vivir, para comida, y los pocos gustos que quizás nos dábamos 2 meses atrás son imposibles. Estamos cobrando un salario muy bajo y muchas de las compañeras no llegan a fin de mes.

-El Smata cerró paritarias del 19 % hasta julio, pero la inflación continúa siendo alta, el tarifazo en los servicios ya se refleja en las boletas, ¿pensas que este acuerdo fue suficiente?

Javier: Por tu pregunta donde afirmas que según Smata cerró paritarias hasta julio al 19%, ese monto es mentiroso porque en realidad lo que consiguió hasta ahora el sindicato es un 11% en el primer trimestre del año y tiene que cerrar el segundo trimestre, recién en julio, por el 8%, para completar ese 19%. Pero ese monto pertenece al último trimestre del año anterior asi que el aumento real de este año hasta ahora es solo del 11% por enero, febrero y marzo. Igual el aumento se va actualizando según la inflación pero en realidad siempre se ajusta por debajo. Con los índices truchos del Indec de Cristina, el índice del Congreso y UBA, el gremio sacaba un promedio pero siempre a la baja y asi fuimos perdiendo poder adquisitivo del salario.

-En el caso del gremio plástico al que pertenece Kromberg ¿como fue al acuerdo paritario?

Daiana: El gremio del plástico firmó por un 24% hasta septiembre y esto no alcanza, menos ahora que estamos 2 días suspendidos y aumento todo, no nos favorece.

-¿Opinás que la crisis automotriz afecta por igual a las autopartistas como a las grandes terminales?

Javier: Creo que la crisis está pegando al conjunto de la industria, si bien las terminales dicen que no despiden en Volkswagen se perdieron 1000 puestos de trabajo. Hace pocos días atrás escuché a Ricardo Pignanelli, creo que en el programa de Juan Pablo Varsky, negando los despidos, coincidiendo con las declaraciones que hizo el viernes Cristiano Rattazzi de la Fiat. La verdad es otra, porque son despidos indirectos a través de retiros voluntarios, en Volkswagen hay 1000 personas menos trabajando y son puestos que no se volvieron a cubrir.

Creo que es real que la crisis no afecta por igual a las autopartistas que a las terminales pero muchas autopartistas son multinacionales también y del mismo país por ejemplo: Lear (Pacheco) es de EE.UU. y le hace el cableado a Ford. Sufren más la crisis los trabajadores de esas empresas autopartistas, en parte porque están en gremios más débiles. Kromberg por ejemplo, una fábrica alemana, está en el plástico, y trabaja para Volkswagen y Mercedes Benz, el gobierno permite esta división de gremios en la misma rama para dividir, además es sabido que el ministro de Trabajo Jorge Triaca, que viene del sindicalismo, opina que los salarios argentinos son muy altos.

Daiana: Creo que la crisis automotriz afecta a todo el sector, tanto terminales como autopartistas. Nosotras estamos en una autopartista y se nota la baja producción, como consecuencia de la crisis. Pero mientras las terminales año a año hicieron millones de dólares y tuvieron ganancias récord, ahora hacen todo lo posible para no perder tanto, a diferencia de los trabajadores que si nos vemos afectados por el impacto.

-En la fábrica tus compañeros ¿hablan del ajuste en curso? ¿opinan que el gobierno beneficia a los empresarios y a los trabajadores por igual? El Smata de Pignanelli ¿está impulsando alguna medida frente al malestar en la base y las perspectivas de la situación nacional?

Javier: En la fábrica se opina muy por abajo porque en los últimos años en Volkswagen hubo mucha persecución a los que pensamos distinto, pero se percibe claramente una opinión de que estamos mal. Por un lado hay un sentimiento de defraudación a los que votaron a Scioli porque creían en “el modelo”, pero el mismo diputado Romero del SMATA, que era kirchnerista, se pasó para el otro bando. Por el otro lado, los que votaron a Macri contra Cristina hoy ven que el cambio fue para peor. Con respecto al sindicato de Pignanelli, en la última gran movilización sindical del 29A el SMATA no se adhirió porque no había paro. Una excusa para no hacer nada ya que hubo muchas marchas similares sin paro y a las cuales el gremio adhirió sin problema, es clarito que no quieren hacer nada y dejan que la empresa apriete.

Daiana: En la fábrica se habla mucho de la crisis, se ve claro que el gobierno está tirando para los empresarios y no para los trabajadores a nosotros, no nos está dando nada y encima la empresa nos quita! Nos ajustaron el salario con las suspensiones para reducir sus pérdidas, mientras durante años anteriores ganaron millones. Ahora que tienen una baja de producción lo sacan de nuestro bolsillo, la gente a eso lo tiene bien claro no hay otra manera de verlo, es imposible no darse cuenta ya que trabajamos ahí. El año pasado había horas extras, el ritmo de producción era más alto que el de ahora, la crisis es palpable las líneas que bajaron.

La política que tiene el gremio del plástico y la empresa es que nosotros aceptamos la suspensión para que no echen a ninguno, la empresa plantea esto y dicen: “bueno tienen que agarrarlo no queda otra” es lo único que saben decir, si no aceptamos la suspensión va haber despidos otra argumentación no dan, es lo único que saben decir, de lucha ni hablar.

-Por último, para vos ¿cómo se hace para enfrentar el ajuste del macrismo?

Javier: El ajuste lo tenemos que enfrentar los trabajadores planteando que la supuesta crisis que dice la empresa tener, la tienen que pagar ellos que durante años tuvieron ganancias millonarias.
Es necesario exigirle al Smata hacer una asamblea, no informativa como las que ya hicieron, sino resolutiva, donde discutamos entre todos los compañeros de la fábrica que medidas tomar.

Hay que plantear que si la empresa esta en crisis, se deben abrir los libros de contabilidad, ya que durante años se llenaron de plata. Y además, si realmente tienen que bajar la producción, que la empresa baje la velocidad de las líneas, así laburamos todos, todos los días, manteniendo el turno noche, repartiendo la producción para que los costos de la crisis no la paguemos con nuestros bolsillos.

Por último, los mil puestos de trabajo que la empresa se sacó de encima con los retiros voluntarios y prejubilaciones, hay que exigir que se cubran con nuevos compañeros que entren a trabajar. Para no perder ningún puesto laboral, que no haya rebaja salarial por las suspensiones y que trabajemos todos repartiendo las horas y bajando los ritmos de producción, y así también reducir el alto nivel de enfermedades laborales o “rotos” que tenemos en las automotrices.


Guadalupe Bravo

Nacida en Trenque Lauquen, Provincia de Buenos Aires en 1985. Es economista, recibida en la UBA. Miembro del Partido de los Trabajadores Socialistas desde 2004. Coedita la sección de Economía de La Izquierda Diario.

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