Este sábado 27 de febrero, distintas agrupaciones de izquierda feministas y mujeres independientes, estuvieron realizando jornadas de volanteo invitando a la convocatoria unitaria del próximo 8 de marzo. Luchamos por un mundo libre de explotación capitalista y opresión patriarcal.
Domingo 28 de febrero de 2021
San Ramón en Occidente y la capital San José, fueron lugares en los que las agrupaciones de izquierda y activistas independientes estuvieron repartiendo información, con el fin de invitar a la población a sumarse a la manifestación del 8 de marzo, la cual es convocada por más de 15 agrupaciones.
Esta iniciativa es parte de las actividades que se realizan desde la organización unitaria rumbo al 8M, en la cual se levantan las consignas Por aborto legal, seguro y gratuito; Contra la violencia patriarcal, ni una menos; Por una vida digna, fuera el FMI.
Meylin Murillo, compañera de Pan y Rosas, se sumó a volantear en el parque de San Ramón. Para ella, es importante brindar información en varias partes del país, pues “nos da espacio para hablar con más personas, llegar a lugares donde comúnmente no se habla de estas cosas. Además, recalca la necesidad de hacer “un llamado nacional, creando campañas a lo largo y ancho del país, para demostrar también la fuerza que las mujeres y grupos organizados tenemos”.
Desde Pan y Rosas, nos parece necesario que se impulse una campaña nacional por aborto legal, que vaya acompañada por un Encuentro de mujeres, que nos permita discutir, de manera democrática, el proyecto de ley que el movimiento de mujeres lleve adelante. Tenemos que garantizar una marea verde, así como exigir la separación real entre la Iglesia y el Estado, tomando la fuerza de nuestras compañeras argentinas, y sacando la lección de depositar nuestras confianzas en nuestras fuerzas y métodos de lucha, en alianza con la clase trabajadora.
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También nos sumamos al grito de Ni una menos, contra la violencia patriarcal. Pero desde Pan y Rosas, creemos que no hay que depositar nuestra confianza en las instituciones judiciales que no pueden recetarnos otra cosa más que la justicia patriarcal, dejando en impunidad los múltiples casos de violencia de género, siendo el Estado el garante de que siga desarrollándose toda una estructura patriarcal. El capitalismo y el patriarcado forman una alianza, y las mujeres tenemos que romper con esa dinámica y esas instituciones cómplices de la violencia patriarcal. Hay una gran diferencia entre la justicia que nos recetan, y la que, desde el movimiento de mujeres exigimos. Por eso llamamos a la creación de Comisiones de investigación independientes del Estado, conformadas por organizaciones sociales, políticas y feministas, así como familiares de las víctimas de violencia. También exigimos que el Estado ponga a disposición el presupuesto para llevar adelante las investigaciones y que exista una apertura a todas las carpetas de investigación.
Por otro lado, luchamos por una vida digna, por una vida que merezca la pena ser vivida. Es necesario que el movimiento de mujeres pelee en las calles junto con la clase trabajadora, contra el FMI, para exigir el no pago de la deuda externa, contra la ley del empleo público y contra todos los ataques y recortes que el gobierno pone sobre nuestras espaldas y que empobrecen a la clase trabajadora. Es necesario que el movimiento de clase trabajadora y movimiento de mujeres discutan un plan de lucha en un Encuentro de trabajadores y trabajadoras, que tenga independencia de clase.
Peleamos por impuestos al gran capital, a las zonas francas y los grandes empresarios, y poner ese dinero en función nuestra: refugios para víctimas de violencia patriarcal, salarios de cuarentena, garantizarnos las condiciones materiales para una educación de calidad.
En Pan y Rosas levantamos estas consignas, luchamos por un mundo libre de explotación capitalista, de opresión patriarcal, y libre de toda discriminación. Con las mujeres, trabajadoras y estudiantes al frente, junto con la clase trabajadora, apostamos a otro mundo posible.
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