Luego de las 6 pm del domingo se anunció una hora más de apertura de las urnas electorales. Tras esa declaración de mantener una hora más, nadie del CNE se ha vuelto a pronunciar en, por lo que ni siquiera se conoce si alguno de los centros de votación siguen abiertos. Por la hora en que escribe este reporte se supone que las elecciones parlamentarias se cerraron en el país. Pero casi la media noche no hay ningún anuncio oficial.
La Izquierda Diario Venezuela @LaIzqDiario_VE
Domingo 6 de diciembre de 2020
Liceo Andrés Bello, centro de Caracas. Este suele ser uno de los centros más concurridos de votación
Cinco horas después del momento en que debían cerrarse, de manera formal, los colegios electorales venezolanos tras las legislativas de este domingo, las autoridades responsables del proceso no han ofrecido ningún dato.
La única fuente oficial, al momento de escribir esta nota, que se ha pronunciado es el ministro de Defensa, Vladimir Padrino, quien dio un parte de "seguridad de la jornada" y repitió durante su comparecencia en varias ocasiones que "no hay mucho que decir".
En toda la jornada electoral se observó una muy baja participación electoral, donde en muchos centros se vieron muy pocas personas en las colas o directamente vacíos.
La jornada electoral se cerró, aunque no se hizo el anuncio formal. Si algo primó en toda la jornada, fue lo que anticipamos desde muy temprano, la escasa presencia a los centros de votación. Pero al momento al cierre de esta nota, casi cercana a la media noche del domingo, no se ha anunciado ningún resultado.
Lo que se observado en toda la jornada era lo previsible de acuerdo a la mayoría de los sondeos previos, pero que podría incluso estar por bajo de una participación del 30% de lo que indicaban las encuestas. Los medios locales en las diversas ciudades también reportan baja afluencia de votantes en lugares como Anzoátegui, Aragua, Portuguesa, Zulia, Trujillo, Bolívar, Falcón y muchos otros lugares.
Se están eligiendo 277 diputados a la Asamblea Nacional, 144 diputados por sistema proporcional (52%) y 133 por sistema nominal (48%). Están abiertas las más de 29 mil mesas de votación instaladas en 14 mil 221 centros en todo el país, de acuerdo a lo declarado por el Consejo Nacional Electoral.
Esta escasa participación marca una gran diferencia con otros procesos electorales parlamentarios como el del 2015, esto tomando en cuenta que desde el chavismo hubo cierta abstención, lo que llevó a la oposición a hacerse de la Asamblea Nacional. La participación en ese entonces fue considerablemente mayor a lo que se ve en éste día 6 de diciembre.
Incluso si se compara con las elecciones presidenciales del 2018, impuestas por el Gobierno post el fraude “Constituyente”, donde el ente electoral informó que hubo una participación del 40% del electorado, la afluencia puede ser menor. Es la tónica en las elecciones legislativas de este domingo en Venezuela.
Es de constatar que estas elecciones se dan en el marco de importantes elementos de fuerte presión, coacción y hasta de chantajes para que las personas acudan a votar. El Gobierno/PSUV presiona fuertemente para el voto sobre todo en las comunidades, en la administración pública y empresas estatales, chantajeando con los CLAP (bolsas de comida) o “beneficios” elementales como el gas doméstico.
A trabajadores de la administración pública o empresas del Estado, por ejemplo, se les obligó a informar datos exactos del lugar del centro de votación y la hora, una presión que se hizo desde las primeras horas.
En los alrededores de los centros de votación hubo operadores militantes del PSUV tomando datos (serial) del Carnet de la Patria, que es el instrumento a través del cual se hacen llegar los bonos y/o “beneficios” que otorga el Gobierno Maduro, con lo que se supone que así les continuarán llegando. Es de recordar que el propio Maduro llegó a declarar que se daría premios a aquellas comunidades de mayor votación, o Diosdado Cabello, que quien no vote no come.
Como es de esperar, desde los canales oficiales de medios y afines, informaron de afluencia, pero contrasta con la realidad que se observa en casi todas las ciudades del país.
Frente a esta realidad la alternativa que ofrece el sector de la oposición de la derecha que se referencia aún en Guaidó ha sido plantear una pantomima de “consulta popular”. Además de ser un intento de cobertura de “apoyo popular” a la continuidad de la política injerencista, de sanciones imperialistas, más aislamiento, etc. Incluso, desde el punto de vista estrictamente “electoral” es muchísimo menos confiable y ni auditable con respecto a estas elecciones amañadas del Gobierno de Maduro, siendo bajo el total control directo de esta oposición, hecha además bajo una aplicación que se tiene que descargar en celulares y/o computadoras, con un proceso de "votación" de durante varios días.
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