Unidad de los trabajadores. Acindar amenaza con cierre temporal de planta en Villa Constitución

En medio de una crisis económica nacional, la siderúrgica Acindar, amenaza con el cierre temporal de su planta. Esta decisión, alimentada por la creciente influencia corporativa desde la asunción del nuevo gobierno y la reforma laboral en espera de resolución judicial por parte de los empresarios, pone en riesgo a los trabajadores y sus familias. Mientras las empresas continúan beneficiándose, los trabajadores nos enfrentamos a una incertidumbre creciente y a la posibilidad de perder trabajos, lo que subraya la necesidad de organizarse y exigir un a las centrales sindicales un plan de lucha hasta que caiga el DNU y por el pase a planta permanente de todos los trabajadores contratados.

Desde que asumió el nuevo gobierno de Javier Milei, las patronales han reforzado su poder de lobby sobre distintos funcionarios para obtener mayores beneficios de los que ya venían gozando. La confección de la Ley Ómnibus y el mega DNU demuestra que cada sector patronal ha tenido su artículo o su ley para beneficiarse.

El ejemplo más claro es la reforma laboral que por ahora está frenada en la justicia a la espera del dictamen de la corte suprema, en la cual no se puede depositar ni un "tantito así" de confianza. Si bien la desastrosa Ley Ómnibus cayó gracias a la presión popular y ayudado por la inoperancia del gabinete presidencial, aún sigue en pie el DNU.

Pero a las patronales eso no les preocupa demasiado, nunca fueron de ajustarse a la Ley. Salvo que la puedan usar a su favor en contra de los trabajadores. Acindar se ha caracterizado por ser pionera en los ataques laborales, esté cubierta o no por un marco legal.

La discusión paritaria, dónde se debe definir la actualización salarial de los metalúrgicos y siderúrgicos, se viene dilatando en interminables jornadas de discusión, cuartos intermedios y conciliaciones obligatorias dictadas por el gobierno, que dicho sea de paso, está jugando con doble vara ya que al gremio ferroviario no se la dictaminó, propinando así el ya viejo enfrentamiento entre usuarios del servicio y el justo reclamo obrero. Pero ahora cuando "el damnificado" es el principal socio del gobierno, cómo el Grupo Techint, corre a firmar que no pierdan un solo centavo y sigan negándose a otorgar una actualización acorde a la inflación.

Acindar anuncio en medio de toda esta situación, que posiblemente cerraría la planta siderúrgica durante un mes, sin dar precisiones si van a querer aplicar suspensiones o liquidar las vacaciones pendientes.

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No es de extrañar que vengan con este chantaje ya que arrancaron el año anunciando bajada de turnos y el despido de cientos de contratados que venían hace años cumpliendo funciones. Y continúan extorsionando con seguir sacando tercerizados y personal de planta.

Mientras estas patronales invierten millones y millones en la adquisición de nuevas plantas, la fusión con nuevos grupos y demás, le niegan al obrero el salario mínimo para cubrir sus necesidades y además deja a cientos de familias en la calle.

Con el anuncio de cierre durante un mes, también se verán afectados los talleres y otras empresas que se dedican, casi exclusivamente, a prestar servicios para Acindar.

La patronal justifica esta amenaza con la caída de las ventas, producto de la brutal recesión inducida por el gobierno de Milei y Caputo. Acindar amasó fortunas todos estos años, pero ahora quieren socializar sus pérdidas. ¿Por qué los trabajadores nos tenemos que hacer cargo de la crisis? Plata hay, necesidades también. La producción de Acindar podría volcarse a un plan de obras públicas y viviendas populares.

Es momento de frenar este atropello hacia todos los trabajadores y la comunidad de Villa Constitución y alrededores, empezando con la necesidad de unidad entre contratados, tercerizados y efectivos en asamblea para decidir defender los puestos de trabajo y el salario.

El reciente anuncio de Acindar sobre el posible cierre de su planta por un mes no solo afectará a los trabajadores directos de la fábrica, sino también a talleres y otras empresas que dependen casi exclusivamente de proveer servicios a Acindar. Ante este atropello, es imprescindible que los trabajadores y la comunidad de Villa Constitución y alrededores unan fuerzas. Es necesaria una asamblea entre trabajadores efectivos, contratados y tercerizados, sin división por empresa y convenio, para decidir conjuntamente cómo defender los puestos de trabajo y salarios.

Este 24E los metalúrgicos de la ciudad junto a distintas organizaciones y los protagonistas del Villazo mostramos nuestra fuerza. Fuimos decenas de obreros los que nos concentramos en las puertas de Acindar, la comisión directiva de la UOM y las Comisiones Internas de la planta nuevamente tienen que ponerse a la cabeza de organizar estas asambleas.

La situación que se vive en la ciudad no difiere de lo que está pasando en el resto del país. Es el momento para que las centrales sindicales dejen la siesta y lleven adelante un plan de lucha serio y con continuidad para tirar abajo el DNU, el protocolo anti protestas y demostrarles a los gobernantes y a los empresarios que la clase trabajadora está de pie y no va a permitir que sus derechos sean arrancados y que sus familias sufran las consecuencias.