Río Negro. Abusos en jardín de infantes: condenaron a Saúl Peña, otro profesor protegido por la Iglesia

Este lunes el Tribunal de Juicio de Viedma, integrado por los jueces Marcelo Chironi, Marcelo Alvarez y Carlos Reussi, dictó sentencia en el juicio contra el profesor de educación física Saúl Adalberto Peña, acusado por abusos sexuales cometidos durante el año 2019 en el jardín de infantes de la Escuela María Auxiliadora de la localidad de Conesa, provincia de Río Negro.

Vale recordar que de 19 familias denunciantes que originaron la causa, a esta instancia llegaron sólo dos. Y sin acompañamiento de la Fiscalía (una particularidad del sistema judicial rionegrino) que había desistido de continuar la acusación contra Peña producto del fuerte lobby de la jerarquía de la Iglesia católica, que en 2020 había conseguido el sobreseimiento (inocente por "falta de pruebas") en 15 de los casos.

Finalmente este lunes los jueces hallaron culpable al profesor del delito de “abuso sexual simple, agravado por su condición de docente” en perjuicio de una de la niñas. Para los jueces quedó acreditada la existencia del hecho y la responsabilidad del imputado. Y, al menos en esta instancia, se lo declaró “parcialmente absuelto” por el otro caso.

El sobreseimiento parcial por los abusos a la otra niña se debe a que, a criterio del Tribunal, no se pudo terminar de acreditar el accionar criminal de Peña. Fuentes de la querella dijeron que la decisión de los jueces podría basarse en que el testimonio de la niña no fue “lo suficientemente explícito” como para convencerlos. Algo que suele ocurrir cuando el Poder Judicial opta por ceder ante las presiones de otros sectores de poder.

En octubre de 2020 La Izquierda Diario contó en detalle el caso, mostrando el nivel de impunidad con el que Peña y sus encubridores eclesiásticos se movieron en procura de dejar el caso en el olvido y sin consecuencias penales para el abusador. Se puede leer completo acá.

Las otras 17 denuncias atraviesan diferentes momentos judiciales, aunque mayoritariamente no prosperarían por desestimiento de las familias a continuar con tan tortuoso proceso. Allí se evidencian los efectos del perverso accionar de la jerarquía eclesiástica, abocado a desgastar, hostigar y hasta extorsionar a madres y padres. “Llegaron dos, pero vamos por todos los chicos, porque todos se merecen la justicia”, había dicho Natalia, mamá de una de las víctimas, durante el comienzo del juicio hace dos semanas.

En los próximos días se realizará la llamada “audiencia de cesura”, instancia en la que las partes presentan testigos que argumentan en favor de sus planteos y se solicitan los montos de las penas. Se estima que los padres de la niña por cuyo caso fue condenado el docente sean parte de esa lista. Luego de esa audiencia, el Tribunal tendrá otro plazo de cinco días para fijar la pena correspondiente.

El delito por el que se condenó a Peña tiene una pena mínima de tres años (no excarcelable) y una máxima de diez. Lógicamente, la defensa del imputado buscará la condena menos dura. En tanto que desde la querella (encabezada por el abogado Leandro Aparicio) irán por una pena lo más ejemplar posible y, a su vez, se intentará impugnar el sobreseimiento parcial por el otro caso.

El lunes, una vez conocida la sentencia, varias familias de las víctimas marcharon hasta la puerta del jardín María Auxiliadora. Allí se manifestaron con carteles y cantando “yo te creo”, el lema con el que se acompañan las denuncias de niñas y niños que son revictimizadas por jueces y fiscales.

Allí Natalia volvió a hablar: “Acá estamos, donde arrancó todo, en esta escuela de mierda donde vinimos a dejar a nuestros hijos. Ahora tienen al culpable en la frente. Hoy podemos decir que ya tenemos culpable por un caso. Vamos a ir por los 18 que quedan, porque si se portó mal con uno se portó mal con todos. Los niños dijeron la verdad, ninguno mintió”.

En referencia a las autoridades del colegio religioso, la mujer dijo “ahora deberían explicarnos por qué no cuidaron a nuestros hijos. El día uno que denunciamos nos pegaron una patada y nos sacaron de la escuela, se pusieron en la vereda de enfrente. Nosotros nunca buscamos venganza, solamente buscamos justicia. Y hoy nos dieron la razón. Podemos decir con todas las palabras que Peña es un abusador, ya hay un veredicto”.