PRECARIZACION Y SALUD. Acampe de enfermería en el Congreso: un reclamo que continúa en todo el país

Luego de la respuesta represiva de Larreta a las enfermeras de CABA el 21 de septiembre, siguió el paro del 1 de octubre que se convirtió en una verdadera asamblea, con cientos de reclamos de la enfermería, la profesión que hoy es el pilar y sostén de la salud, tanto pública, como privada. Nos dijeron esenciales, pero al tratarnos como descartables, despertaron la bronca de más de un millón de trabajadores que somos en el sector salud, los que en el contexto de pandemia pusimos el cuerpo, capacitación y hasta la vida inclusive.

Éste 15 de octubre comienza un acampe en el Congreso para seguir exigiendo un sueldo equivalente a la canasta familiar, condiciones de salubridad tanto para trabajar, como para jubilarnos antes de morir en los hospitales o sanatorios, y ponerle fin al pluriempleo que atraviesa al 80% del personal de enfermería, quienes cobramos sueldos, que no pasan de los $40000 para una licenciada que estudio más de cinco años de carrera universitaria.

En provincias del interior, las y los enfermeros viven con sueldos de $12000. Mientras los jueces cobran más $300000 sin prestar servicios en esta pandemia. También congelaron el 82 % móvil para nuestras colegas jubiladas, quienes vienen sosteniendo desde años la atención sanitaria. Este acampe tiene el objetivo también de hacer un reclamo nacional y abrazar a nuestros colegas de Misiones que llevan semanas de acampe y enfrentaron una represión. Los trabajadores de Mendoza, de Jujuy, Ushuaia, de Tucumán, de todo el país estamos en lucha.

En CABA, el Frente de Izquierda son los que más nos vienen apoyando, nuestra lucha, de todas formas, nuestras legisladoras, lo manifiestan en todas sus intervenciones y en las calles junto a nosotras. Myriam Bregman y Alejandrina Barry presentaron un proyecto de ley para que se reconozcan los derechos de los trabajadores esenciales.

Larreta, en acuerdo con Sutecba, nos tienen como personal administrativo. Este gremio no tiene la capacidad legal de representarnos a los profesionales de la salud, por eso nos tienen de rehenes a más 10.000 trabajadores de los hospitales de la Ciudad. También son los responsables junto al UPCN de los aumentos de sueldos miserables. Como el 7% que firmaron en CABA.

Mientras ATE sube al escenario y agita que “acá nadie se rinde”, no garantiza el paro nacional efectivo, porque son parte del gobierno de los Fernández que no responden a nuestros reclamos. Por eso sus dirigentes se juegan a dividirnos y desmovilizarnos.
Que convoquen al paro de una vez, hasta conseguir que nos paguen como esenciales, como especialistas de la salud que es tan prioritaria, con un presupuesto acorde a las necesidades de la población. El gobierno de Alberto Fernández ya demostró que su prioridad es favorecer a los grandes empresarios de la industria, del campo, a los banqueros y al FMI. Favorecieron a las prepagas con subsidios. Mientras a nuestros reclamos no da ninguna respuesta.

En la posta sanitaria de Guernica se pudo ver el abandono que hay con la población que más necesita de atención sanitaria. El gobierno se llena la boca diciendo que les importa la salud, cuando las condiciones de vida de la población son el hacinamiento, la falta de agua potable, ni que hablar de cloacas y un lugar donde vivir. La única respuesta que tiene el estado es represión, no les tembló el pulso en salpicar con sangre de enfermeras los escudos de la policía. Lo mismo le responden a las familias que se quedaron sin nada en la cuarentena y están luchando por un pedacito de tierra para poder vivir. Muchas de nosotras vamos a estar junto a los niños, a las mujeres y familias en la primera línea de defensa contra el desalojo. Porque no hay salud sin vivienda digna, porque defendemos , representamos y somos parte del pueblo trabajador pobre, porque comprendemos la situación por la que pasan para estar hoy ahí, porque vamos a poner nuestros conocimientos al servicio de quienes más necesitan.

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Somos más de un millón en todo el país. Hoy es urgente unificar nuestros reclamos las y los trabajadores de la salud con las familias sin techo porque también son nuestros pacientes. Este acampe tiene que servir no solo para visibilizar nuestros reclamos, sino también para fortalecer nuestra organización en los hospitales. Impulsar asambleas abiertas a todos los trabajadores, y también a todos los sectores en lucha. Juntos, tenemos fuerza para dar vuelta las prioridades, aumentar el presupuesto y que se unifique el sistema de salud, para garantizar la atención para toda la población que tanta falta hace, garantizar vivienda digna para todos los que lo necesitan y conquistar todos nuestros derechos.